- Donald Trump hizo su esperada aparición en una multitudinaria marcha en Washington, D.C, donde sus seguidores insisten con las denuncias de fraude.
- Trump, que aún no reconoce la victoria electoral de Biden, insistió en que es capaz de dar la vuelta a los resultados de las elecciones.
Pese a que los republicanos siguen siendo desechadas por los tribunales debido a la falta de evidencia, el presidente y la vicepresidenta electos, Joe Biden y Kamala Harris, ganaron Georgia y Arizona, estados que han sido bastiones republicanos durante décadas
Con lo anterior, Biden y Harris obtuvieron 306 votos electorales, precisamente el mismo número alcanzado por Trump en 2016, aunque en esta ocasión los demócratas gozan de un margen aún más amplio del voto popular por más de 5 millones contra el presidente.
Georgia no había sido ganada por un candidato presidencial demócrata desde Bill Clinton, en 1992. Fue clave la movilización multirracial progresista encabezada por organizaciones afroestadunidenses, pero también la significativa aportación de la creciente comunidad latina, sobre todo mexicana.
También estaba presente el espíritu de un héroe progresista, el diputado John Lewis, figura icónica del movimiento de derechos civiles, quien falleció en julio. Fue su distrito en el condado Fulton, el cual incluye Atlanta, la clave en esta victoria. Lewis, quien marchó con Martin Luther King, fue golpeado y encarcelado múltiples veces y fue uno de los oradores de la famosa marcha sobre Washington en 1963, y desde entonces fue conocido como la conciencia del Congreso. Participó en diversas luchas sociales a lo largo de su vida, incluyendo este año en Black Lives Matter. Empleaba una frase célebre aconsejando a que uno se metiera en buenos líos, líos necesarios. Muchos progresistas vieron el triunfo demócrata en su estado como regalo en honor a Lewis.
En enero, ambos escaños de ese estado en el Senado se disputarán en una segunda vuelta, y será entonces cuando se determinará el control de la cámara alta, con enormes implicaciones nacionales. Por ahora los republicanos controlan el Senado, pero perderán la mayoría si ambos candidatos demócratas ganan, ofreciendo un camino mucho más abierto para la agenda política del nuevo presidente.
La venganza de McCain
A la vez, ningún candidato demócrata había ganado en Arizona desde Clinton, en 1996, y antes de él Harry Truman, en 1948. Más aún, ese estado ahora estará representado por dos senadores. Algunos analistas señalaron que uno de los políticos más famosos de ese estado, el senador republicano John McCain, quien falleció en 2018 y fue repetidamente insultado por Trump cuando vivía y después de su muerte, tuvo su venganza desde ultratumba. De hecho, su viuda apoyó la campaña de Biden y recordó que los dos hombres eran amigos a pesar de sus diferencias políticas.