Eugenesia y migración

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El título 42 que facilitaba la deportación expedita de inmigrantes fue cancelado por un criterio administrativo no por consideraciones humanitarias o compasivas. Fue creado por un criterio eugenésico suponiendo que los inmigrantes están enfermos y traen consigo enfermedades, en este caso COVID 19. Esto se acomoda con la doctrina de que la mejor defensa de la seguridad interna, incluida la seguridad sanitaria, es cancelar la oportunidad de entrar en contacto con los agentes portadores de la enfermedad.

El hecho de que la llegada del virus a Estados Unidos fue por vías de entrada documentada fue descartado, porque lo que había que lograr es una vieja demanda republicana sobre tener fronteras seguras, o sea, sellar las fronteras por las que entran los indocumentados, que está enfermos, son criminales, narcotraficantes y terroristas.

Para sellar la frontera no hay ni ha habido un criterio humanista, compasivo y mucho menos piadoso formulado por aquellos que acuden a sus iglesias a manifestar su amor al prójimo, parece que los migrantes no son su prójimo, la eugenesia los borró.

Desde el siglo XIX la eugenesia entró a los criterios migratorios estadounidenses atendiendo la preocupación de que los migrantes afectaran la pureza de los anglo sajones; acertó usted si encontró semejanza con el discurso nazi, ellos estudiaron la eugenesia y racismo estadounidense para crear su aparato racista criminal. Muy temprano los eugenistas estadounidenses abogaron por la esterilización de negros, hispanos y población originaria.

En 1924 se aprueban leyes migratorias basadas en la eugenesia; aunque ya había leyes que prohibían el matrimonio entre razas, desprendidas de la preocupación por la posibilidad de que se debilitara lo que se configura en nuestro tiempo como supremacismo blanco.

La noción de la inferioridad racial de los no blancos está inmersa en la cultura estadounidense y justifica ver al mundo no blanco como sujetos para la explotación y el expolio. Por eso sin remordimiento cometen un genocidio para despojar a los pueblos originarios, algo similar a lo que hizo la iglesia católica con la inquisición que de santa no tuvo nada y lo perverso del esclavismo se ha limpiado con obras de filantropía.

Bajo el criterio de superioridad han destruido gobiernos, arrasado con los recursos naturales a lo ancho y largo del planeta. El principio de América para los Americanos determinado unilateralmente significa patente de corzo para masacrar a todo aquel que se atraviese en su camino para saciar su apetito de riqueza y complejo megalomaniáco.

Según historiadores estadounidenses ese país se abstuvo de invadir y anexar a todo México por temor al efecto racial que les provocaría incorporar tantos mexicanos.

A partir de determinar que la pandemia del COVID 19 había terminado, para el gobierno de Biden era pertinente administrativamente acomodar las distintas decisiones relacionadas a la pandemia, así que se remueve la decisión de deportación expedita reemplazándola con un criterio criminal. Aquellos migrantes que entran sin documentos violan la ley por lo tanto son criminales, criterio con que el extremista gobernador de Texas movilizó a la guardia nacional del Estado para detener migrantes. Los extremismos republicano y demócrata enfrentan la migración con los mismos criterios y logran los mismos efectos: la expulsión.

Biden mantiene el criterio de deportación para asegurar la seguridad fronteriza, tal vez pensando en arrancarle apoyos a los republicanos hacia la elección de 2024.

En la narrativa estadounidense no aparece su responsabilidad en la creación de las condiciones que expulsan millones de personas, trátese de la imposición de criterios de explotación que despojan de recursos a esos países; del elevado consumo de drogas que se alimenta de una estructura criminal que ha reforzado a pandillas y carteles que se ensañan contra la población; de planes económicos que arruinan las finanzas públicas como hace el Fondo Monetario Internacional dominado por Estados Unidos; de sostener sátrapas en los gobiernos que crean condiciones inhumanas.

Estados Unidos es responsable de una buena parte del desorden y desastres en el mundo, pero se desentienden a la hora de enfrentar las consecuencias de sus actos y asumen criterios de auto protección por ejemplo sellando la frontera, es por eso que no se encuentra un criterio de protección humanitaria, sino solamente argumentos que endurecen las políticas frente a la migración masiva.

Uno encuentra la discusión sobre si los migrantes son económicos, perseguidos por criminales o víctimas del abuso político. La narrativa busca parcelar las causas de la expulsión prestando oídos sordos y una vista ciega al hecho que es el resultado de décadas de abuso imperialista.