La masacre de seis jóvenes en un bar de Villahermosa puede ser el punto de quiebre en la violencia que lascera a Tabasco desde hace dos meses que arrancó el nuevo gobierno local.
Las autoridades han responsabilizado de lo que pasa desde principios de octubre al gobierno que encabezó Adán Augusto López Hernández, ahora líder del Senado.
Poco después de que tomó posesión del cargo, el pasado 2 de febrero (en el último tramo de la administración de Adán López), el general Víctor Hugo Chávez Martínez, actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, quien fue ratificado por el nuevo gobierno, declaró que la ola de violencia empezó el 22 de diciembre pasado en la casa del anterior titular de la institución, Hernán Bermúdez Requena.
En aquella ocasión se registró una balacera en el domicilio particular del funcionario, a raíz de una disputa entre dos de sus colaboradores.
La reyerta entre allegados a Bermúdez originó el «levantón» de dos uniformados que estaban de guardia en el inmueble y que días después aparecieron decapitados en los límites con Chiapas, y desencadenó un bloqueos de carreteras, así como quema de vehículos y comercios.
El pasado 13 de noviembre, en su conferencia de prensa mañanera, que realiza tres veces a la semana, el mandatario Javier May Rodríguez dijo que en Tabasco era «vox populi» quién comandaba «La Barredora» y preguntó sobre ese tema a los periodistas; a dicho grupo criminal se le atribuye la crisis de inseguridad actual.
Cuando uno de los reporteros soltó el nombre del secretario de Seguridad nombrado por Adán López, el mandatario respondió que sí.
Desde principios de octubre a la fecha se registran por lo menos tres «ejecuciones» diarias en la entidad, que, de acuerdo con el general Chávez Martínez, son producto de una división interna de «La Barredora» (en alusión a la balacera de diciembre entre colaboradores de su antecesor).
Con 11 homicidios dolosos, el pasado domingo Tabasco y Sinaloa ocuparon el primer lugar en el país en el rubro, de acuerdo con cifras de el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
El último evento atribuido al grupo delictivo que tuvo su auge en la pasada administración, se dio hace 48 horas, durante la madrugada, cuando hombres armados mataron a mansalva a seis jóvenes en el antro «Dbar».
El mismo día las autoridades trataron de minimizar el evento con la justificación de que se trató en un pleito entre particulares.
Ayer, sin embargo, en la rueda de prensa del gobernador, que esta vez fue ofrecida por el secretario de Gobierno, José Ramiro López Obrador, se desmintió la primera versión oficial sobre los hechos que fueron retomados hasta por la prensa internacional.
La «ejecución» de los parroquianos en el bar tuvo que ver con la disputa entre dos grupos criminales, aseguró el fiscal tabasqueño José Barajas Mejía, quien echó abajo la declaración de su segundo de abordo de que en los hechos sangrientos no tuvo que ver el crimen organizado.
Y es que horas después de la masacre dominical, en rueda de prensa, el vicefiscal Gilberto Melquiades Miranda Díaz aseveró que, como resultado de las primeras indagatorias, se podía establecer que se trató de una agresión dirigida a una persona, y que estos hechos «no se relacionan con la delincuencia organizada».
Agregó que lo acontecido la madrugada del mismo día en el municipio de Jalapa, donde un grupo armado interrumpió en una boda para matar a una persona y «levantar» a otra, no tenía relación con lo ocurrido en «Dbar».
En contraparte, el titular de la FGET señaló este lunes que, tras acudir personalmente al lugar de los hechos, revisar grabaciones y escuchar a testigos, ya se tenía una idea más clara de lo que pasó en la discoteca a las 3:45 00 am del domingo.
Aseguró que hay evidencia que apunta a siete sujetos como los responsables del ataque armado.
«Todo esto nos hace suponer que estos hechos sí tienen correspondencia con la disputa que sostienen organizaciones criminales y que son de lo que queda de la escisión de la organización criminal «La Barredora» con la otra organización criminal que se identifica con las cuatro letras», dijo el también coronel.
Barajas Mejía aseguró que murieron personas inocentes en la discoteca, siendo uno de ellos un joven músico originario de Cunduacán, por lo cual pidió a los padres «que cuiden a sus hijos y a sus amistades».
En diversos círculos de opinión, como respuesta a la barbarie de la que se responsabiliza a funcionarios del pasado, se ha empezado a pedir al gobierno federal que, en la tierra del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a cargo de Omar García Harfuch, aplique la estrategia «Enjambre» que puso tras las rejas a funcionarios del Estado de México coludidos con el crimen organizado.