A menos que los electores de Tabasco tengan muy escondida su intención del voto y estén engañando a los encuestadores, ya que piensan votar por la oposición, los candidatos de Morena parecen no tener problemas para imponerse en los comicios del 6 de junio venidero.
A estas alturas de las campañas, cuando ya feneció la primera semana, no se ha visto en la vida real el ambiente de rechazo contra el gobierno plasmado a diario en la realidad virtual.
Eso sí, se han presentado casos de abanderados que muerden el anzuelo y acuden a lugares donde hay un teléfono inteligente activado para filmar el “rechazo”, estrategia que tuvo su auge en 2018 que las redes sociales empezaron a jugar un papel aún más importante que en las dos elecciones anteriores.
La ventaja parece ser de los contendientes del vinotinto porque el presidente Andrés Manuel López Obrador es considerado el principal activo de su partido, y está con él tres de cada cuatro de sus paisanos.
Con la aprobación presidencial del 75 por ciento, Morena posee en su tierra una intención del voto del 60 por ciento.
La buena calificación al Ejecutivo trasmitida a los abanderados se observa mayormente en la jornada federal: son más respaldados por los tabasqueños quienes aspiran a un asiento en San Lázaro, acaso porque su desempeño se relaciona con las obras del gobierno de la república.
En mediciones conocidas por esta columna, con una delantera del 62 por ciento, el candidato a federal que logra la mayor simpatía es Manuel Rodríguez González.
Este caso es indicativo: en realidad busca la reelección, por lo que si fuera cierto lo que circula en internet sobre el rechazo abultado a los gobiernos morenistas, no puntearía si la mayoría estuviera en desacuerdo con el mandatario nacional.
Como presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, el tabasqueño, quien busca repetir por el distrito 4, está estrechamente relacionado con el trabajo legislativo para soportar la obra de AMLO, como es el caso de la reforma energética.
Si fuera mala la imagen del oriundo de Tepetitán entre sus coterráneos, Manuel Rodríguez estaría desfondado, pero su calificación está por encima del resto de sus compañeros, aunque todos están por arriba de los 50 puntos de ventaja.
En las campañas locales pasa lo mismo: no se observa el repudio colosal a la administración de Adán Augusto López Hernández, y los abanderados caminan con un portafolio de ofrecimientos sustentados en…sí, en la “Cuarta transformación”.
Quienes han colaborado con el gobernador como Jaime Lastra Bastar y Luis Salinas Falcón, candidatos a diputados locales por los distritos 10 y 11, por ejemplo, no han enfrentado problemas para llevar casa por casa su proselitismo, que es un “mensaje de esperanza”.
El caso de la abanderada a la alcaldía de Centro, Yolanda Osuna Huerta, es diferente: los adversarios de la 4T y de López Hernández la tienen como blanco de sus ataques por ir al “virreinato” de la capital.
Aun con los obuses encima, la descalificación en contra de la viuda del escritor Lácides García continúa sustentándose en la “acusación” de que es “desconocida”.
Según se logra escuchar en los videos que hacen circular sus opositores, cuando ella se presenta con su nombre, la respuesta es “¿y usted quién es?”.
Podría tratarse de un descontón mediático que no la identifiquen, pero es peor que a los otros candidatos los distingan por señalamientos negativos que están muy presentes en el imaginario colectivo.
@RodulfoReyes