Ha sido un reencuentro cargado con las mismas viejas emociones del pasado y los reproches de costumbre, como sucede entre los matrimonios mal avenidos. La Cumbre entre la Unión Europea (UE) y sus homólogos de América Latina y el Caribe ha concluido sin avances sólidos al menos en materia comercial, porque ninguno de los acuerdos que están en revisión, han sido signados: ni con México, ni con Chile, ni mucho menos con el Mercosur.
Hacía ocho años que no se veían las caras los líderes de la UE y sus contrapartes del otro lado del Atlántico, también en dicho encuentro de 2015 hubo reclamos a favor de un trato justo en los acuerdos comerciales para la región latinoamericana. Y Brasil ya presionaba entonces porque fuese firmado el acuerdo del Mercosur con la UE.
La misma petición que ha vuelto a realizar el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el más reciente reencuentro de las dos orillas del Atlántico y lo ha hecho además en tono desesperanzador. “Hace veinte años que estamos en lo mismo y nunca nos dicen cuándo”.
Lula da Silva llegó en calidad de estrella y fue recibido con un tono exultantemente cariñoso por parte de Charles Michel, presidente del Consejo Europeo; también por Ursula von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea y el presidente de España, el socialista Pedro Sánchez.
El líder brasileño es visto por los líderes de la UE como el vocero de Latinoamérica, un interlocutor que este año además preside el Mercosur y podría terminar uniendo a todos los países de América del Sur en un gran bloque económico-comercial y bajo una sola moneda. Una especie de eurozona con 12 países y más de 433 millones de personas.
Brasil es la economía más grande de América Latina y el único país que en 2022 captó el 41% de la Inversión Extranjera Directa (IED) que entró en la región el año pasado, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
El año pasado, América Latina y el Caribe, atrajo flujos por 224 mil 580 millones de dólares; a, Brasil, le siguió México que captó un 17% de ese monto sobre todo para el sector servicios.
También la OCDE y el FMI, ubican a Brasil como la mayor economía de América Latina y el Caribe, con un PIB de 1.92 billones de dólares; seguido de la economía mexicana con un PIB de 1.41 billones de dólares y en tercer lugar, Argentina con 632 mil 240 millones de dólares.
Durante la ceremonia de bienvenida, el presidente Sánchez llegó a decirle a Lula da Silva que este año habría la firma del acuerdo con el Mercosur “porque todas las condiciones están dadas para ello”.
Aunque, Von der Leyen, tuviese que matizar después que lo trascendental de la Cumbre UE-CELAC es sobre todo que han vuelto a verse tras un parón innecesario y que todos están unidos porque “hay muchos intereses que tenemos en común” y evitó el tema espinoso de dar fechas precisas.
También repitió el mismo mantra que dijo en su minigira de hace un mes por Brasil, Argentina, Chile y México y reiteró que “Europa estaba de vuelta” porque quiere ser un aliado imprescindible de América Latina.
A su vez, Joseph Borrell, alto representante de Exteriores de la UE, apeló a los lazos y nexos históricos para que la unidad fueses recobrada a partir de compartir una serie de valores.
A COLACIÓN
Eso sí nadie mencionó el tema de los derechos humanos, la libertad de expresión, la persecución contra los disidentes; los cientos de exiliados latinoamericanos en varios países europeos perseguidos por distintos regímenes de América Latina.
A la disidencia venezolana en España le tembló hasta los dientes tras ver el recibimiento afectuoso, con beso en la mejilla incluido, que el mandatario Sánchez propinó a Delsy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela. La vicepresidenta arribó con una delegación amplia representando al régimen de Nicolás Maduro.
Técnicamente Rodríguez no debió de viajar a Bruselas dado que tiene vetado el ingreso al espacio Schengen, tras las sanciones de junio de 2018, determinadas por la UE y el Parlamento Europeo contra el régimen de Maduro por sus violaciones contra los derechos humanos. Y, a pesar de ello, Rodríguez estuvo en Bruselas.
@claudialunapale