Los partidos políticos de oposición a Morena se quejan de la integración del Comité Técnico de Evaluación que conformará las quintetas de aspirantes finalistas a las consejerías del Consejo General del INE (incluyendo la presidencia, que deben renovarse en breve); previo análisis de requisitos e idoneidad para ocupar el cargo.
Dicho Comité quedó integrado por las siguientes personas: María Esther Azuela Gómez, Sergio López Ayllón, Ernesto Isunza Vera, Araceli Mondragón González, Enrique Galván Ochoa, Evangelina Hernández Duarte y Andrés Norberto García Repper Favila
Siete en total como lo establece la Constitución Política, cuyo requisito de “reconocido prestigio” quedó a juicio de los tres entes autorizados para hacer las propuestas: Tres por la Junta de Coordinación Política (Jucopo), dos por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y dos por el Instituto de Transparencia.
Parece no haber problema en cuanto al procedimiento para conformar el Comité Técnico de Evaluación, sino en la afinidad ideológica de la mayoría de sus integrantes. O sea, es constitucional y legal la integración, pero discutible la tendencia de este órgano colegiado que es el primer filtro para el proceso de designación de las consejerías.
La tendencia ideológica es algo que no se puede prever en las normas. Bueno, tal vez se induce por el partido político en el poder presidencial y los partidos políticos con más legisladores en el Congreso de la Unión al momento de realizar la reforma electoral mediante la cual se estableció el procedimiento vigente.
Fue la reforma que entró en vigor a principios de 2014. En ese entonces, Morena ni siquiera existía como partido político, cuyo registro le fue otorgado por el INE en julio de ese año; por lo tanto no participó como tal en la elaboración de dicha reforma, aunque sí lo hicieron perredistas, priistas y hasta panistas que luego se mudaron a las filas morenistas.
Entonces ningún partido político, incluido Morena, se queje de cómo y qué entes proponen a los integrantes del Comité Técnico de Evaluación, que ahora quedó conformado en su mayoría por personas afines al partido guinda, o al menos con el visto bueno de éste, pues junto con sus aliados (PT y PVEM) avalaron la integración vía sus diputados.
Hubiera ocurrido algo similar si cualquiera de los otros partidos políticos fuese mayoría solo o junto con aliados en el órgano de decisión política de la Cámara de Diputados.
En fin, como sea, el mismo procedimiento hace que se partidice el primer filtro para la selección de las personas a las consejerías del Consejo General del INE cuando la Jucopo está integrada por diputados con filiación política, entonces velarán por el beneficio a su respectivo partido político.
Lo ideal sería el beneficio a la ciudadanía, a la democracia y al país.
A ver cómo responde el Comité Técnico de Evaluación en la valoración de las personas aspirantes a las consejerías de INE (incluyendo la presidencia), y en la integración de las quintetas por cada vacante. Si lo hacen con un criterio más o menos neutral o con tendencia ideológica.
Si es con tendencia ideológica, las consejerías serían de Morena. Y es un decir, porque suelen existir perfiles profesionales, con vasta preparación acádemica y con probada experiencia electoral que pueden no ser afines al partido guinda, pero que, sin embargo, el mismo vaivén del procedimiento de designación los etiqueta.
Lo importante es que estando en funciones, las nuevas consejeras y los nuevos consejeros electorales, así como el nuevo consejero presidente del Consejo General del INE se conduzcan de manera neutral, acatando los principios rectores de la actividad electoral: Independencia, imparcialidad, legalidad, certeza, objetividad y máxima publicidad.
Por lo pronto, después de que el Comité Técnico de Evaluación envié las quintetas de aspirantes finalistas a la Jucopo vendrá el cabildeo para llegar a un consenso sobre qué persona de cada quinteta es quien ocupe las consejerías, incluyendo la presidencia.
El consenso lo indica la propia Constitución, la cual autoriza que de no haberlo, entonces la designación de consejerías se lleve a cabo mediante insaculación por la misma Cámara de Diputados, y ya en caso extremo de no hacerse aquí, entonces lo realizará Suprema Corte de Justicia de la Nación.
A ver qué pasa.
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