Morena, ¿perderá la mayoría en la Cámara de Diputados?

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En 2018 Morena arrasó no solamente en las elecciones federales, sino también en las locales; el país se tiñó de guinda: Ganó la Presidencia de la República, la mayoría de curules y escaños en el Congreso de la Unión, cinco gubernaturas, casi todos los Congresos Locales y los municipios más importantes del país (sobre todo capitales).

¡Con apenas cuatro años de haber obtenido el registro como partido político nacional!

Para 2021 ¿repetirá la hazaña?

Hay diferencias entre 2018 y 2021. Hace tres años las elecciones concurrentes fueron determinadas por la elección madre: La presidencial; este año los comicios son intermedios, aunque en 15 entidades federativas se renovará la gubernatura.

Hace tres años, Morena sí representaba cierta esperanza para México después de venir de gobiernos priistas y panistas; hoy es gobierno y la ciudadanía ha vivido en carne propia los aciertos y los errores de sus representantes populares y gobernantes (federal, locales y municipales).

A tres años de distancia, ya no existe esa fiebre por el voto masivo y uniforme por Morena y sus aliados; por cierto, éstos ahora no son los mismos de antes, ni legales ni fácticos. El Verde se le unió, el PES perdió el registro pero lo recuperó con una incierta base electoral, y cuenta con Fuerza México aunque no puedan ir juntos electoralmente.

No obstante, el apoyo más importantes de Morena quien sabe cómo se encuentra: La base social; se sabrá hasta la próxima jornada electoral. Si recuerdan, Andrés Manuel López Obrador decía que sus mejores aliados eran las organizaciones sociales, muchas de las cuales, por cierto, han sido ignoradas tras el triunfo de 2018.

Por otra parte, para llegar a la Presidencia de México AMLO y Morena contaron con el respaldo de buena parte de la clase empresarial, la que nunca había estado a favor de la izquierda por eso a López Obrador le costó 12 años llegar al poder. Y una vez en éste, el sector productivo ha padecido su desdén.

2021 no es lo mismo que 2018.

Lógicamente las circunstancias han cambiando favoreciendo muy poco el proyecto López obradoristas y afectando la oferta de Morena, que sigue estancado en el discurso de hace tres años, sobre todo anti-corrupción, cuando hay morenistas que no han cantado mal las rancheras.

Y la epidemia Covid-19 si bien le ayuda al proselitismo, ha impactado negativamente en la imagen de Morena y sus gobiernos.

En fin, según parece el avance electoral morenista en 2021 no será arrasador. Se percibe en el ambiente, pero también es reflejo de encuestas y de estudios de especialistas como

el director de Buendía & Laredo, Jorge Buendía; el presidente de Consulta-Mitofsky, Roy Campos, y el director en encuestas y estudios de opinión de El Financiero, Alejandro Moreno, quienes coincidieron en que el partido en el gobierno podría avanzar en el ámbito local, pero no en el federal.

Coincidieron en que en las elecciones intermedias del seis de junio, Morena y los aliados de AMLO si bien ganarían entre siete y nueve de las 15 gubernaturas en juego, perderían no sólo la mayoría calificada, sino, incluso, la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.

Tras las elecciones de 2018, y según informó el Secretario General de la Cámara de Diputados, Mauricio Farah Gebara, la bancada de Morena para la LXIV Legislatura quedó integrada por 247 diputados, seguida por PAN con 80, PRI con 47, PES con 31, PT con 29, MC con 28, PRD con 20, PVEM con 16 y dos sin partido.

Y no fue exactamente conforme al resultado electoral, ya ven que varios diputados que ganaron bajo las siglas del PT o del PES se pasaron a la bancada de Morena. Muchos en realidad eran propuestas morenistas que compitieron camuflageados de petistas o pesistas; una estrategia para rebasar sin problemas límites de sobre representación.

Ahora, ¿cuántos ganará?

Es incierto. Lo que sí, el boom de hace tres años no se repetirá.

OPOSICIÓN CONFIADA

Ante la mala racha morenista, los partidos de oposición (sobre todo PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano) se están confiando tanto que hasta han impulsado candidaturas poco rentables en los distritos electorales. Y para las curules plurinominales continuaron con la práctica de cuates, cuotas y familiares, con sus excepciones.

No han oído el resultado de encuestas que recomendaron postular liderazgos regionales.

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