La era de la ebullición global

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El secretario general de la ONU lleva tiempo lanzando discursos casi apocalípticos al respecto del cambio climático intentando meter en razón a líderes mundiales, políticos, empresarios y también a influencers.

António Guterres ha calificado de “aterrador” al cambio climático mientras advierte que los estragos actuales “son solo el comienzo” de lo que está por venir encima porque “ya está fuera de control”.

La ONU afirma que la era del calentamiento global ha terminado dando paso a  “la era de la ebullición global” que tendrá picos extremos creando fenómenos que afectarán a todos los organismos vivientes.

Con el clima extremo convirtiéndose en la nueva normalidad, Guterres pidió un aumento global en la inversión de adaptación para salvar a millones de  seres vivos de los impactos del cambio climático, particularmente en los países en desarrollo. Y es que sufren los seres humanos pero también los animales y las plantas.

Igual de preocupante es el hecho de que las temperaturas de los océanos  están en sus niveles más altos jamás registrados, así lo reflejan las mediciones desde el mes de abril y llegan a empeorar durante el verano.

Chris Hewitt, director de Servicios Climáticos de la Organización Meteorológica Mundial,  señaló que, de 2015 a 2022, se experimentaron los ocho años más cálidos  sobre de la base de un conjunto de datos de 173 años.

Esto fue a pesar del hecho de que el fenómeno de enfriamiento de  La Niña prevaleció hacia el final de ese período en la región del Pacífico, lo que frenó ligeramente las temperaturas medias mundiales.

“Pero ahora La Niña ha terminado y  ha sido  reemplazada por el efecto de El Niño que calienta el mar, las aguas han comenzado a calentarse en el Pacífico tropical, lo que trae la probabilidad casi segura de que uno de los próximos cinco años sea el más cálido registrado nunca jamás”, en declaraciones de Hewitt.

 

A COLACIÓN

También es más probable que las temperaturas medias globales superen temporalmente el umbral de 1.5 grados centígrados, por encima de los niveles preindustriales durante al menos en uno de los  próximos cinco años.

Y mientras las aguas del Mediterráneo llegaron en promedio a los 25 grados centígrados en julio pasado, los caudales de los ríos otrora más señoriales y acaudalados de Europa están secándose.

Desde el Loira, hasta el Danubio, los ríos secos ponen en peligro el comercio, el transporte, la energía y la fauna silvestre de Europa; los principales ríos de Europa se están reduciendo bajo la sequía más severa provocada por el clima en décadas.

La situación de Alemania es altamente crítica: el Rin está secándose rápidamente lo que podría llevar a su inviabilidad para la navegación marítima fluvial en menos de dos años; por sus aguas navegan barcos que transportan suministros de petróleo, carbón y de gas.

Además, este verano, nuevamente se han dejado ver las llamadas “piedras del hambre” que afloran a la vista ante la bajada del río Elba en Decin, en la República Checa.

En Francia, no ha podido usarse buena parte del agua de los ríos Ródano y Garona para enfriar a sus centrales eléctricas porque la temperatura del agua era superior a los 27 grados centígrados.

A su vez, en Italia, el Po que es el río más largo está luchando por mantener su anchura durante la peor sequía de la región  en setenta años;  el agua ya ha desaparecido por completo de algunos afluentes, por ejemplo, en Turín.

Mientras sigan subiendo las temperaturas las consecuencias serán muy negativas no es solo la sequía, la desertificación, los incendios, el alza en la mortandad de los seres vivos también habrá un  impacto económico  incalculable. El planeta se asfixia…

@claudialunapale