En el contexto del proceso electoral concurrente 2023-2024, Mario Delgado Carrillo dijo que Morena es un partido permanentemente activo y que ahora sí tiene dirigencias fuertes en las 32 entidades federativas.
Si es verdad lo dicho por el dirigente nacional morenista, entonces el partido guinda tendría una gran ventaja sobre los partidos de oposición, que en su mayoría solamente trabajan en época electoral sin antes preocuparse por armar la estructura electoral básica, empezando por los comités estatales y municipales, además de seccionales.
Por cierto, Mario Delgado lo refirió a modo de raspón a los adversarios morenistas: “Morena debe mantener su esencia de partido-movimiento () pues no puede ser como aquellos partidos políticos que mientras no hay elecciones permanecen sentados…”
La estructura electoral básica, que comprende también a los representantes del partido ante mesas directivas de casilla y generales, es fundamental para ganar elecciones o por lo menos para dar la pelea electoral en un mano a mano en las urnas electorales, o ya de perdis para conseguir la votación suficiente para mantener el registro.
Una estructura electoral real, eficaz, eficiente y leal. Porque luego resulta que el adversario ‘compra’ a los representantes partidistas que actúan en casillas clave para que no se presenten el día de la jornada electoral o, en todo caso, para dejar hacer y pasar.
Aunque quien sabe si la ahora oposición recurra a tal método, porque tienen menos financiamiento público, a menos de que vean otras fuentes. Por el momento los partidos opositores andan ‘pobres’ frente a Morena que se ha convertido en el partico ‘rico’ porque recibe más financiamiento público y cuenta con estructuras de gobierno y legislativas.
Por ejemplo, ahí están las y los diputados federales de Morena (y quizá de partidos aliados) puestos para acudir a la concentración en el zócalo de la Ciudad de México, ofreciéndose para llevar, trasladar, darle el ‘aventón’, a cualquier persona que quiera asistir a celebrar el aniversario de la Expropiación Petrolera.
Ignacio Mier, líder del Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados Federal, asegura que no se trata de un ‘acarreo’, sino de llevar a quien quiera asistir. ‘Generosidad’, pues.
¿Y de qué se asombra la oposición? También acarreaba. De hecho el ‘acarreo’ fue una práctica del PRI hecha ‘costumbre’.
En fin, retomando el tema, Mario Delgado, en su visita a los estados de Colima y Jalisco, afirmó que Morena se encuentra en el “momento preciso” para arrancar con los trabajos de organización interna a nivel estatal y nacional con miras al proceso electoral del próximo año.
Porque como también observó, el 2024 parece muy lejano, pero en menos de 15 meses será la elección presidencial, cuyo proceso electoral empezará en el segundo semestre del año en curso; primera semana de septiembre si no prospera el “Plan B” de la reforma electoral, o en noviembre si ésta queda firme.
En ese contexto, optimista Delgado Carrillo vaticinó que Morena “con unidad y mucha conciencia logrará ganar la elección presidencial y ser una opción para estados que actualmente gobierna la oposición.”
Ah, el próximo año también habrá elecciones locales en alrededor de 30 entidades federativas, ocho de las cuales renovarán gubernatura y la Ciudad de México elegirá jefatura de gobierno. Y algunas de esas entidades se encuentran en manos de la oposición, es el caso de Jalisco (donde gobierna Enrique Alfaro desde el 2028), que Morena pretende ganar.
Lo harto dudoso en la ‘unidad’ morenista referida por Mario Delgado. Las ‘corcholatas’ guindas andan inquietas por el proceso de selección interna, algunas han manifestado su desacuerdo con el método de encuesta, que si no resulta puede producirse el quiebre interno.
Quizá por ello, reiteró que “primero es el proyecto antes que las personas y no nos va a dividir ningún interés personal.”
Pues a ver qué dicen las ‘corcholatas’ no solamente presidenciales, sino también a las gubernaturas, diputaciones federales y locales, senadurías, concejalías y alcaldías.
CONCENTRACIÓN DEL 18
La concentración morenista programada para el 18 de marzo, que encabezará el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, formalmente es para celebrar el aniversario de la Expropiación Petrolera.
Pero evidentemente lleva el propósito de mostrar ‘músculo’ primero frente a la ‘ola rosa’ y luego en el contexto electoral (ambas cosas van junto con pegado). Quizá ese mitin sea el arranque morenista rumbo al 2024.
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