Finalmente, se dio el resultado que todos esperábamos, fue Claudia. En el proceso interno de Morena y aliados ella salió en las encuestas (“haiga sido como haiga sido”) como la preferida. Hubo rudeza innecesaria hacia el equipo de Marcelo Ebrard al no dejarlos presenciar el conteo que hubo en este extraño ejercicio encuestador que pretendió lo más posible aparentar un ejercicio democrático.
Ahora la gran incógnita es ¿Qué hará Marcelo? Presento a continuación varios escenarios hipotéticos:
- Marcelo, el presidente y Claudia se ponen de acuerdo para que Marcelo haga su gran faramalla, actuando como si le hubieran hecho una gran trampa para provocar un divorcio de Morena y su movimiento.
Este escenario sería el más maquiavélico pero inteligente, para que Marcelo, puesto de acuerdo de antemano con Dante Delgado, en conjunción con el presidente y Claudia, se adhiera a las filas de Movimiento Ciudadano para que lo postule, eventualmente, como su candidato a la presidencia de la República y divida (no se qué tanto) a la oposición, para llevar a Claudia hacia el triunfo electoral, para luego hacer una alianza de gobierno con la gente de MC y Morena, para darle a Ebrard la Secretaría de Gobernación u otro puesto clave en el gabinete.
- Marcelo se queda en Morena.
En este escenario, Claudia y el Presidente se reconcilian con Marcelo ofreciéndole la coordinación de la campaña de Claudia, para fortalecer su alianza y llevar a Claudia a la presidencia de la República, para luego quedar Ebrard en un puesto clave en el gabinete o como coordinador del Senado.
- Ebrard atiende el llamado de Xóchitl a unirse a su campaña, le asignan la tarea de atraer a los resentidos con Morena y los arrepentidos de haber votado por López.
Muchos consideran como ampliamente improbable este escenario, pero prácticamente garantizaría un triunfo de Xóchitl, dándole a Marcelo la oportunidad de quedar en un puesto clave en el gabinete con miras al 2030 de ser el preferido para la presidencia de la República, y, sobre todo, deslindarse de las políticas del López, que parece ser que nunca le han gustado. La ventaja de este escenario sobre el escenario 1. es que en este supuesto la aleatoriedad del resultado es menor.
- El mismo escenario 1., pero sin haberse puesto de acuerdo con Claudia y el presidente, sino como resultado de una auténtica ruptura con Morena y alianza con Movimiento Ciudadano.
En este supuesto, podría haber como resultado una elección a tercios si Marcelo lograre enamorar a una buena parte de la clase media (quizás deslindarse de la parte izquierdosa de Xóchitl que causa ámpulas a la extrema derecha), y alguna parte inconforme con Claudia y el presidente. El resultado de ello sería imprevisto.
Conclusiones:
- No cabe duda de que el factor Ebrard jugará un papel importante en la ecuación política venidera.
- Cabe siempre la posibilidad que en la oposición a Morena eventualmente se pueda generar una dinámica de voto útil, y MC se pueda unir a el Frente Amplio por México, en la eventualidad de que Marcelo durante la campaña no suba lo suficiente en las encuestas para ganar.
- El escenario 2 sería el más conservador y la contienda electoral quedaría reducida a dos grandes bloques.
- En todos los escenarios, la oposición tendrá que superar lo que mal se le llama “elección de Estado”, yo más bien la denomino como “elección de gobierno” que es el que intervine.
- Pero, sobre todo, la oposición tendrá que superar, en caso de ganar la elección, con la renuencia de López de reconocer una derrota y detonar una crisis. Esta sí de Estado, en donde se pondrían a prueba a las instituciones del gobierno y, sobre todo, la actuación del ejército.
- Sobre el rol del crimen organizado no quiero ni especular, su actuación nos podría llevar al caos civil en el caso de que se le de carta blanca para actuar.