Cada día el país sobrevive a una situación muy triste. Poco se le cree ya al presidente. Que si le dio coronavirus, no, que fue una ataque cerebral, dicen que está fingiendo, exhiben fotografías donde aparentemente se le aprecia un catéter.
Es triste que se está demoliendo la confianza en las instituciones. Se ataca al INE, se cuestiona al INAI, se pone en duda la integridad del Ejército, se empeñan en destruir la autonomía de las universidades. Es triste que el gabinete del presidente esté manchado, vamos salpicado, de sospechas de corrupción y no pase nada.
Muy triste saber que en el mundo a los mexicanos les están cerrando las fronteras por el pésimo manejo que aquí adentro se ha hecho de la pandemia. Resulta triste ver que en los noticiarios ya no hay vivos y que gran parte de los pensamientos en la sociedad sean estimulados por la muerte. Es triste observar cómo se engaña a los pobres para ganar votos.
Es triste que por saturación no podamos entera ni cremar a nuestros muertos. Es francamente triste ver como nos quieren llenar de cómicos, payasos, actores y luchadores para que nos gobiernen luego de las elecciones. Es triste que en menos de un año se presenten dos accidentes graves en el Sistema de Transporte Colectivo Metro y ningún responsable.
Es triste que nada se sepa de las transas de la rifa del avión, ni de los gastos multimillonarios para el tren maya, que se nos niegue la información sobre el costo de las vacunas contra el coronavirus, que se inunden zonas pobres en Tabasco para salvar el proyecto de Dos Bocas.
Es triste saber que mientras los niños mueren de cáncer el dinero, nuestro dinero se va al béisbol. Igualmente triste que para argumentar que se combate a la corrupción se exprima a la economía, se estanque y los más afectados sean los miles Y miles que han quedado desempleados.
Es triste escuchar mensajes en los medios señalando que Morena da ejemplo porque el presidente ya no vive en Los Pinos cuando el mandatario goza de mayores lujos en Palacio Nacional. Triste que la esposa del presidente señale que no ayuda a los enfermos porque no es médico y su amiga Tatiana Clouthier festeje en redes sociales que esta feliz porque no está contagiada de COVID con animaciones estúpidas de una niña celebrando.
En verdad es muy triste tratar de educar a nuestros hijos sin planes, proyectos y reformas pero al frente de la dependencia sea colocada una mujer sólo por tres circunstancias, ser amiga de amlo, haber pedido las elecciones en el Estado de México y ser maestra en los niveles más elementales. Pero lo más triste es que no hay rectificaciones de decisiones pero si ratificaciones de servidores públicos ineficientes.
Es triste corroborar que somos el tercer país con más muertes por coronavirus en el planeta cuando todo esto se puede prevenir pero se dio importancia a los chistoretes y pifias presidenciales.
Es triste ver las calles de mi ciudad llena de mendigos nacionales y extranjeros. Triste que todos los días andemos buscando a mujeres desaparecidas pero el Ejecutivo permita que se postule a gobernador a un acusado de abusos sexuales. México no era así y lo hemos permitido, lo hemos avalado y hay aún quien defienda a los equivocados con poder. Nada bueno les estamos dando y dejando a las nuevas generaciones.
No sabemos enfrentar problemas sólo acusar a otros. Estamos equivocados, muy equivocados pero no lo aceptamos, ni el gobierno, ni nosotros y eso es triste. ¿Alguien me podría decir si hay motivos para estar contentos? Y que conste que es pregunta.
Conductor del programa Va En Serio mexiquense tv