Malas nuevas, muy malas. La UNAM ha revelado que se ha perdido el 98.6 por ciento de la especie de las Vaquitas Marinas que son endémicas del Alto Golfo de California. De acuerdo a sus conteos científicos sólo quedan 10 en esa zona.
El enorme riesgo de su desaparición total no va en relación a su ciclo de reproducción, sino a la multiplicación de la pesca ilegal en la región. Por ello, la comunidad académica y aquellos que respetan y valoran al medio ambiente califican su extinción como inminente mientras el gobernó mexicano deja de preocuparse, invierte mejor en proyectos como el Tren Maya y elimina recursos para la investigación.
Es urgente entonces conjuntar esfuerzos más de carácter internacional a fin de salvaguardar a esta especie. Este problema ha reunido al Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional, expertos de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México y han presentado un par de ejercicios de monitoreos de la especié realizados desde el 2019. De las 10 Vaquitas localizadas tres son crías, lo cual promueve aún más su riesgo. Y esto no se trata de eventos accidentales, es el progresivo crecimiento de bandidos y cazadores que operan ante la ceguera, complicidad y negligencia de las autoridades. Se sabe que el fenómeno de la extinción es natural y a lo largo de la historia han desaparecido miles y miles de especie en el momento en que el planeta mismo procura sus ajustes. Pero es muy distinto cuando la pérdida es provocada por los grupos humanos. Ahí los ciclos se adelantan y se alteran sin que la naturaleza encuentre con rapidez mecanismos de sobrevivencia.
Fue en el 2007 cuando se declaró oficialmente extinta una especie de mamíferos marinos, fue el delfín del Río Yangtsé, especie de agua dulce en China. Las causas fueron dos, la pesca ilegal y las modificaciones al rio con fines de riego para la agricultura. Eso causó su desaparición. El drama de la Vaquita Marina en México se ha intensificado desde el 2010 cuando se fortaleció en China un mercado negro del buche de Totoaba y se pagan hasta 45 mil dólares por kilo (aquí China debería de pedirnos perdón).
El problema mexicano es que todo se politiza, todo entra a debate, todo se archiva y cuando llega un gobierno como la 4aT las prioridades se modifican y en vez de salvaguardar la estabilidad de la naturaleza se fortalecen las estrategias para obtener energía del carbón, se cortan o eliminan los presupuestos en la mal llamada austeridad republicana y por si fuera poco, se abren mejor políticas asistencialistas para ganar el voto o se inyectan recursos a los estadios de béisbol. Poco o nada ha hecho la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales para frenar las ocurrencias gubernamentales y revertir las decisiones equivocadas del Gobierno Federal.
También los patrullajes de la Secretaría de Marina han sido insuficientes y el establecimiento de puestos de inspección en el embarque y desembarque, junto con inspectores de Profepa ha dejado en claro que el comercio ilegal de especies en peligro de extinción continúa. Gran parte del planeta hoy divide su atención en dos enormes problemas que están desdibujando la dinámica natural: la pandemia y la lucha contra el calentamiento global.
Hay preocupación, la sociedad civil está en alerta y procurando nuevas culturas en el comportamiento diario, pero algunos gobiernos ( que vergüenza por México) estiman que durante la pandemia hay que darnos abrazos y no usar el tapabocas y que para defender a esta especie marina en particular establecer promociones mediáticas hablando de la Vaquita “AMARILLA”.
Conductor del programa Va En serio, mexiquense tv canal 34.2