China está perdiendo terreno

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Por su actividad empresarial, Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de fondos y patrimonio FDI, tiene que estar en constante contacto con la realidad de los mercados internacionales, la situación de los fondos de inversión; los movimientos en política económica y política monetaria y por supuesto de otras variables que han ganado un enorme peso específico entre los inversores y ahorradores como últimamente ha acontecido con la pandemia  y la invasión de Rusia a Ucrania.

Tanto Estados Unidos, como China, mutuamente se culpan por ser los responsables de desatar la pandemia del coronavirus (ya sea de manera accidental o deliberada) y sin respuestas científicas fehacientes que den cuenta de cómo surgió el SARS-CoV-2 lo único que queda es encontrar, ¿qué país ha sido el principal beneficiado por la pandemia? Para Sardáns, no ha sido China.

También ha sido el último país en abrir su frontera hace apenas un par de meses y en buena medida, según me confío  Sardáns, a todos les ha quedado claro que China es una autocracia y sus libertades individuales de repente no valen nada.

“Lo que estamos viendo con China es que gran parte de las multinacionales  empiezan a proveerse fuera de China; luego vino esta invasión de Rusia a Ucrania y el coqueteo  de China ante  una posible invasión a Taiwán. Esto ha provocado  un gran temor por parte de las empresas a nivel mundial porque se ha temido que Occidente, sobre todo Estados Unidos, haga un boicot contra los productos chinos. Así es que llevamos ya meses viendo cómo las empresas están buscando otros proveedores fuera de China”, explica pormenorizadamente.

El primer gran beneficiado por la cercanía y el sistema de puertos es Vietnam, después India, Malasia y hasta países como México están beneficiándose porque productos que antes se hacían en China ahora se etiquetan como hecho en México.

Para este experto en mercados, China era el gran proveedor de desinflación mundial en los últimos 40 años para toda empresa que tenía proveedores chinos es que todos los años los precios bajaban; y ahora, una característica de los chinos en los últimos años a pesar de la subida de todos los commodities los chinos no subieron los precios, lo absorbieron.

Un punto muy interesante en mi plática con Sardáns es que me asegura que  China está en una crisis y que hay un grupo de personas extranjeras en China que no pueden sacar su dinero, por diferentes burocracias que les ponen pero en definitiva hay un problema  interno. Al mismo tiempo, me dijo que en  2021 las empresas extranjeras decían que la orden era no se pone nada más en China… lo que se pueda sacar… se saca y si no se irá sacando y desinvirtiendo con el tiempo pero no se pone más nada.

 

A COLACIÓN

Desde Uruguay, Sardáns comenta que los movimientos geopolíticos están siendo muy grandes: “Es una situación complicada, hoy China  tiene otro problema  producto de esos lockdown  y es que los millonarios chinos están reubicándose hacia Singapur; y también está perdiendo a sus cerebros, a la gente que añade valor y puede producir tecnología de punta, para su industria militar”.

Hay una guerra tecnológica indiscutible y Occidente le está bloqueando a China la generación seis de microprocesadores. La única fábrica que existe en el mundo para esa generación seis es holandesa y desde el gobierno de Trump está prohibido vender esa tecnología.  Y todas las compañías de semiconductores como Intel y las taiwanesas que estaban produciendo en China salieron a desinvertir.  Hoy,  China está una generación atrás en tecnología.

El asesor financiero refiere que es más o menos la misma estrategia que se llevó a cabo con Rusia, en 2014, tras la invasión de Crimea; precisamente, empezó a sufrir una serie de boicots de acceso a la tecnología de punta que Rusia utiliza para su industria militar.

“Por eso vemos hoy cómo el armamento ruso comparado con la tecnología de Occidente está tan en desventaja porque está trabajando  con tres o cuatro generaciones  atrás de tecnología”, apunta Sardáns.

De alguna forma, tanto la pandemia como la guerra de Ucrania, están afectado a China contribuyendo a que este país sea uno de los grandes perdedores de la pandemia.

Y el propio Sardáns coincide conmigo: “Totalmente. China hace muchos años tiene un tema estructural y demográfico hoy la población china está bajando y si bien su balanza comercial era positiva, la de pagos todo el dinero se iba a Occidente fundamentalmente a Estados Unidos”.

Al respecto de la deuda, Sardáns explica, que en su momento China fue el gran tenedor de deuda de Estados Unidos “porque no le quedaba de otra” pero no es que Estados Unidos dependiera de China más bien al revés. No hay, insiste, ningún otro instrumento con tal nivel de liquidez como los Bonos del Tesoro.

“En los últimos años, China   ha ido vendiendo parte de esas posiciones porque ha intervenido en varias ocasiones en el  mercado de cambios;  ha salido a vender títulos para  defender a su moneda local que es el yuan”, dice.

De acuerdo con el Departamento del Tesoro, las tenencias chinas de deuda pública estadounidense cayeron a su nivel más bajo en trece años en medio del escenario del alza de tasas. “China tiene en títulos del Tesoro de Estados Unidos 859 mil 400 millones de dólares, en enero pasado; se trata de su punto más bajo desde 2009”.