Al final, en delinear las campañas de Coahuila y Estado de México, el PAN cedió y se lo han llevado al baile, perdiendo y no solo por ir en alianza con la antidemocracia que es el PRI, antítesis de sus valores, sino por dejar irse la oportunidad de ser un verdadero partido opositor de propuestas en pro de la gente y como opción real que se alejara del PRI y, encima, anteponiendo intereses partidistas a los de los ciudadanos, endilgando a los ciudadanos tragar las trapacerías priistas bajo las siglas PAN, y sin tales trapacerías sería complicado que se hagan con las gubernaturas de Estado de México y Coahuila, donde los pésimos gobiernos priistas de siempre merecerían ya perder ambas entidades. Por aliarse el PAN al PRI, invita a no votarlos porque es perpetuar al PRI. Al aliarse al PRI, el PAN demuestra nuevamente que no es mejor que Morena, a la que tanto odia.
Nuevamente, el PAN actuando así, traiciona a la democracia y a sus seguidores. Y da respiración artificial al PRI. Y, nuevamente, llega a las elecciones mexiquenses sin candidato, puesto que, vamos, Enrique Vargas era una mala broma. ¿Qué hizo el PAN todos estos años en vez de construir candidato panista en Edomex? Solo estar a las órdenes y chasquidos del Señor X tragando sus desplantes y desaires, y antes fue a encumbrar un inoperante como Marko Cortés y, además, un partido dedicado a tragar ahora las imposiciones de Alito, no tener propuesta ni fuerza suficiente alguna para un relevo mexiquense como ni en Coahuila, que sea serio, articulado y de corte exitoso. Y para rematar va colocándose detrás del PRI pretendiendo pasar por demócrata. Qué pifia es el PAN. Si alguien afirma que Cortés lo ha hecho bien, solo generará levantar las cejas y dudar de su honestidad intelectual. Marko Cortés prostituyó al PAN. Vergonzoso.
Solo que…el PRI contará con mapaches y los usará, pero no tiene propuesta ni candidato (¿Del Moral? están de broma) y ante el anquilosamiento de la clase política priista mexiquense, al priismo solo le queda arrebatar. Porque está claro que no ganaría las elecciones estatales por presumir un gobierno inexistente como el de Del Mazo. Y por mucho.
Ya lo hemos platicado. Carece de candidatos sustancialmente y per se; y no cabe duda de que no los tiene ni en 2023 y menos, para el 24. En el caso de Edomex, ajada, desgastada en grado superlativo la clase política priista mexiquense a fuer de robarse elecciones y perpetuarse en el poder para seguir mamando de la ubre, pero sin dar resultados positivos, desemboca ello en que Del Moral es una opción pésima, pero explicable porque ya no hay más qué ofrecer. Queda esa grisura de “propuesta”. Las ansias desmedidas de retener el poder, el insano deseo priista irrefrenable de retener la gubernatura mexiquense a toda costa para seguir hundiendo al Edomex como hasta ahora, obliga a echar mano ya de lo que sea. Aunque sea servirse de Del Moral. Mejor eso que renovarse o hacerse a un lado. Ya qué. Ya llevan décadas así, porque el PRI carece no únicamente de la capacidad de gobernar, sino de renovarse, lo cual consiste no en cambiar rostros simulando, sino en construir capacidad y probidad de gobierno con propuesta y eso resulta imposible al mencionar al PRI. Con el PRI aplica la frase: “chango viejo, no aprende nuevos trucos”.
Ahora bien, cuando han presentado de nuevo “Va por México” enfilado a las elecciones de 2023, están desestimando que hablamos de dos entidades mal gobernadas por el PRI y que Morena merecería echar al PRI de Edomex ante los malos resultados de 94 años en que ha venido secuestrando esa gubernatura el tricolor. Marko Cortés parece haberse madrugado a Alito o al priismo. Acaso. Eso no sería noticia, porque cualquiera se madruga a Alito –consecuencia de la falta de liderazgo, naturalmente– pero es interesante y perfectamente explicable que sucediera lo ocurrido: dice el panista sin pestañear, que si el PRI define las candidaturas de 2023 a gobernador en ambos estados, el PAN “procesará” (sic) las de 2024 y eso supone la presidencial. ¿Procesará? no se vaya a cansar. ¿Amago o amenaza? No, solo un chiste mal contado. En serio, ¿el PRI se apartará de incidir en el 24? Si el PRI lo hace, es altamente probable que pierda las presidenciales otra vez.
Pues bien: a saber si eso de repartirse años es lo acordado. Ya se lo adelantaba la semana anterior: Cortés con su evidente carencia de capacidad y de estrategia y de estructurar política alguna, era capaz de ceder. Y lo hizo. Entrega Coahuila y Edomex al PRI. Qué manera de claudicar y de traicionar los valores democráticos por parte del panista. O sea que le importó un pepino los ciudadanos. Como deja el panorama, los electores tienen como opción para votar entre el cambio necesario que solo Morena ofrecerá o seguir en la putrefacta continuidad priista con Alito al frente. Ese PRI en que los priistas han sido incapaces de darse un mejor dirigente de verdad.
Pues, de esa manera se la ponen más fácil a los electores, hartos del PRI en Coahuila y Edomex.
Y es perfectamente entendible lo del 24. Si las palabras de Cortés son certeras, demuestran que el PRI ni presumiendo seis millones de militantes tiene candidato para 2024. Le calla la boca a De la Madrid, por ejemplo. Y en Edomex deja a Vargas, fuera. Se queda chiflando en la loma el panista que hizo ilegales actos anticipados de campaña, exactamente como los hizo la priista Del Moral.
En cuanto a 2024, que el PAN “procese” (sic) la candidatura presidencial, dice Cortés, afirmando inopinadamente y sin aparente respingo priista, que así lo hará, bien define y se advierte que, entonces, al día de hoy carecen de candidato como opositores y, particularmente, el PRI está imposibilitado de presentar a nadie, dada la caterva de impresentables con los que cuenta; tendrán que profundizar la búsqueda, no han entendido que no basta anteponer un nombre, sino el convencer a la gente con propuestas y reconocer sus fracasos pasados recientes, antes que pretender ganarla insultando a López y a Morena que es lo único hecho por el panismo por 4 años. Eso es tan sencillo y no lo pueden entender ni la Téllez ni la Gómez del Campo ni Cortés. Está por encima de ellos. Muy por encima de su capacidad. Dejar al PAN la estrategia de la búsqueda del candidato presidencial es apostar a que siga insultando y no proponiendo. No les ha resultado, así que…
Algo queda claro: es que buscar al candidato desde el PAN resulta dejar de lado a los impresentables priistas. No hay a quién, porque no lo tienen. Todos los priistas quemados, todos acusados de ladrones. Es el PRI, lo normal. Se adornan mucho y no les queda. Lo dicho: no les servirá ni presumir de ser un partido grandote, si no tienen un presentable, uno, entre sus filas, tal y como carecen de él y no lo tuvieron ya en 2018 de manera muy elocuente. Lo normal. Es que el PRI no es solución ni opción y su alianza frankeinsteniana, su extraña coalición que es fracaso ahí donde desgobierna por el error mayúsculo de sumar al PRI, resulta solo en permitirle horas extras, pero eso no promete triunfo en 2024, de continuar los opositores sin propuestas para la gente o con la pésima estrategia opositora sostenida hasta ahora. Y lo estamos viendo. Y falta ver si las ambiciones personales de todos los oponentes a Morena dejarán espacio a una candidatura que no sea la propia personal. ¿Candidatura única? Ummmm, esa es otra. Y tal y como está la cosa, promete ruptura aunque a Alito se le llenara la boca presumiendo el otro día de tener una “unidad blindada”. Blindado tiene el cerebro para no entender lo elemental y eso sí que es verdad.
Y por favor, amigo lector, quite de su análisis que Edomex es la antesala de la presidencial (sí, calendáricamente lo es, no políticamente). En Edomex nunca se ha definido la presidencial siguiente inmediata. Piense: jamás la gubernatura la ha soltado el PRI (no necesariamente, ganado) en cambio, si ha perdido las presidenciales 3 veces, pese a imponerse en la gubernatura de Edomex; así que no hay nexo entre la una y la otra. Quítese esas gringadas de la cabeza. Aquí no hay ni primarias ni antesalas ni nada. Hay priistas abiertos o encubiertos y mapaches priistas y es lo que hay que derrotar.
