La participación del ex candidato del PRI a la gubernatura de Tabasco, Jesús Alí de la Torre, en la conmemoración del 85 aniversario de la Expropiación Petrolera convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, este 18 de marzo, es el rastro indiscutible de que Morena se apresta a ser asaltada en 2024 por políticos que en el pasado denostaron al ahora morador de Palacio Nacional.
La participación de Alí, que ha pasado a la historia por ser el primer priísta derrotado por la oposición en unas elecciones estatales, las de 2012, no es una mera ocurrencia o solo un acto de oportunismo. No. Es, mejor dicho, un bien diseñado plan puesto en marcha desde 2018, cuando el ex abanderado y sus principales colaboradores se integraron al lopezobradorismo.
Alí fue alcalde de Centro en el trienio 2009-2012, pero renunció un año antes para buscar la candidatura a la Quinta Grijalva. Los habitantes del municipio que abarca la capital tabasqueña le dieron la espalda por haber dejado tirado el cargo.
El ahora morenista que acompañó al Presidente el sábado pasado en el Zócalo capitalino ha sido el abanderado del tricolor que menos votos ha logrado en la historia del estado. Aun con ese revés, en 2018 buscó de nuevo la Gubernatura bajo la modalidad de candidato independiente, pero apenas obtuvo el 1 % de los sufragios.
Sin embargo, poco antes de las votaciones, Alí se pronunció a favor de AMLO, además de que durante los debates de candidatos organizado por el Instituto Electoral, atacó a su homólogo del PRD, Gerardo Gaudiano, quien era el adversario principal de Morena.
Por haber servido de esquirol de Morena, el expriísta se ganó un lugar en el vinotinto: hoy es delegado federal.
Sin embargo, además de él, ya se han subido al mismo barco sus principales operadores en la campaña de 2012: Mario Llergo, hoy diputado federal y representante del vinotinto ante Morena, y Adrián Hernández Balboa, ex presidente del PRI.
En días pasados, Llergo difundió en sus redes sociales una foto junto a Hernández Balboa y el alcalde de Cunduacán, Jesús Abraham Cano González, quien derrotó a Morena en 2021 bajo la modalidad de independiente, candidatura que logró por el apoyo del equipo de Alí.
En la gráfica referida aparecen los ex priístas con el presidente municipal escoltando la Caravana por la salud con la que Llergo hace campaña por la gubernatura.
Oscar Ramos, quien fue el abanderado morenista a la presidencia municipal, le aseguró al columnista que Mario Llergo y Jesús Alí “traicionaron” a su partido al operar para que un miembro de su grupo llegase al ayuntamiento a costa de la derrota del movimiento del Presidente.
De acuerdo con Ramos, un viejo militante de la izquierda que ha participado al lado de AMLO desde finales de los ochenta, el grupo de Alí busca apropiarse de Morena: ya tiene a Llergo como representante ante el INE y el ex candidato a la gubernatura va por una diputación federal.
Fuentes cercanas a esa corriente priísta aseguraron a este espacio que en 2024 Jesús Alí ya no va a buscar la gubernatura, como en 2012 y 2018, sino que va a respaldar a Mario Llergo, mientras que el jefe de la cofradía buscará ser legislador federal, para lo cual ya empezaron a patrocinar supuestas encuestas en las que Alí aparece como “el morenista mejor posicionado” para el cuarto distrito.
Asimismo, tratarán de meter a Adrián Hernández como diputado local para que, a nombre del grupo, trate de ser el líder del Congreso local en la siguiente legislatura.
Tras la derrota estruendosa del PRI en 2012, Mario Llergo y Hernández Balboa fueron acusados por la propia militancia por presuntamente haberse quedado con millones de pesos que no se entregó a la estructura tricolor para las movilizaciones y la operación del día de las elecciones de ese año.
Hoy, esa corriente ha hecho tierra en Morena: Llergo es el hombre del vinotinto ante el INE y operador del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernánez; Alí es representante del Infonavit en Tabasco, y Hernández Balboa es proveedor del ayuntamiento de Cunduacán y asesor del edil “independiente”.
Pero Alí, Llergo y Hernández son rechazados por la corriente de los Duros o fundadores capitaneada por Octavio Romero Oropeza y Javier May Rodríguez, titulares de Pemex y Fonatur, respectivamente, cuyo lema de campaña del segundo es Un fundador será gobernador, en alusión al intento de priístas por hacerse de la nominación el año próximo.
Otra vertiente del problema creado por Alí en Morena es que, pese a ser partidario del secretario de Gobernación, su operador Llergo es acusado de la guerra sucia contra otros ex priístas como él que pertenecen al mismo grupo de Adán Augusto.
Alí y Llergo, pues, han divido lo que se conoce como el adancismo.