Hace agua Morena en la entidad favorita de AMLO, Oaxaca

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El partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) irremediablemente se parte en Oaxaca, entidad orgullo del morenismo de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República y líder moral de esta fuerza política.

En esta entidad, Morena se ha caracterizado por su falta de unidad sobre todo a partir del contundente triunfo de 2018; año en que a nivel local el partido ganó la mayoría del Congreso del Estado y los municipios más importantes, incluyendo la capital oaxaqueña.

Y en tal entidad favorita de AMLO, el senador Salomón Jara Cruz, quien era visto como su mejor discípulo y brazo derecho en momentos difíciles, ha hecho y desecho política y electoralmente. Dicen que también económicamente y en temas inconfesables, pero esto no consta, solamente son rumores a partir de su control en municipios complejos.

En 2018 se dio gusto en el reparto de candidaturas en su entidad natal, Oaxaca, donde aspira ser gobernador como resultado de las elecciones 2022. Mientras, se ha despachado con cucharón las candidaturas a las diputaciones locales y presidencias municipales sin la menor consideración a sus aliados políticos internos. 

Y eso ha partido irremediablemente a Morena, al grado que políticamente le acaban de dar ‘golpe de estado’ en el Congreso Local, el cual dominaba a través del bando mayoritario del Grupo Parlamentario de Morena, cuyo liderazgo recaía en gente de Salomón Jara.

Pero, ¡zaz!, machetazo a caballo de espada: Desprendimientos de dicho bando junto con el bando menor morenista, destituyeran a Delfina Guzmán (discípula de Jara) del liderazgo de la bancada y, en consecuencia, de la Junta de Coordinación Política. Esto representa quitarle al senador el control político y económico del Congreso Local.

Y todo porque Salomón, acompañado de Armando Contreras, se agandallaron las candidaturas pasando por encima de sus aliados políticos internos, a quienes tanto ha dolido tal traición que han empezado a dejar solo al senador.

Entre los casos emblemáticos se encuentran, por ejemplo: El de Jesús Romero López, quien dio todo por el proyecto de Jara Cruz aceptando lanzarse como precandidato a la presidencia municipal de la capital oaxaqueña sin alcanzar la meta ante el choque de trenes entre Salomón y el actual munícipe Oswaldo García Jarquín, también de Morena.

El ganón fue Francisco Martínez Neri, a quien los órganos morenistas concedieron la candidatura a dicha alcaldía como el tercero en discordia, y en cuya planilla Salomón terminó negociando tres posiciones ajenas a Jesús Romero a quien benefició solo con una, cuando éste se arriesgó por el proyecto jarista, amén de su propia aspiración.

Otro caso emblemático es la evidente lejanía entre Flavio Sosa Villavicencio y Salomón; desde hace tres años ambos trazaron una ruta hacia la sucesión gubernamental a favor del senador. Sin embargo, éste dejó fuera de las candidaturas a la gente de su amigo y aliado; cuadros morenistas que además se la han jugado por Jara Cruz.

Dejó fuera de la candidatura en reelección a por lo menos tres diputados: Magaly López Domínguez, Migdalia Espinoza Manuel y Fredie Delfín Avendaño, quien precisamente ayer asumió el liderazgo de la bancada morenista en el Congreso Local y, por ende, la presidencia de la Junta de Coordinación Política, tras el “golpe de estado” a Delfina Guzmán, de quien Morena solicitó el registro para diputada en reelección.

Más bien, “golpe de estado” a Salomón Jara Cruz porque quitándola a ella le arrebatan a éste el control político y económico del Congreso.

Fredie justifica la acción en acatamiento estatutario pues según que Delfina no puede ser candidata y al mismo tiempo líder de la bancada. En tanto, ella alega violencia política en razón de género, lo cual tendría que fundamentar perfectamente bien porque el ascenso de Delfín Avendaño parece una acción parlamentaria, pues la mayoría de los diputados y de las diputadas de la bancada de Morena votaron a favor del cambio de líder.

En fin, en su historial el senador Jara Cruz tiene otros antecedentes de pleitos con su propia gente, a quienes primero ha apapachado y después lastimado con decisiones políticas. Por ejemplo: Las dos presidentas que Morena ha tenido en Oaxaca: Luisa Cortés y Nancy Ortiz, actual Coordinadora Estatal de Programas Bienestar.

Incluso, en algún momento entró en pleito con Sesúl Bolaños, actual dirigente estatal de Morena y su sobrino político.

A propósito de parientes, ex precandidatos acusaron a Salomón Jara de impulsar a su nuera Tania Caballero Navarro a la candidatura a una diputación en la región de la mixteca oaxaqueña.

Y así como éste, pululan las acusaciones en contra del senador por la imposición de candidaturas en la geografía electoral oaxaqueña, salvo en el Istmo de Tehuantepec donde la misma cúpula morenista le quitó el control para evitar poner en riesgo el proyecto del Corredor Transístmico, el cual es una de las prioridades de AMLO.

Bien estaba Salomón Jara en el estado de Guerreo como comisionado del Comité Nacional de Morena, pero como le tumbaron sus acuerdos hizo berrinche y renunció a tal encomienda, regresando inmediatamente a Oaxaca para despacharse con cuchara grande las candidaturas a las diputaciones locales y presidencias municipales.

Así, ¿ustedes creen que Morena otra vez se lleve carro completo en las elecciones de junio próximo en la entidad oaxaqueña?

Los ahora ex aliados internos provocarán la derrota de las candidaturas de Salomón Jara; basta inmovilizar las estructuras sociales.

Eso, salvo que el senador rectifique y se proceda a las sustituciones de candidaturas. Sin embargo, se ve difícil porque primero ni siquiera a intentado acercamiento alguno y, segundo, las personas registradas quien sabe si quieran renunciar.

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