Empresarios y presidenciables, “amor con amor se paga”

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Las personas aspirantes a la Presidencia de la República tanto de la “Cuarta Transformación” como de la oposición tienen en su agenda reunirse con los empresarios de las distintas cámaras, incluidas las de industriales y comerciantes. Y viceversa. En hora buena.

Ya saben, se reunirán primero en calidad de contendientes en el respectivo proceso político anticipado en búsqueda de la Coordinación para la Defensa de la Transformación (Morena-PT-PVEM) y del cargo de Responsable Nacional para la Construcción del Frente Amplio por México (PAN-PRI-PRD).

En hora buena. Porque los empresarios forman parte del sector productivo, en consecuencia representan uno de los principales motores para el desarrollo del país, así como una importante fuente de contribuciones para el gasto público. Entonces el gobierno no debe marginarlos, ni ellos pueden mantenerse al margen.

Es mejor que se vayan entendiendo y trazando acuerdos para caminar de la mano con el próximo Gobierno Federal, gane quien gane la Presidencia de la República. Bueno, sería más fácil con alguien que se ponga en los zapatos de los empresarios en cuanto a las necesidades del sector, en el entendido de una reciprocidad con la autoridad.

Para eso se reúnen con las y los aspirantes presidenciales, para plantear necesidades y escuchar propuestas de solución, o al menos para tener claridad sobre qué candidateable entiende mejor los requerimientos de la clase empresarial y hasta dónde llega su disposición de garantizarles condiciones mínimas para invertir y trabajar.

Propuestas de solución en la medida de lo posible para evitar infringir los lineamientos emitidos por el Instituto Nacional Electoral (INE); por cierto, omitidos por varios de las personas aspirantes en el calor de los procesos políticos en marcha.

Y en función de esa claridad, decidir a quién respaldar rumbo a la elección a la Presidencia de la República. En lo que se pueda en el proceso político (participando en las consultas o encuestas, por ejemplo) y de manera más contundente una vez que haya candidaturas formales.

Es como dice AMLO: “Amor con amor se paga”. 

Precisamente la búsqueda del respaldo de la clase empresarial sería el propósito de las y los presidenciables al reunirse con las distintas cámaras del sector.

INTERÉS POR LA FORMA DE PENSAR DE CLAUDIA

Según consignaron medios de comunicación, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes, dijo que los empresarios mostraron mucho interés sobre la forma de pensar de Claudia Sheinbaum en la reunión con ella del lunes pasado.

Seguramente porque se perfila como la candidata presidencial de Morena-PT-PVEM porque su nombre ha trascendido como favorita de AMLO y porque ha punteado en diversas encuestas durante el proceso político para la Coordinación Nacional para la Defensa de la Transformación, a menos de que el desenlace de éste favorezca a su más cercano competidor interno, Marcelo Ebrard, con quien también prevén reunirse.

Parece que los empresarios salieron contentos, optimistas, de la reunión con Claudia porque a pesar de haberse plegado al discurso del presidente López Obrador, se mostró receptiva y un abierta a favor de las energías limpias en el país.

¿Será que vaya en serio la promesa de ‘continuidad con sello propio’?

LA REUNIÓN CON XÓCHITL Y CON BEATRIZ 

Los empresarios informaron que la próxima semana se van a reunir con las dos aspirantes del Frente Amplio por México, primero con Beatriz Paredes y luego con Xóchitl Gálvez.

Encuentros que pintan más afable, con más entendimiento por parte de ambas aspirantes hacia el sector empresarial en principio por línea política. El PRI y el PAN casi siempre han favorecido al sector productivo del país, aunque cayeron en excesos, lo cual ha sido bandera de la “Cuarta Transformación” de AMLO para desdeñar a la clase empresarial.

Debe de ser como dice la sabia filosofía popular: “Ni tan, tan; ni muy, muy”. O sea: Equilibrio en el respaldo e impulso al sector completo, no a dos o tres.

Beatriz trae en la vena la doctrina política y la experiencia sobre la importancia de la simbiosis gobierno-empresarios para el desarrollo del país. Y Xóchitl es miembro del sector, se formó y creció en éste, lo conoce y lo entiende.

Quizá esté claro por dónde puede ir el sector empresarial rumbo a las elecciones presidenciales del próximo año.

Sin embargo, habrá que esperar. Porque todavía no hay candidaturas formales, solamente aspirantes. Los procesos políticos tampoco arrojarán candidaturas, sino cargos políticos. Las candidaturas serán aquellas cuyo registro avale el INE en el momento procesal oportuno. Y a veces ocurre que “del plato a la boca se cae la sopa”.

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