14 de febrero 1831: Fusilamiento de Vicente Guerrero. Documentos

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Este día fue fusilado Vicente Guerrero, en la Villa de Cuilapam, Oaxaca.

En el Archivo General de la Nación tuve el privilegio de leer muchos documentos originales de y sobre nuestros héroes. También tuve la oportunidad de revisar documentos de la Biblioteca Nacional de México, entre ellos varias cartas intercambiadas de enero a septiembre de 1821 entre Guerrero e Iturbide.

La Sumaria averiguación contra el General Don Vicente Guerrero, y socios por el delito de conspiración contra el Supremo Gobierno (AGN) contiene las declaraciones rendidas, a bordo del bergantín “Colombo”, de Guerrero, de testigos y de los hombres que lo aprendieron en Acapulco, dirigidos por su dueño y capitán, el comerciante genovés Francisco Picaluga, quien lo engañó y traicionó, para luego entregarlo en Huatulco, en la playa que desde entonces se conoce como de “La Entrega”. También contiene cartas de Guerrero a Picaluga, a Juan Álvarez (insurgente suriano), a Carlos Moya (militar realista) y a otros para que secundaran su movimiento, así como otros documentos que fueron utilizados en su contra durante su proceso. Asimismo, documentos sobre su traslado, custodiado por el capitán Miguel González, desde Huatulco a la Ciudad de Oaxaca, sobre los cargos que le hicieron y sus últimas palabras a González, además del proceso entablado en contra de sus compañeros por el delito de sedición. Cierra el expediente el dictamen emitido por el Gran Jurado que tomó a su cargo la averiguación sobre la responsabilidad de la muerte de Vicente Guerrero, dado en la Ciudad de México el 24 de abril de 1833.

Un año después, el 12 de febrero de 1834, Valentín Gómez Farías, vicepresidente de México, suscribió el decreto para que el día 14 de febrero de cada año se conmemorara, con un solemne aniversario cívico, a Vicente Guerrero (AGN). En ese entonces, se reconoció que Guerrero tuvo la idea de consumar la independencia de México y de darnos paz y felicidad.

Entre el 10 de enero y el 4 de febrero de 1821, Guerrero e Iturbide intercambiaron cartas confidenciales (BNM). Seguramente Iturbide tenía mucho cuidado en que no cayeran en manos de sus colegas realistas.

El 17 de enero de 1821, se dio orden a Iturbide para que atacara al “cabecilla” insurgente Vicente Guerrero “por la espalda”, es decir, de Oriente a Poniente, esto es, desde el Río de Las Balsas y Xaliaca (Jaleaca) hacia Chilpancingo. Ya conocían la forma de operar de Guerrero, quien siempre hacía retiradas hacia las sierras (AGN). Pero, para el 17 de enero, desde 1820, Guerrero e Iturbide ya habían entablado correspondencia.

Entre el 5 y el 23 de febrero de 1821, Guerrero e Iturbide se dieron el “abrazo de Acatempan” (creo haber visto un documento donde nombran otro pueblo; según Ernesto Lemoine, Lorenzo de Zavala “consagra” este hecho), abrazo que Iturbide daría a Guerrero si aceptaba entrevistarse con él, propuesta que le hizo vía carta fechada en Tepecuacuilco el 4 de febrero (BNM), pues, para lograr la independencia, propuso a Guerrero que juntos acordaran “un plan bien sistemado” (sic), plan que redactaron juntos y que tiene por fecha el 24 de febrero del mismo año, el Plan de Iguala, cuyo original no contiene nombres; algunas copias originales están firmadas por Iturbide. Ambos dieron a conocer el Plan a sus grupos y partidarios.

En la carta del 4 de febrero de 1821, Iturbide da trato de amigo a Guerrero y afirma: “Cuando hablemos V. y yo, se asegurará de mis verdaderos sentimientos”. Iturbide pide a Guerrero que se acerque a Chilpancingo, a donde él se dirigiría, para encontrarse, pues más harían “sin duda en media hora de conferencia, que [en] muchas cartas”. Quizás Iturbide, quien se encontraba en Teloloapan, no descartaba la posibilidad atacarlo.

Algunos autores afirman que Guerrero e Iturbide sólo se reunieron hasta el 14 de marzo de 1821, en Teloloapan (hoy, por carretera, Teloloapan-Acatempan: aproximadamente 7 km; Teloloapam-Iguala: 63.4 km) y que sus opiniones para redactar el Plan de Iguala ambos las conocieron por sus respectivos representantes y por cartas. Prefiero pensar que sí se encontraron, quizá varias veces, porque los dos estaban en las tierras de Guerrero, y porque, lo más probable, por seguridad, Guerrero no se acercó a Chilpancingo.

Considerando que iban a caballo, las distancias entre ambos no les tomaban mucho tiempo.

Si Iturbide llegó a Chilpancingo y de ahí se dirigió a Xaliaca, a 60 km, y de Xaliaca al Balsas (a unos 120 km, dependiendo de por dónde cruzaron), tuvo que pasar Filo de Caballos; si cruzó el río Balsas, de ahí pudo llegar a Acatempam (a unos 85 km del río). Este posible trayecto parece que no se siguió; además, iría en contra de la táctica de atacar a Guerrero “por la espalda”, a menos que Iturbide sí hubiera llegado a Chilpancingo, o cerca, y lo haya recorrido decidido a no atacar. Por la ruta actual, pavimentada, sin pasar por Filo de Caballos, la distancia entre Chilpancingo y Acatempan es de 175 km.

1817 Nombramiento de Mariscal de Campo a Vicente Guerrero.

Es seguro que Iturbide andaba en la zona del “abrazo” desde poco después de haber enviado la carta del 4 de febrero desde Tepecuacuilco (Tepecoacuilco), población que se encuentra a 16 km de Iguala y a poco más de 82 km de Acatempam. Teloloapam- Tepecuacuilco: 80 km.

Aunque se atribuye la redacción del Plan de Iguala a Iturbide, es difícil pensar que Guerrero no haya contribuido de forma directa en su elaboración, pues el mismo Guerrero, con anterioridad, había hablado de un plan; pensar lo contrario iría en contra de las ideas y los ideales de Guerrero, que expresó también en carta a Iturbide, fechada en Rincón de Santo Domingo el 20 de enero de 1821 (BNM). Guerrero, pues, ya traía en la cabeza elaborar un plan para lograr la independencia de México, con la unión de los españoles y realistas, como se ve en carta del 17 de agosto de 1820.

Cabe señalar que Jaime del Arenal Fenochio ha podido consultar en archivo privado la colección “Vicente Guerrero Correspondencia”. Asimismo, conoció una carta entre Iturbide y Guerrero, expuesta en la “Galería Histórica del Municipio de Teloloapan”, dirigida por Iturbide, desde Teloloapan, a Guerrero, fechada el 26 noviembre 1820, que responde a la “atenta nota” que Guerrero le envió el 22 de noviembre, por la que le comunica que no está “dispuesto á deponer las armas y sí a continuar la campaña qe. inició el cura Hidalgo”, palabras de Iturbide, quien agrega: “Ojalá, qe. pasando otros días, uno ú otro quede convencido de la justa causa que nos conduce á batirnos en los campos de batalla. A vuelta de correo sabré lo qe. Ud. piensa sobre el particular”. (Arenal Fenochio, “La ¿segunda? carta de Iturbide a Guerrero”, Relaciones. Estudios de historia y sociedad, V. XXVIII, N. 110, El Colegio de Michoacán, A.C., Zamora, México, 2007.)

Desde el 17 de agosto de 1820, Guerrero, en carta que envió al coronel realista Carlos Moya, en el cuartel de Chilpancingo, le dice que, “Como considero a V.S. bien instruido en la revolución de los liberales de la Península (…), aquellos discípulos del gran Porlier, Quiroga, Arco-Agüero, Riego y sus compañeros (…), paso a manifestarle que éste es el tiempo más precioso para que los hijos de este suelo mexicano, así legítimos como adoptivos, tomen aquel modelo, para ser independientes no sólo del yugo de Fernando, sino aun del de los españoles constitucionales”; además, le propone ser el “Capitán General” de las tropas americanas, por lo que, si Moya “quisiera abrazar mi partido y trabajar por la libertad mexicana, no como subalterno mío, sino como mi jefe, sabría yo ponerle a su disposición cualesquiera número de tropa y armas para el efecto, advirtiéndole que las que tengo el honor de mandar son con alguna mediana disciplina y orden, y que saben estos soldados caminar treinta o cuarenta leguas diarias (…)” (144 y 192 km), pues “cuando se trata de la libertad de un suelo oprimido, es acción liberal en el que se decide a variar de sistema” (AGN). Pero Moya, por carta fechada en Chilpancingo el 19 de agosto de 1820, rechazó la invitación de Guerrero para unirse a la causa insurgente, “como buen español”; incluso exhorta a Guerrero a no derramar más sangre, a seguir el buen ejemplo de los héroes españoles como Quiroga, Riego, Baños, Arco y Agüero, a abandonar la lucha y deponer las armas (AGN). Como podemos ver, la carta enviada por Guerrero, desde algún lugar de la Sierra de Xaliaca, a Moya, en Chilpancingo, llegó en uno o dos días.

El plan de Guerrero se concretó con Iturbide, a quien Guerrero escribió luego de la negativa de Moya, cuando Iturbide ocupó el puesto de Armijo —jefe de Moya y a quien Guerrero también había escrito, antes que a Moya, proponiéndole encabezar una lucha común— como Comandante del Sur, desde noviembre de 1820, en el cuartel de Teloloapan. Así nació el Plan de Iguala.

Algunas líneas de Guerrero en la carta del 20 de enero de 1821 (BNM) muestran su carácter y dejan claro que un plan tendría que tomar en cuenta sus ideales y propuestas. Dice a Iturbide: “Concluyamos con que V. equivocadamente ha sido nuestro enemigo, y que no ha perdonado medios para asegurar nuestra esclavitud; pero que si entra en conferencia consigo mismo, conocerá que siendo americano ha obrado mal, que su deber le exige lo contrario, que su honor le encamina á empresas mas dignas de su reputacion militar, que la patria espera de V. mejor acogida, que su estado le ha puesto en las manos fuerzas capaces de salvarla, y que si nada de esto sucediere, Dios y los hombres castigarán su indolencia. (…) V. y todo hombre sensato, lejos de irritarse con mi rústico discurso, se gloriaran de mi resistencia; y sin faltar á la racionalidad, á la sensibilidad y á la justicia, no podrán redarguir á la solidez de mis argumentos, supuesto que no tienen otros principios que la salvacion de la patria, por quien V. se manifiesta interesado. Si esto inflama a V. ¿qué, pues, hace retardar el pronunciarse por la mas justa de las causas? Sepa V. distinguir, y no se confunda: defienda sus verdaderos derechos, y esto le labrará la corona más grande; entienda V. que yo no soy el que quiero dictar leyes, ni pretendo ser tirano de mis semejantes; decídase V. por los verdaderos intereses de la Nacion, y entónces tendrá la satisfaccion de verme militar á sus órdenes, y conocerá á un hombre desprendido de la ambicion e interes, que solo aspira a substraerse de la opresion, y no á elevarse sobre las ruinas de sus compatriotas. (…) Soy del sentir, que lo expuesto es bastante para que V. conozca mi resolucion, y la justicia en que me fundo, sin necesidad de mandar sujeto, ó discurrir sobre propuestas ningunas, porque nuestra única divisa es: libertad, independencia, ó muerte. Si este sistema fuese aceptado por V., confirmarémos nuestras relaciones, me explayaré algo mas, combinarémos planes, y protegeré de cuántos modos sea posible sus empresas, pero si no se separa del constitucional de España, no volveré á recibir contestacion suya, ni verá mas letra mía. (…) He satisfecho el contenido de la carta de V., porque así lo exige mi crianza, y le repito, que todo lo que no sea concerniente á la total independencia, lo demas lo disputarémos en el campo de batalla. (…)”.

Un Manifiesto del Ayuntamiento de la Ciudad de Zitácuaro del 8 de abril de 1821 (AGN) da a conocer a las tropas realistas, antes enemigas de los insurgentes, que, por el Plan de Iguala, Iturbide se había aliado a Guerrero, para dar voz a la independencia; que el proyecto es unir fuerzas y objetivos para terminar con la larga guerra civil que provocaba destrucción. Entre otros avisos, señala que tanto el Ayuntamiento como las autoridades eclesiásticas y políticas de Zitácuaro también abrasaron “el sistema de Independencia” para tener paz, sistema que establece la igualdad entre europeos y criollos.

Vicente Guerrero, ya como presidente de México, para celebrar el aniversario de la Independencia, el 15 de septiembre de 1829 expidió decreto por el que declaró abolida la esclavitud en la República porque ésta aún prevalecía, y por no haberse cumplido los decretos respectivos de Hidalgo y Morelos (AGN). El decreto fue publicado al día siguiente: “1°. Queda abolida la esclavitud en la República. 2°. Son por consiguiente libres los que hasta hoy se habían considerado como esclavos. 3°. Cuando las circunstancias del Erario lo permitan, se indemnizará a los propietarios de los esclavos, en los términos que dispusieren las leyes.”

México y el mundo viven la peste causada por el virus SARS-Cov2; millones han enfermado y muerto por Covid-19. El gobierno de México no ha comprado la vacuna norteamericana de Moderna, lo que es incomprensible, con lo cual nos arrebata independencia, paz y felicidad.

Es domingo 14 de febrero 2021: 190 aniversario del fusilamiento de Vicente Guerrero, ideólogo de la consumación de la Independencia de México, de un México que están dejando morir.