Esta columna ni se une a los denostadores de Sheinbaum, porque nada les cuadra ni les cuadrará ni secunda que se piense que Sheinbaum solo ha celebrado.
Lo que sí ha sucedido es que ni en las presentaciones del Plan México ni mucho menos en las Mañaneras, sea quien tome la voz de cara a la Nación, nadie ha informado al detalle ni la situación clara de cuáles aranceles se quedan en cuáles productos específicos y, muy importante, con qué efectos generales y específicos para nuestra economía; y, sobre todo, como afectarán a tantos de los directamente involucrados en las cadenas de producción, suministro y de exportación, así como a los sectores ligados a los rubros económicos arancelados.
Nos ha dicho Ebrard que muchos productos no están en el T-Mec y a todos esos sí les clavaron aranceles. Pero…y a cuáles no y cuáles serán las consecuencias previstas para todos nosotros. ¿Están previstas? de eso nadie habla. Y es grave.
No podemos estar tan tranquilos si solo se nos dice que no hubo más aranceles o que funcionó eso de ir un poco a lo taimados como estrategia de no mandar al Diablo cual merecía, a Trump. No sirve solo y nada más contarnos que consumamos lo hecho en México –cuando estamos invadidos de productos extranjeros de primera necesidad y reconozcamos que mucho de ínfima calidad aun siendo extranjeros– porque la apertura comercial fue despiadada y no distinguió lo bueno de lo malo, ya que mientras fuera extranjero tenía carta abierta y encandilados a los Chicago Boys que la orquestaron.
Pero es lo hay. No se ha explicado al detalle y se echa en falta, detallarnos cómo nos afectarán los aranceles que sí nos impuso Trump. Apenas se ha balbuceado que, en efecto, no todos los productos que salen de México estaban amparados en el T-mec, con lo cual debemos ¿emprender la calma? ya que no sabemos a ciencia cierta ni esa situación con detalles, ni antes ni ahora a cuáles productos sí afectaron y con ellos a cuáles y cómo de las cadenas productivas.
No, no se proporciona la suficiente información. Está el ambiente muy revuelto. Nissan Mexicana lo mismo titubea en irse, que Stellantis anuncia la suspensión de ciertas producciones en México, haciéndole el juego al mandatario yanqui. Los analistas económicos se limitan a decirnos como sube y baja el dólar. O sea, no van a más con información irrelevante para saber los efectos de los aranceles en nuestra economía. No hay política de diversificación de mercados y nunca la hubo.
No se está detallando nada. Urge informar desde Presidencia cuáles son sus expectativas reales, aterrizadas, por malo que sea el panorama, si lo fuera. Si no lo hace, estará dejando un severo vacío que puede ser rellenado por la caterva de impresentables comentócratas opositores que graznan un día sí y otro también, puras tonterías tras tonterías cual su deplorable costumbre. Solo a manera de pregunta envenenada: ante el 25 % del arancel al aluminio ¿qué haremos como país y qué hará el gobierno federal en lo que toque (que no es todo y solo a él le toca, adviértase) en pro de los productores afectados? ¿otra beca del bienestar? ¡por favor! seamos serios, que ya es hora…
No se puede optar por mejor hacer mítines en el Zócalo en vez de informar los efectos. Mítines en que de todas maneras nada se informa. No estaremos bien solo porque la presidenta lo diga. No basta que lo diga,
Así, la presidencia de la República no detalla hasta al día de hoy el impacto económico directo a México. No puede prever como será el indirecto con la guerra comercial desatada por el orate de la Casa Blanca, pero si podría vislumbrar, anticipar, barruntar en algo o en mucho el impacto directo, tanto porque existen los aranceles, tanto porque le pegan a áreas sensibles de nuestra economía.
No basta que Sheinbaum se llame respaldada ni que tenemos bandera. ¿Eso qué? el aquí y el ahora es de incertidumbre que se ahonda al no adelantarnos cuáles serían los costos para México de los aranceles que sí existen. Ante los aranceles de Trump, sí estamos en problemas y si no, que se detalle las razones.
Entre que no se detalla en dónde estamos parados y que no se responde a la agresiva política arancelaria trumpista, estamos en un océano de desinformación gubernamental. Y no tenemos mejores opciones de informarnos en la banqueta de enfrente, dado que el PAN o el PRI solo balbucean disparates que no abonan a saber siquiera por dónde va la realidad comercial de México. Su odio a Morena los priva alejándolos de la más elemental inteligencia.
Hay datos preocupantes que merecen mirarse: OCDE apunta que México será el país más golpeado de los países miembros del G20. Asimismo, pronostica un decrecimiento de -1.3% con recesión en 2025 y del .0.6 % en 2026. Y lo atribuye a los aranceles. ¿Presidencia no tiene nada que aportar? y sí, no podemos dar por sentado que sucederá lo que advierte la OCDE, pero son datos que nos atañen y que alertan. O debieran. Mereceríamos precisiones desde la Presidencia. Solo se nos ha dicho que el pueblo respalda a Sheinbaum. Eso sirve de nada frente a los datos de este párrafo. Que lo tenga claro quien quiera.
Total, que mientras Canadá, por ejemplo, suma, reacciona y reflexiona, aquí queda la sensación fundada de que no nos están contando todo. Y lo que resulta grave es dudar de si lo saben a ese todo. Ese es el punto