Pablo y Fito

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El asesinato del candidato presidencial en Ecuador, Fernando Villavicencio, es grave no un evento coyuntural y simple. Luis Carlos Galán (Colombia, agosto 1989), Luis Donaldo Colosio (Tijuana 1993), Fernando Villavicencio (Ecuador, 2023) a los tres les significaban varias coincidencias, eran candidatos presidenciales, murieron a tiros y lo trascendental: estaban dispuestos a combatir al crimen organizado.

A decir de los hechos, con Colosio se trató de un inadaptado solitario pero los otros dos eventos están estrechamente vinculados con el crimen y narcotráfico.

Pablo Escobar Gaviria ordenó fusilar a Galán en un acto público y Villavicencio advirtió sobre las amenazas del Cártel mexicano de Sinaloa a través de “Fito”, su alias.

Aunque AMLO se lave las manos, solo exprese sus condolencias y señaló que no hay que acusar a la ligera podemos presuponer la fuerza que ha tomado ese cártel y lo que podría hacer en México más allá del tiradero de cadáveres cotidianos.

Me refiero al ejercicio real del poder quitando o imponiendo a sujetos endebles y timoratos que les permitan ejercer su dominio a razón de entender que la única sanción es las nalgadas de los abuelitos.

México debería ofrecer todo el respaldo y apoyo al pueblo ecuatoriano y disponer una investigación de carácter internacional para confirmar las aseveraciones del excandidato hoy fallecido.

Ya suman varias voces inquietas que pronostican un ambiente tenso y radicalizado en nuestro país como para ser terreno fértil para un atentado y en el extremo un magnicidio.

Pero esto también el gobierno lo toma como “politiquería”. Incluso personajes varios hacen responsable al gobierno federal ante y quieren agresión física a los contendientes y a sus familias.

Y no perdemos de vista la negligencia en la investigación del atentado contra Ciro Gómez Leyva aun cuando este jueves AMLO volvió a arremeter contra el periodista por un asunto de encuestas, ahí si el presidente tiene datos, para atacar, pero ningún argumento sólido para garantizar la vida de Ciro y resolver su ataque. Y nada de los dos “culiacanazos” y nada de información sobre Ovidio y su cómoda aprehensión.

El foco es atacar a Calderón a través de García Luna, el propósito es distraer, engañar, manipular. Nada de la negociación para liberar a los secuestrados en Chiapas ni a los otros en Chilpancingo, la verborrea del Ejecutivo y sus malos imitadores, Sheinbaum y Evelyn Salgado, es que “no somos iguales”. Alguien siquiera sabe si avanzó la indagatoria sobre el encuentro de la alcaldesa morenista en Guerrero con el supuesto grupo de “los ardillos”.

Evelyn, la gobernadora que todo justifica por las malas administraciones pasadas ya llamó a cuentas a Ángel Aguirre Rivero? ¿Por qué no gira lamiesen para ingresar a la rural Isidro Burgos? Y Morelos y Veracruz y Tamaulipas y Chiapas y Sinaloa y Michoacán y Jalisco y… también ti nena su historia de impunidad y protección a los crimínales.

Fernando Villavicencio fue capaz de enfrentar a quienes lo habían amenazado no como los cobardes sumisos en México qué hay muchos y que negocian cargos públicos a razón de garantizar su nómina.

¿O que no saben de las indagatorias y archivos en Estados Unidos que demuestran el flujo de billetes del crimen organizado a las campañas de Morena y mencionan específicamente a Mario Delgado? Porque hasta este momento no lo han desmentido.

¿O ya no se acuerdan de qué manera un vehículo con periodistas fue detenido después de la comitiva presidencial a unos 30 minutos del rancho La Tuna donde vive la señora María Consuelo Loera, madre de Joaquín Guzmán?

A respuesta de los señalamientos públicos al llamado “triángulo dorado” AMLO solo contestó: “triángulo de gente buena y trabajadora “. No nos sorprende entonces que México ande ofreciendo asilo a personajes perseguidos por la justicia internacional. Aquí les llaman “hermanos”, allá afuera: corruptos y tiranos.

Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio.

@cramospadilla