¿Qué tienen en común la Conade, el Conacyt y Notimex?
La respuesta es por demás triste: su común es que son organismos, instituciones gubernamentales que tienen directivos Caín.
Profesionales surgidas de sus mismas entrañas, reconocidas como de medio pelo entre sus pares que, designadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, actúan como salvajes exterminadoras de sus propios hermanos de vocación y tareas, de sistemas de los cuales surgieron y vivieron durante años, y enemigas de sus propias casas.
¡Qué tino del mandatario de haberse hecho acompañar en su Gobierno de Ana Gabriela Guevara, de María Elena Álvarez Buylla y de Sanjuana Martínez!
Algunos dirán que otras instituciones y organismos del Estado sufren lo mismo. ¡Cierto! El sexenio de AMLO está plagado de Caínes.
Pero como ejemplo de eso estas tres directoras son todo un caso.
No voy a entrar en detalles porque me llevaría un espacio y tiempo del que carezco y Usted no aceptaría soportar. Cada una de ellas tiene ya su historia pública.
Ana Gabriela Guevara, cuyo único mérito fue haber ganado una medalla de plata en la Olimpiada de Atenas en 2004 -¡hace ya 19 años! / la verdad tenemos medallistas de oro más sobresalientes-, se la ha vivido de escándalo en escándalo por corrupción y por haber actuado contra grupos enteros de atletas exitosos a los cuales les ha cortado presupuestos, apoyos, becas y los ha echado fuera de instalaciones durante estos 4 años recientes.
Ha sido una verdadera Atila del deporte mexicano. Hoy vuelve a vivir otro escándalo más frente a la Selección de Natación Artística que acaba de ganar la medalla de oro en la Copa del Mundo de Natación Artística, en Egipto.
Apoyas por empresarios, especialmente por Carlos Slim y su yerno Arturo Elías Ayub, las nadadoras, sus dos entrenadoras, un fisioterapeuta y asistentes médicos y otros, han tenido que buscar ayuda para poder financiar viajes y participar a nombre de México ante la falta de interés y abandono de la señora Guevara.
Otros muchos atletas de otras disciplinas han vivido lo mismo. Y AMLO la
En su universo, el de la investigación y la ciencia, esencial para México y el mundo, la bióloga María Elena Álvarez Buylla ha sido nefasta como directora del Conacyt.
Al igual que las Atilas Guevara y Sanjuana Martínez, Álvarez Buylla se ha desempeñado como una verdadera hiena que persigue a sus propios compañeros para defenestrarlos y acabarlos.
La actual directora de Conayt no sólo ha recortado presupuestos y becas para cerrar así centros de investigación en instituciones como la UNAM o Cinvestav, para dejar a investigadores mexicanos sin recursos en el extranjero, sino que ha acabado con fideicomisos esenciales en esa área y ha perseguido penalmente a científicos reconocidos bajo cargos como el de delincuencia organizada, creados por el Congreso para combatir a cárteles y el crimen organizado.
Frente a todo esto y más, la orgullosa directora del Conacyt ha recibido el reconocimiento mañanero, aplauso y mención honorífica del presidente López Obrador.
Todas las medallas del escarnio y repudio anteriores, las porta más que sobresalientemente la ¿periodista? Sanjuana Martínez, quien llegó a la dirección de Notimex -fundada en 1968 para informar sobre las Olimpiadas en México-, para darle muerte lo más lenta y dolorosamente a esa agencia.
Para iniciar el martirio dejó sin ingresos y abandonados a su suerte a cerca de una treintena de corresponsales mexicanos de esa agencia en el extranjero.
En sus instalaciones centrales asedió al sindicato -que ciertamente había cometido abusos y corruptelas, pero que pudo haber solucionado de otra forma- y a sus trabajadores, hasta provocar una huelga que violó sistemáticamente con el apoyo y financiamiento presidencial para finalmente declarar muerta a Notimex.
Tres casos en que mujeres surgidas de esas comunidades han actuado no sólo para acabar con ellas sino para hacerlo con sevicia.
Una venganza cuyos orígenes sin duda están en la psique de cada una de ellas y de su protector presidencial.
Cada una un caso dentro de un rosario mayor de desgracias de un Gobierno que se ha dedicado a destruir a personas e instituciones, sistemas y proyectos.
¿SE CHAMAQUEARON A ARMENTA?
No sería extraño ni original lo que podría haberle pasado al presidente del Senado, el morenista poblano Alejandro Armenta, aspirante a la gubernatura de su estado.
Ya otros altos funcionarios fueron engañados por personajes que se hicieron pasar por quienes no eran para luego salir con la broma de que se los chamaquearon.
El caso es que ayer Armenta denunció que un sujeto que dijo llamarse Francisco Tapia y representante de la presidenta de la Suprema Corte, la ya popular ministra Norma Piña, estableció comunicación con él vía celular para después pasar a una comunicación por whatsapp.
Todo iba relativamente bien hasta que Tapia al parecer intentó presionar a Armenta quien asumió además que el supuesto representante de la ministra pasó a algo que se podría asumir como amenaza.
En este punto el presidente del Senado decidió enviar una carta a la ministra a quien le pide confirmar si el mencionado Tapia es realmente su enviado.
Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado aprovechó el incidente para pedirle a la ministra Piña un encuentro personal a fin de establecer canales indubitables de comunicación entre la Corte y el Senado a fin de no caer en engaños y supuestos.
Hoy Monreal y Armenta esperan la respuesta de la ministra Piña.
….[email protected] / Twitter: @_Vizcaino / Facebook