Los errores de AMLO y Ebrard en su relación Estados Unidos, particularmente con Joe Biden empiezan a generar distancias. Digamos que la primer llamada fue la advertencia acerca de los flujos migratorios. Biden fue directo, fue diplomático pero enérgico, en esa materia se va a jugar sus fichas no las del gobierno de México. Se fue de la Sala Oval su “amigooouu” Trump y llegó un presidente a poner orden y a limpiar la casa ( y se ve al mundo) luego de los desprecios y soberbia de su antecesor.
AMLO se dice indignado e inquieto por los mensajes del vecino norteño. La segunda llamada es el recién informe sobre derechos humanos que anualmente publica el Departamento de Estado.
Ahí se evalúa el respeto a las garantías individuales en el planeta. Y lejos de asumir una responsabilidad sobre la nefasta conducta de la sra. Sanjuana en Notimex, AMLO radicalizó la agenda con el gobierno de Biden, no fue capaz de corregir lo interno y de tender lazos de comunicación con nuestro socio comercial. Sin ida alguna volvió a manifestar el rechazo absoluto hacia los demócratas actuando a la inversa de sus declaraciones. Asegura que no se mete en asuntos de otras naciones pero diseña determinaciones de gobierno en materia de relaciones exteriores ligadas a sus fobias, a la humor o percepción de los extranjeros. El trato con Biden, digamos, no es el mismo que con Evo Morales.
El respeto a los derechos humanos es una exigencia que la directora de Notimex no supo o no quiso aplicar. Trato a los trabajadores, empleados e incluso periodistas con menosprecio, ventaja y discriminación. Su actitud fue beligerante, majadera y prepotente. El mundo ya se entero la calidad de colaboradores que tiene AMLO y que los defiende pagando el costo de ser incondicionales.
Pero a AMLO y a Ebrard se les olvida que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948 y de eso debe estar enterado y bien Juan Ramón de la Fuente allá en Nueva York. A la 4aT no les gusta que les exhiban sus violaciones a las garantías individuales y más aún cuando presumen lo contrario además de acusar a otros de cometer las irregularidades.
Parece que se se olvido como México ha calificado como “terroristas” a estos asesinos que a mansalva disparan contra multitudes en plazas públicas o al interior de antros o escuelas. Pero la diferencia es que allá las violaciones a los derechos humanos son sancionados por la ley, a nivel federal y local incluyendo a la presidencia cuando se atenta contra la Constitución favoreciendo al desafuero y a la destitución.
AMLO no fue capaz de reconocer el triunfo electoral de Biden pero tampoco emitió juicio alguno sobre el asalto al Capitolio, mensajes /no/mensajes que impactan.
La posición de López Obrador no va a cambiar. AMLO dice no meterse en asuntos de derechos humanos de otras naciones pero, repito, ofreció asilo a Evo Morales y más tarde a Julian Assange, acusando violación de sus derechos humanos elementales, ¿entonces? El embajador estadounidense Landau emitió entonces un extrañamiento que el gobierno de la 4aT ignoró.
Esperemos que la ONU y el mundo no se enteren cómo es que aquí, “voluntarias” del IMSS engañan a adultos mayores con la aplicación de las vacunas y la forma en que se manipula la información sobre la pandemia porque AMLO se va a enfadar y dirá que es un “compló” contra su gobierno como ya nos lo dijo a nosotros. Y NOS LA CREÍMOS!!! Por lo pro to va segunda llamada, segunda.
Conductor del programa VaEnSerio MexiquenseTV canal 34.2