El COVID-19 es asesino. ¿Alguna pregunta?

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“No importa el color del semáforo”, dice ….vaya, vaya con el titular de la ANFE-ANEP, Alfredo Villar.

Es alucinante, majadero, retador e irresponsable el comunicado emitido en tono de  valemadrismo desde la Asociación Nacional de Escuelas Particulares (ANFE-ANEP) y no puede pasarse por alto. Sí, hablemos de tal y para mal. No sea que se quede alguien tan orondo diciendo pero que hablen.

Para mal, entonces. Es lo que toca y es lo que cabe. Convocar a reanudar clases presenciales esté el semáforo epidemiológico en donde quiera que sea su tonalidad menos verde, es tamaña irresponsabilidad semejante a oscurantismo medieval. Una actitud que pergeña un crimen y es inadmisible. Es no solo brincarse a la torera de manera irresponsable los lineamientos de seguridad que aconsejan no reunir multitudes –fuente primaria de contagio del asesino COVID-19– sino, además, como muestra de caos y autoritarismo, genera debates burdos en el sector, confunde al decir que lo haga quien quiera y encima, desinforma a la población invocando que les impusieron clases a distancia y les privaron de su derecho a la educación. Falaces mentiras, zarandajas que la SEP les ha parado el alto acertadamente y Delfina Gómez ha lidiado bien el primer round acallando necedades como las de la ANFE-ANEP. Porque hay que ser necios tirando a obtusos para lanzar ese comunicado. Las clases presenciales regresarán en semáforo verde.

Las clases son a distancia por seguridad colectiva, no lo son por imposición y Villar vive en este país como todos, como para venir a contarnos la mentira de la imposición.

¿Será que estamos en presencia de alguien como el titular de la ANEP, que toma decisiones sin estar frente a grupo? O sea, lo de siempre. Sí, que vayan todos a clases presenciales, dice el sujeto que a juzgar por su físico, ya es adulto mayor. Él, un sujeto que está en el grupo ya de personas con mayor riesgo. De alto riesgo, para que nos entendamos. Y no es autoridad educativa le pese a quien le pese. Toma decisiones sin estar frente a grupo. Eso es frecuente en la docencia de todos los niveles. Es clásico: “hágase tu voluntad en los bueyes de mi compadre…no en los míos”. Las grandes ideotas en el área educativa salen de quienes no las ejecutan. Todo indica que estamos en presencia de algo así. Sería sensacional que…se ponga a diario frente a grupos de 20, 30, 50 personas, a ver si así entiende en primera persona del riesgo al que quiere someter a un grupo gigantesco de la población frente al COVID–19 asesino que le gusta las multitudes –alumnos, maestros, familias enteras– . Y su plan híbrido de rotación de alumnos es solo rotar la oportunidad de contagio, democratizando la posibilidad de que a todos les toque. Es igual de irresponsable esa propuesta.  El COVID-19 mata. ¿Qué parte no se entiende? Para entonces explicarlo con manzanitas.

Y que lo entiendan todos: padres de familia, alumnos, profesores, directivos y dueños del negocio. Todos. Porque el COVID-19 y el gremio médico si lo tienen clarísimo. Villar demuestra  una nula empatía, valor tan imprescindible en nuestro tiempo.

Porque…¿qué parte de “el COVID-19 es asesino y se propaga en multitudes” no entendemos? ¿qué parte de “quédate en casa” por un virus asesino y no por imposición, no les entra en la ANEP? ¿qué parte de “atendamos las medidas mínimas de seguridad”, que incluye evitar concentraciones, no les queda claro? ¿se piensan que es una gripa y se manda a casa al que presente síntomas? ¿Y al que es portador asintomático, qué? ¿sí saben que el COVID-19 es silencioso y no se manifiesta poniéndonos las orejas verdes, por poner un ejemplo, para identificarlo ipso facto? ¿se creen que con gel en la entrada y tomar temperatura, la librarán? ¿en serio? ¡Qué irresponsables! Es no haber entendido nada. Y ¡ojo! no es el gobierno el que convoca.

Y apenas puede creerse que la ANFE-ANEP rete al Estado, cuando sus agremiados son centros para la enseñanza del civismo, el orden, el respeto a las instituciones y a sus directrices, pero sobre todo en plena pandemia que no es ficticia ni supuesta, con muertos reales, no presuntos y con menos del 1% de la población ya vacunada. Para ellos los números y el negocio. No se les oye a cambio siquiera un planteamiento firme al gobierno pidiendo vacunas para alumnos y profesores, primero. ¡Qué va!

Es increíble que la ANFE-ANEP  llame a reanudar clases presenciales en las actuales condiciones –que si no les agradan las tenemos por una sociedad irresponsable, no por tener a López-Gatell– y pretendan reunir a un alto grado de población sin medir las consecuencias de tamaño crimen.

Acaso su titular no ha leído que el retorno a clases en Europa, Estados Unidos y Japón elevó los contagios detectados en las escuelas. Al producirse, se decretó un nuevo confinamiento con la estela de enfermos y afectados por semejante retorno a las presenciales. Villar ¿no nos quiere ahorrar la pena de padecerlos, también? ¿o de plano habla en serio? El sapientísimo dirigente ya no podría decir que allá no había medidas de precaución que si las tendremos en México. Nos podría explicar él o su organización que no es autoridad ni representa a la totalidad del gremio educativo privado, ¿de qué privilegio goza el mexicano para no repetir los escenarios referidos? Allá donde la contagiadera escolar fue exponencial agravando el panorama, como para decirnos que aquí no sucederá. Adelantemos una respuesta: es que allá no tienen una  ANFE-ANEP ni un Villar. ¡Venga! Ahhh, bueno, entonces ya estamos peinados pa’atrás. Y no, no da las explicaciones, solo habla de evitar de quiebras y cierres. No está pensando en la salud de alumnos o profesores. No nos engañemos.

Nos podemos ahorrar el paso de regresar a clases presenciales escarmentando en cabeza ajena. Y no quieren enterarse en la ANFE-ANEP. Ponen en riesgo a toda la sociedad mexicana con su necedad.

Su amenaza de regresar a clases presenciales significa claramente que ni ha entendido el problema que supone ser el COVID-19 ni la dinámica con la cual opera. Es evadir los ejemplos de otros países. Es no quererlo ver sin ofrecerle a la sociedad mexicana en conjunto, la vehemente explicación científica que valorara que lo que sucedió a los estudiantes en aquellas latitudes no tiene que sucederle a los estudiantes mexicanos en caso de regresarlos en estos momentos a clases presenciales.

Lo de la  ANFE-ANEP  demuestra una ignorancia escalofriante y deplorable, una necedad que raya en obtusas maneras y en incapacidad para entender lo más elemental. Su arrogante comunicado es un error que deja en entredicho su representatividad, su legitimidad y su responsabilidad y arriesga la vida de todos. Porque cierto es que la pandemia no se acaba por el transcurso del tiempo. Sí, desafortunadamente es así y todos quisiéramos que las clases  presenciales regresaran. En mis 26 años como docente jamás imaginé que sucedería lo que estamos viviendo, pero no por ello necesitaríamos un retorno. Pero no nos vamos a equivocar aceptando lo torpemente propuesto por Villar. Su necedad es mucho jugarle al vivo y no entender que el coronavirus es asesino. Lo demás es criminal.