Elecciones 2023: el extravío analítico priista y el altanero, panista

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Caben apuntamientos al 4 de junio, luego de la entrega efectuada aquí en Indicador Político, del mismo 5 de junio, consultable ya. ¿Qué estuvo peor? ¿la derrota de la dupla priista-panista en Edomex del 4 de junio o el resultante discurso opositor pendenciero y timorato, del 5 de junio? Desde luego, lo segundo. La oposición a Morena habla en el proceso postelectoral como si hubieran arrasado y no lo hicieron. La mejor perorata opositora del 5 de junio es aquella de tener “con quién y para qué”, cuando en 5 años no han podido concretar a nadie para 2024 y, más cerca, el PAN, cuyo dirigente soltó esa tamaña gracejada, no pudo apuntalar siquiera candidato propio en las elecciones de 2023. ¿Tienen? ya se ve que no. Aturdidas palabras que pronuncia tal solo como engañamundos o es un verdadero engañanecios, vocablo que lo radiografía estupendamente a Cortés.

Y que la oposición a Morena lo entienda: la gente no votará a sus candidatos solo por no ser Morena o solo porque insultan a Morena y a López. Hay más inteligencia en el electorado de la que sospechan. No será 2024 un votar por votar y quedó demostrado en 2023. Si no traen agenda que mejore como opositores lo que hay, estarán pelas. Sépanlo.

Los derrotados en Edomex hablaron el 5 de junio haciendo cuentas rápidas, cálculos aprisa, atropellados, medias verdades cual los grandes ganadores que no fueron. El priismo es disciplinado y sale a votar, pero –muy importante– cuando la sociedad civil se moviliza y vota, suele derrotarlo, porque son más. Fallaron creyendo que en esta elección con más gente saliendo a sufragar, votaría contra su rival morenista. Qué equivocados y no terminan de entender algo tan sencillo: es sus siglas, su agenda burda, su carencia de propuesta opositora es lo que los derrota, amén de sus cartuchos quemados. Los panistas sí rechazaron la alianza con el PRI. Y Cortés anuncia que seguirán juntos, pese a. Qué Cruz.

Alito habla como si trajera al rey de la oreja. Y es el mismo caso de Cortés. La soberbia priista, la petulancia que lo viste le permiten dirigirse a la Nación como si el PRI tuviera algo que aportar sin ser ya el caso y no tuviera apenas ya, sino solo dos estados en alianzas (donde reparte cotos de poder, si es que tiene palabra) y está atascado de corrupción. Vociferó como si fuera el PRI la mera verdad y pues no, no lo es. El golpazo recibido en el Edomex menguará sus estructuras y evidenciará su pobredumbre. Vimos el 5 de junio otra vez a un PRI siempre con su anquilosada idea de que el poder le pertenece, reprochando a todos que lo echen –como se lo merece– y que desdeña las elecciones que mira como a un simple trámite, gracias a su antidemocrático talante. Qué ceguera destila Alito. La verdad es que se quede al frente de su partido. Igual que Cortés, son verdaderos sepultureros, como ya se los dijo el otro impresentable, Dante Delgado. Como paréntesis, tiene razón Delgado salvo en una cosa, que es donde tropiezan todos: él o los demás opositores a Morena deberían de formular una agenda ciudadana y eso implica restarle privilegios e impunidad a la clase política. Por eso y más que nada, van directo a un fracaso otra vez, como sigan así. Y acertó diciéndoles que el PRI tiene más embajadas que gubernaturas. Su estructura ya se ve que está maltrecha. El priismo hace cuentas alegres. Parecen europeos minimizando la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Se les fue RU, no Luxemburgo. Perdieron Edomex los priistas, no Quintana Roo, con perdón de los quintanarroenses que no sean priistas ni aliancistas. Y se pintan espejismos para sí. 

Y ¿el PAN con qué llega? con discursos de odio, sin agenda, con Kenias y Lillyses. O sea, nada. Siquiera el PRI balbuceó la zarandaja de que “El Estado de México no se toca”. El PAN ni eso pudo. Cuando intelectuales cuestionables como Martín Moreno se conduelen de los estados gobernados por Morena, se callan el mal ejercicio previo que lo explica. ¿Para qué, si simpatiza con las otras siglas? Así de elocuente. La gente ha votado hartazgo por el PRI y por el PAN y derrotó la trampa priista y panista de compra de votos, aunque la Rabadán suelte la tontería mayor de que Morena es la compra votos. No, señora, no reste méritos a su partido que usando funcionarios municipales, regaló despensas y tinacos. Hable con la verdad por una vez en su vida. Al PAN victorias propias, escasísimas. Todas por alianzas, exactamente ya como el PRI. Nadando con respiración artificial. ¿Y la culpa es de López? No inventen. Repítase: son cero autocríticos y están imposibilitados para serlo.

Es más, ajenos a la realidad van en esa preocupación mostrada cual diarrea de puntos por alcanzar y alcanzar que dice Kenia López Barragán abandonando el ábaco erráticamente, en vez de explicar las propuestas panistas, si las hubiera, o lo que es lo mismo, prefiere puntos a decirnos porqué debes votar PAN; y solo demuestra su carencia de elegibilidad y su ausencia total de una agenda comprometida con México. No con ellos mismos que sí la tiene así de ilustrada, sino con México. El irrisorio extravío panista le ha llevado a aliarse al PRI. Así de desvergonzados. Se quejan y aseveran que Del Mazo ayudó a Morena. ¿Cómo? no lo dicen, solo vociferan. Entonces, de haber ganado su burda Alianza ¿eso si estaría bien? porque de haber ganado esa alianza frankensteniana, el PAN después de purificar a Del Moral, habría santificado al PRI mexiquense y se habría callado. ¡Qué bárbaro! ¿así o más antidemocrático? es que el PAN de verdad, que no está para dar lecciones a nadie.

El PAN está para el diván. Ya es masoquista sostener a Cortés de dirigente. La altanería de Cortés es insufrible y rechazable. Otro que vocifera como si gobernara 30 estados y dieran unos resultados apabullantes. Vocifera como si el PAN creyera en democracia que no aplicó eligiéndole como candidato único al cargo que mal detenta. Habla como si Guanajuato en manos del PAN, no estuviera ensangrentado por su falta de capacidad, mientras sicarios acaban de matar al primo del gobernador ni más ni menos. Cortés asaz altanero, escupe mucho odio y los panistas lo secundan, que es lo grave y peligroso, como huestes desquiciadas que merecen pararles en seco a la primera impertinencia. El PAN como el PRI, carecen de derechos para increpar a nadie por sus decisiones políticas ajenas al PAN y no están en posición de cuestionar su voto y a nadie. Pueda ser que PRI-PAN sean peor opción que lo elegido por la gente, si a esas vamos. Son opciones igual o peor de cuestionables que Morena. Ambos son maderas que nomás no agarran el barniz.

Dice Cortés inopinadamente, que no aceptan corcholatas. Vaya, como si a las corcholatas las prestigiara llevar la sigla perdedora PAN, o la perdedora Vamos México, tan demeritada e inmensamente corrupta y tapetera a Claudio X. González. Sirva preguntar, acremente: ¿ese mismo tono histriónico, a punto del llanto, faceto, usa Cortés, con el Señor X, su amo? para apostar doble contra sencillo. o ¿solo es para apantallar con su agandalle?  En Edomex ponían en pancartas azules a Ale. La señora es priista, azulearla era engañar a los electores. Le parece mal Morena, pero va y se alía al PRI. Vaya por Dios. Para que luego las huestes panistas digan que Morena es el PRI. De diván. Están de diván.  No nos impresiona. ¿Cuándo el PAN se dejará de tonterías? ¿cuándo dejará de darle cuerda a Lillyses y Kenias y a promover a Creel con desatinos tales como “si tocan a uno, nos tocan a todos”. Piña de corruptos encubiertos, entonces, por respuesta. Encubridores, sin más. Eso es lo que está reconociendo Creel en sus bravatas, que no está para echar cohetes si lo lanzan de candidato. Su grisura no se opaca con su voz engolada en plan de hacerse el exquisito que no es. Bostezos, señor Creel, bostezos y a otra cosa, mariposa, con usted.

Así, afirmar que se tiene con quién y para qué, supone que Cortés está de guasa o es un bobalicón empedernido. No hay opción tres. ¿Cuántos? que no ha podido definir ni uno. ¿Para qué? la agenda panista es inexistente visto lo visto, va de insultar a López Obrador e infundir miedo con aquello de que ya vienen los comeniños y seremos Cuba. Francamente, es una sarta de memeces y simplezas brotando de la camarilla panista en plan pandilleril o, francamente, irresponsable. Y asómbrese de sus seguidores repitiendo los mantras de su mesías Cortés y sus monaguillos blanquiazules. Son de vergüenza total. Los panistas se jactan de que ganaron el corredor azul del Edomex. Caray, lo que se tenía que ganar era la gubernatura. Descentrados. Normal con semejante dirigente altanero que quienes no somos panistas, afortunadamente, no tenemos que chutarnos.

En el paroxismo de su ignorancia, Marko Cortés y muchos panistas persisten en su absurda alianza que solo tiene sentido bajo dos peregrinas premisas: 1) terquedad envuelta en ceguera y 2) imposición de Claudio X. González que los tiene dominados, ya se ve. Sin agenda interesante, algo que mejore la oferta, sin apuesta a enmendar sus errores del pasado. Solo enseñan hasta hoy el pretender ganar a base de insultos a López, a Morena y a quien no piense cómo ellos. No les ha funcionado. Se comprende, entonces, la postura frívola de la Rabadán, quien descubre el Mediterráneo y dice que la oposición debe escoger al mejor. No, tú, al peorcito. ¡Vaya pifia de aporte de la seño senadora! Y por ello aterra que tenga tanto seguidor. Dice que se enfoquen en el voto joven sin ofrecerle nada a cambio. Qué burda. Y concluye oronda, satisfecha y sabionda que si habrá competencia en 2024 –¿por qué lo dice ella?– e igual que Cortés, sin decir cómo, como no sea en sus desquiciadas intervenciones senatoriales que son denigrantes y deplorables. A todo demócrata, ese par no nos deja boquiabierto con sus aspavientos.

Pero si a Rabadán lo que no le agrada es que la gente no acuda a votar, pregúntese la razón, que atañe a su partido. Tal vez al ver en la papeleta a Kenia López o a cualquiera similar, el votante sabe que con ella llega a ninguna parte. Eso también lo sabemos millones, desde luego. Lo que no se entiende es porqué se adormilan tanto los panistas: lo dicho: contra la gente votando, no pudo la maquinaria tramposa de la Alianza, que no es ni inocente ni ingenua. Su actuar mata el bulo de la apatía ciudadana y cuestionarle su libertad.  La elección de estado en Coahuila sí le gusta al PAN, que igual condena la no existente a su gusto en Edomex. Qué hipócrita el panismo alcahuete del PRI.