Casar. Obús nuclear lanzado a Claudio X. González

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Casar hace años que se apartó del análisis certero, objetivo y se entregó a los intereses de Claudio X. González. Es una pena, porque de por sí, pocas politólogas serias y ella, que lo parecía, se extravió. Ni hablar. Mexicanos contra la Corrupción, como otras iniciativas del sujeto, estaba muy lejos de perseguir los supuestos fines propuestos. Pura pantalla. Una tomadura de pelo más con el fin de atraer apoyos y apuntalar sesgos que terminaron siendo antilopezobradoristas. Y Casar se prestó a ello. Allá ella. Perdió el piso. Muy su derecho. No es cuestionable.  El de la gente es a no secundar esas intentonas y a denunciarlas. Tampoco es cuestionable. Y, por supuesto, desde el morenismo ahora la machacaron. Normal.

 

Ya que si cobró indebidamente o que si Bernardo Bátiz dice no conocerla o no recordar que se le pidiera alterar el sentido del acta de defunción del marido y eso atrajo unos beneficios millonarios y escandalosos por monto y método para la politóloga, terminan siendo lo de menos , y no debería, cierto, porque subyace la duda de ignominiosos actos contra el erario y si no son eso, al menos queda la desproporción de beneficios obtenidos que tantos y tanto no han recibido, mientras una sola persona los obtuvo en montos verdaderamente de escándalo. Servirse con la cuchara grande. Todo con la ley en la mano, faltaría más. Esa es la verdadera patraña, pero está igual el alinearse con Claudio X. González y su desaseo. Y Casar ya está denunciada en la Fiscalía.

 

Pues, lo enunciado en el párrafo anterior carece de particular importancia desde el momento en que el zafarrancho hay que leerlo en clave de la pugna sin cuartel entre López Obrador y el Señor X. No se perdonan ni una, no se pasan ni una. López Obrador ha ganado por partida triple este encontronazo contra la vocera oficiosa de aquel: lo más importante: ha reventado su ariete a Claudio X. González, a su vocera oficiosa, que la exhibió, ella, que desde un pedestal de falsa legitimidad, dudosa, la que desde un púlpito pontificando contra la corrupción de López Obrador lo hace como si ella si fuera la mera verdad en transparencia, actuando desde la vocería que gustosa, asumió a favor de González; y ahora le han reventado en la cara la verdad de su proceder con Pemex, que suena, por lo menos, no solo a corrupción, sino a abuso, a desmedida, a servirse con la cuchara grande y mirar para otro lado, a criticar a otros, exhibiéndose a sí misma. Ni hablar. Resultó vergonzoso enterarnos.

 

En segundo lugar, exhibe de nuevo los procederes del Señor X, usándola, y, en tercer lugar, no hay desplegado que valga en pro de Casar, que desarticule un proceder de pensiones en Pemex que resulta de escándalo. Uno que solo es la punta del iceberg de cómo se ha manejado la petrolera, del porqué está quebrada, del porqué carece de recursos extras. Cómo tenerlos con tan millonarias pensiones y ordeñadas. Por que, aunque fuera legal, de verdad que ¿semejantes montos para una sola persona? y ¿cuantas más hay así? Han ordeñado la paraestatal sin medida ni recato. Y tenía que ser el nombre de Casar el que exhibiera lo que desde siempre se ha sabido. Y se hacen los ofendidos al ser señalados y sacan desplegados. Anda, ya. Y la lista de firmantes defensores incluye a mucho impresentable. ¿Ya basta? dicen airados. Sí, ya basta de tanto saqueo, si es que a eso aluden. Si no es a eso, sus palabras son banas, huecas y los pintan de los pies a la cabeza, que los conocemos bien.

 

La verdad es que la próxima vez que Ma. Amparo Casar señale presuntos actos de corrupción o se morderá la lengua o será vapuleada como la persona menos indicada, y en efecto, es la menos indicada, para señalar la corrupción de nadie. Podrá hacerlo, pero su desprestigio ya es real y ha quedado tocada, expuesta, vulnerable. Mejor triunfo no puede apuntarse el lópezobradorismo, ya que, sea o no corrupto, quienes lo señalan no son mejores y de nuevo, quedó evidenciado que así es. Lástima por ellos, que no tienen remedio como opositores.

 

Lo de Casar ha de leerse en ese tono. Fue un obús nuclear a la vocera oficiosa de Claudio X. González. Ya da igual si sigue usando a Canal 11 para ejercer la vocería. Lo de más, es lo de menos.