Cuando Salomón Jara Cruz asumió como gobernador de Oaxaca ofreció combatir la corrupción y la impunidad. Más allá del discurso (propio de la “4-T”), la ciudadanía quiere resultados, empezando por el ajuste de cuentas a funcionarios de la administración anterior y siguiendo con la revisión puntual del desempeño de su propio gabinete.
Y ya cayó el primer ‘pez gordo’: Javier Lazcano Vargas, Secretario de las Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra) en el gobierno estatal de Alejandro Murat Hinojosa.
Lo tenía que pescar. Porque este uno de diciembre Jara Cruz cumple un año como gobernador de la entidad oaxaqueña, el primero de Morena, y la ciudadanía, así como la opinión pública local y nacional, ya empezaban a dudar del cumplimiento del compromiso del mandatario respecto de funcionarios de primer nivel de su antecesor.
En el curso del año, se dieron otras detenciones. Pero como han dicho ciudadanos en redes sociales, han sido “puros charales”. Entre éstos, la captura más significativa fue la de Jorge Zárate Medina, ex director del Instituto Catastral por el delito de ejercicio ilícito del servicio público cometido en perjuicio de la Administración Pública del Estado de Oaxaca; ex servidor público vinculado al llamado “Cártel del Despojo”.
Amén de la complejidad y tiempo que lleva una investigación (no es fácil), la duda cabía porque la rendición de Alejandro Murat ante el presidente Andrés Manuel López Obrador parecía una señal que ponía al gobernador Salomón Jara contra la pared, como ‘atado de manos’ para proceder en contra de funcionarios de un gobierno que le dejó la administración pública hecha un desastre, según ha declarado el propio mandatario.
Y aunque no lo haya dicho, el desastre ha sido evidente al menos en cinco áreas: Registro público de la propiedad, registro civil y notarías (todas relacionadas con el “Cártel del Despojo”); transporte, y obras públicas.
La derrota lisa y llana del PRI en Oaxaca parecía la señal más clara para asegurar impunidad a Alejandro Murat y miembros de su gabinete; señal fortalecida recientemente con la renuncia de éste a las filas priistas y el rumor de su probable incorporación a Morena.
Pero parece que no habrá impunidad para los ex colaboradores de la administración oaxaqueña anterior, a menos de que al final del proceso penal resulte la absolución.
En fin. La tarde-noche de este martes 28 de noviembre, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, con la colaboración de su homóloga de la Ciudad de México, ejecutó una orden de aprehensión en contra de Javier Lazcano Vargas, ex titular de Sinfra, por el delito de “Uso ilícito de atribuciones y facultades”, en perjuicio patrimonial del gobierno oaxaqueño.
Porque, conforme a las investigaciones efectuadas por la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción local, se realizaron pagos indebidos por un monto superior a los 50 millones de pesos para la realización de una obra localizada en la zona de Símbolos Patrios, en la capital oaxaqueña.
Esa obra, por cierto, consistente en una ampliación y modernización, fue modificada en su planeación original, según por la presión de ambientalistas para no afectar el arbolado de la zona con la construcción de un puente elevado (que ya no se hizo). Fue inaugurada en los últimos días del sexenio, pero da la imagen de inconclusa.
Otras obras en entredicho son el Centro de Convenciones de Huatulco, el Centro Cultural Álvaro Carrillo y el Circuito Interior en la capital oaxaqueña. Todas fueron inauguradas al final de la administración. Esta última presentó hundimientos casi inmediatos que, por cierto, aún no termina de reparar la actual administración, quien sabe si por dificultades en la obra o en el presupuesto, o por dilación de la dependencia en el ramo de obra pública.
Javier Lazcano Vargas es uno los colaboradores de Alejandro Murat que llegaron con él a Oaxaca y se fueron con él; provenientes de la Ciudad de México o del Estado de México, entidad natal del ex gobernador.
Para buscar la gubernatura de Oaxaca, Alejandro Murat renunció a la dirección general del Infonavit, donde Lazcano fue Gerente Senior Productos y Estrategias de Crédito.
Conforme al currículum de Lazcano, en el primer año de gobierno de Murat Hinojosa funge como Jefe de la Oficina de la Gubernatura, luego se va como Director General Centro SCT-Oaxaca. En el 2019 se incorpora nuevamente al gabinete como Coordinador General del Comité Estatal de Planeación para el Desarrollo de Oaxaca. Y en marzo del 2020 asume la titularidad de la Secretaría de las Infraestructuras.
Un cambio para cerrar el sexenio; un cambio clave tal vez.
¿Y EL EX GOBERNADOR?
Las y los funcionarios de cualquier gabinete estatal tienen un jefe, que es el gobernador, quien debe estar enterado de las acciones y omisiones de sus colaboradores.
Entonces, ¿tiene o no tiene responsabilidad Alejandro Murat en los casos Javier Lazcano, la red de funcionarios del “Cártel del Despojo”, los fiats otorgados irregularmente, etc.?
A los ojos del mundo, puede que sí. Pero es probable la existencia de normatividad que lo excluya de la responsabilidad.
BARBAS A REMOJAR
Dice un refrán “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”, cuyo significado es mantenerse pendiente de lo que sucede alrededor de la persona, porque le puede pasar lo mismo, entonces debe evitarlo.
Así que el gobernador Salomón Jara debe supervisar con lupa el desempeño de los colaboradores de su gabinete. Está a tiempo. No sea que su sucesor en la gubernatura sea de otro partido político o de un grupo distinto al suyo al interior de Morena.
***