Las autoridades determinaron que para el uso honesto del celular habríamos que otorgar todos nuestros datos e información a una empresa presumiblemente venezolana. Una falsa de idea de atrapar a los delincuentes si van a la tiendita a adquirir un celular y presentar su INE, huellas dactilares e incluso la captura técnica de su Iris. Con esto se ahorrarían millones de horas en carpetas de investigación y seguimiento de la delincuencia organizada porque ellos solitos acompañados con su abuelita detallarían su nombre, donde viven y que uso le darán al aparato. Nada más ridículo. Pero ahora un juez federal otorgó la primera suspensión provisional contra el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (PANAUT), medida cautelar que tiene el efecto para que no se obligue a un usuario entregar sus datos personales y biométricos para registrar su línea telefónica y mucho menos se le cancele su registro. Juan Pablo Gómez Fierro, juez Segundo de Distrito en Materia Administrativa, Especializado en Competencia Económica, Radiodifusión y Telecomunicaciones, señaló que la entrega de datos “podría no ser idónea ni proporcional. Es la primera disposición en protección y atención al conductor consumidor/contribuyente/ciudadano. Esta torpe, en verdad torpe ocurrencia del gobierno levanta sospechas (incluso electoral) y la reacción es de boomerang ya que al entregar nuestros datos estamos expuestos a un mal manejo e incluso venga de datos a los criminales, cosa que no podemos permitir. La segunda noticia se refiere a que con la entrada en operación del rediseño del espacio aéreo, el Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo (Sinacta) advirtió que aumentó el serio riesgo de accidentes en los vuelos desde y hacia la Ciudad de México, pues las maniobras se han vuelto más complicadas. José Alfredo Covarrubias, secretario general del sindicato de controladores, determinó lo “malo” (así se expresó) del naciente rediseño del corredor aéreo en la zona centro del país. Informó que al inicio del rediseño ocurrió que dos aviones viajaban en direcciones encontradas, de frente a la misma altitud, con el riesgo de colisiona, por lo sorpresivo, los controladores no girar dar indicaciones a los comandantes de vuelo porque no tenían la información de coordenadas correctas.
Las aeronaves tuvieron que hacer una maniobra evasiva ante los avisos sistema de alerta en los aviones TCAS, que se activa ante el riesgo de colisión con otro avión. En las colonias del sur poniente de la CDMX los mismos vecinos han exhibido el exceso de decibeles al paso de las aeronaves sobre zonas densamente pobladas y muy cerca del Ajusco y los Dinamos. Aún así, el SENEAM se resiste a escuchar argumentos para corregir esta determinación y ha culpado el hecho de la posibilidad de accidentes aéreos que procurarían una tragedia en aéreas densamente poblados o en su caso sobre la zona hospitalaria de San Fernando, en Tlalpan. De hecho ahora los aviones sobrevuelan recuentos deportivos como el Azteca, el estadio Mexico 68 y de acuerdo a las condiciones metereológicas, el estadio azul y toreo. Esperamos que para estas dos situaciones, la telefonía celular y el nuevo diseño de las rutas aéreas los que si saben, los expertos, los doctos gestionen lo necesario con el poder judicial para tomar en cuenta los altísimos riesgos, peligros y atentados que podrían generarse.
Conductor del programa Va En Serio MexiquenseTV canal 34.2