Si creímos que mientras Trudeau gobernara, no se repondría la odiosa visa; y que, acaso, el día que dejase el cargo, a los canadienses se les habría olvidado imponerla, estábamos muy equivocados.
Las razones que arguye Canadá para reponer la visa a los mexicanos, son similares a las que no expresó en su anterior atrabancada decisión de 2009, eliminada en 2016, y que supimos solo años después, cuando de sopetón la impuso sin dar las explicaciones que, ahora, al menos, se toma la molestia de informar.
No se ayuda México, y México somos todos, que no es cosa solo de López Obrador como inopinadamente algún extraviado alude queriendo sacar raja del tema con gran torpeza “analítica”. ¿Cómo se explica uno que de 7 mil solicitantes de asilo en 2022 con miras a quedarse en Canadá y cobrar ayudas del gobierno canadiense, se pasara a 23 mil solicitudes el año pasado? No nos engañemos: ni todos son perseguidos ni todos huyen de la violencia.
Ese abuso bien documentado en Canadá y causa de la presente visa, ya había orillado a Canadá a imponer la visa de 2009, al descubrir cuántos mexicanos la engañaron fingiendo ser lo que no eran, alegando cosas que no eran. No nos conoceremos bien, como para no saber que somos capaces de ello.
Así que tenemos de regreso la odiosa y farragosa visa que, si además existía por ser un país violento, las condiciones prevalecen como para que insistan en plantárnosla.
Siquiera, al menos esta vez los canadienses expresan las razones, hicieron caso al gobernador de Quebec clamando por frenar el ingreso de los mexicanos muy concretamente y por desfortuna, México no responderá cual debería, en estricto apego al principio de reciprocidad que rige al Derecho Internacional y las Relaciones Internacionales, imponiendo visa a los canadienses. Acaso, hacerlo invitaría a Canadá a pensar mejor las medidas y a no cometer el mismo error de 2009 metiendo a todos en el mismo morral. Y sí, se antoja difícil ponerle visa a los canadienses. Hasta antes de la pandemia (2019) era Canadá con EE.UU. los que engrosaban el número de turistas ingresando a México.
También es interesante resaltar que antes de la visa de 2009 eramos su quinto proveedor de turistas y en 2024 el interés de los mexicanos por Canadá no ha decaído, pues somos su sexto proveedor, muy por debajo, sí, de EE.UU., desde luego.
Apenas puede creerse que nos endilgan visa a todos, no pudiendo ellos distinguir entre un simple turista que visita un lugar con boleto de regreso de quienes tengan intenciones no claras y diferentes. Y es que al menos, admite Canadá que quien posea la visa yanqui o tenga antecedentes de la canadiense, tendrá más facil el ingreso. Algo es algo entre tanta ceguera.
Total, que la visa canadiense ha regresado. La eTA no resultó suficiente a título de freno en las relaciones entre ambos países. No será cosa de solo cambio de gobierno, sino que de no atemperar las condiciones prevalencientes para que esa visa desaparezca: el futuro, sin duda, resulta difícil y descorazonador. Y que nadie olvide que Canadá es el segundo país con más mexicanos residiendo fuera de México y que dos socios comerciales que aspiran a mover la economía mundial, no pueden andarse poniendo visas. Que quepa la congruencia y la cordura.
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