¿Con el “Plan de Guadalupe” nació la Doctrina de la Seguridad Nacional?

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Vaya pregunta. Antes; acá en las entrañas del think tank siempre hemos tenido presente que buena parte de los aparatos que el Estado (y por ende … el Gobierno) genera para hacerse de INFORMACIÓN trabaja para fortalecer el PODER del GRUPO en el…PODER, dejando en segundo término lo que mandata la Constitución.

En el caso de México los Sistemas de seguridad nacional han cargado los resultados de sus productos a los intereses de los entes políticos de la cúpula. Ejemplo claro está en la creación y desarrollo de las Direcciones de la “Federal de Seguridad” e “Información Política y Social” dependientes, al menos en el papel, de la Secretaria de Gobernación. Sea pues.

En el patrullaje anterior buscamos definir la evolución del concepto de seguridad nacional en este nuestro país azteca, y más, también chachamos (je) para provocar que los entes pensantes que cohabitan dentro del Taller de Ideas suban a la “columna de la elocuencia” y, desde esas alturas nos irradien su opinión, hoy lo logramos.

Nos dice, desde la cabecera de la mesa Paul von Hindenburg. (Gral//GO)

-En nuestro país, la seguridad nacional ya existía, mucho antes de que se formalizara el concepto de la Seguridad Nacional. Aunque no necesariamente con la visión académica, formal y hasta política que hoy arropan tan estratégico criterio- el carraspeo de los bolígrafos contra las tabulas razas comenzó.

-Que? Cómo que porqué lo digo?

Tranquilos, solo es cuestión de que “regresen un poco el casete”. Verán, en el constituyente de 1917 se consignaron ya, como objetivos nacionales, el garantizar la Independencia, y esto significa que no somos colonia o protectorado de ningún Estado; Soberanía, que deja en claro el derecho inalienable de este país, para decidir por sí mismo su modo de gobierno y relaciones en él concierto internacional; y la integridad territorial, que indica el límite de nuestros derechos, pero igual, del espacio terrestre, marítimo y aéreo en el que podemos ejercer libremente nuestra independencia y soberanía- sonrisas de comodidad intelectual iluminaron la mesa blanca; Carlos, perdón, Paul siguió.

-Es evidente la fuerte imbricación de  estos Objetivos, desprendidos directamente de las aspiraciones ciudadanas por vivir en armonía, sin amenazas exógenas ni golpes o revueltas endógenas… -paneó sobre su campo visual, y siguió.

-Si, lo infieren correctamente. Eran las experiencias recién vividas en una Revolución surgida de las entrañas del Estado Mexicano, para dejar de ser abusados por los oligarcas de la época.

Igualmente, en rechazo a las múltiples intervenciones extranjeras en territorio nacional.

Ahí nacen los conceptos de Defensa Nacional, Seguridad Interior y Seguridad Publica, que, a la postre, sumarían el desarrollo sustentable para constituir las columnas que sostienen la condición deseada  de Seguridad Nacional.

Los pioneros nacionales en este campo fueron, Sergio Aguayo Quezada con su obra “En busca de la seguridad perdida” y Luis Herrera Lazo, entre otros. Mientras que en el ámbito militar nacional destacaban los esfuerzos del General Gerardo Clemente Ricardo Vega García, por recopilar, organizar y enriquecer el ya para entonces internacional concepto, con su obra: La Seguridad Nacional, concepto, organización y método.

Fue el Colegio de Defensa Nacional, creado a finales de los 70’s el que formó en nuestro país la primera maestría en Seguridad Nacional.

Es necesario mencionar, – dice Hindenburg -sin embargo, que el concepto en comento, no solo es diverso, pero incluso contrapuesto, entre los Estados Nacionales reconocidos ante la O.N.U., lo cual puede generar, y de hecho sucede en este preciso momento, conflictos o diferendo entre México y los Estados Unidos de América- y si, caras de “ahchingá” se dibujaron en más de uno.

-Tan solo observen como el vecino del norte discute hoy mismo, en su congreso, la posibilidad de emplear su poder nacional en nuestro territorio, para combatir el flagelo del narcotrafico. Lo cual, evidentemente, afecta la Seguridad Nacional de México- nos ve y pregunta. -O, no lo creen ustedes así?- tras nuestro asentamiento Paul sigue.

-Por ello es que me he permitido insistir en la necesidad de armonizar dicho concepto, ante la imposibilidad de homogeneizarlo, toda vez que cada Estado tiene sus propios objetivos nacionales.

Los desarrollados, hegemónicos o preponderantes, pretenden expandir su dominio, con base en su poder nacional- el General se veía cómodo durante su discurso, nos contagió y siguió.

-En tanto que los subdesarrollados, emergentes o tercermundistas, pretenden alcanzar una convivencia sin amenazas y un desarrollo sustentable en armonía con su entorno geopolítico.

Es mucho lo qué hay que decir al respecto. Demasiado para tan poco espacio. Por ello, dejare hasta aquí mi comentario, esperando contagiar su curiosidad para incursionar en tan apasionante tema- levanta sus notas, quita la punta de su bolígrafo con un click, guarda ese en la bolsa de su camisa y dice.

-Espero no haberlos confundido- se pone el canto de su mano derecha contra la garganta y, antes de simular el ritual del degüello dice -!Es cuanto! El General y Doctor se retira por su flanco más inmediato.

Último patrullaje.- Cuando el Gobernador de Coahuila se situó en la Hacienda de Guadalupe y trazó el Plan al que le dio el nombre de ese lugar, además de sustantivar ese generó la doctrina del naciente Ejército Mexicano. No sería una Fuerza Armada para invadir o conquistar otras tierras, Venustiano Carranza formó un Ejército para regresar La paz social al país… ah claro, y expulsar al usurpador Huerta.

Balazo al aire.- y esto solo es el principio.

Greguería.- a Francisco Casas, cabo de artillería…o de caballería?

Oximoron.- salto inmóvil.

Haiku.- y toco tu distancia,

eres el viento,

y, me guardo el ansia.