Según que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha iniciado un análisis para enfrentar las elecciones 2022 en las seis entidades donde habrá de renovarse la gubernatura: Oaxaca, Tamaulipas, Hidalgo, Durango, Aguascalientes y Quintana Roo.
Ese es el reto para el partido, dijo el presidente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”). Y tiene razón.
En dichas entidades, “gobernadas por los partidos de ‘Va por México’”, advirtió: “Se hará valer el buen desempeño de los gobernantes y no se permitirá la entrada de Morena y su desastre.”
¿En serio?
De entrada, como presidente del PRI nacional, tendrá que hacerlo valer en aquellas entidades donde el respectivo gobernador saliente emanó de las filas priistas, o que por lo menos en su momento fue postulado por su partido.
Son Oaxaca e Hidalgo, estados actualmente gobernados por los priistas, Alejandro Murat Hinojosa y Omar Fayad Meneses, respectivamente.
“Alito”, ¿está seguro de que ambos gobernadores se destacan por un buen desempeño?
Habría que preguntárselo a la ciudadanía oaxaqueña e hidalguense.
Pero si el desempeño se midiera por resultados electorales, entonces estaría en tela de juicio por lo menos en Oaxaca, donde el PRI si bien en 2016 recuperó la gubernatura con Alejandro Murat como candidato de una coalición con el PVEM y el Panal, obteniendo 497 mil votos, a partir de entonces el Revolucionario Institucional ha ido de más a menos.
En las elecciones locales de 2018 la votación del PRI disminuyó a 359 mil votos, y en los recientes comicios 2021 se redujo a los 332 mil votos, aproximadamente. En picada, pues.
El desempeño de un gobernante no siempre es un factor determinante en los resultados electorales, éstos son fenómenos multifactoriales; sin embargo, el desempeño cuenta.
Por otra parte, dice “Alito” que en las entidades con renovación de gubernatura en 2022 “no se permitirá la entrada de Morena y su desastre.”
En Oaxaca Morena ya se adelantó; no solo entró, sino está metido en prácticamente todos los rincones de esta entidad. Y aquí cabe preguntar: ¿Con la anuencia del jefe político del priismo oaxaqueño?
El gobernador Alejandro Murat no ha tenido objeción alguna en acompañar al Presidente de la República (y líder moral de Morena), Andrés Manuel López Obrador, en sus frecuentes giras por Oaxaca. Incluso, hasta lo ha defendido cuando gobernadores panistas han cuestionado al mandatario nacional.
Sin duda, una relación inteligente de ambos lados. Pero el costo lo ha pagado el priismo oaxaqueño; Morena se llevó carro completo en las 10 diputaciones federales de Oaxaca y 19 de 25 curules locales de mayoría relativa, en las recientes elecciones concurrentes.
En fin.
LA DERROTA QUE VIENE
Casas encuestadoras como Integralia Consultores ya anticipó la victoria de Morena en la mayoría de las gubernaturas a renovarse en 2022.
Ganaría en 5 de las 6 entidades con renovación de Ejecutivo estatal: Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas y Oaxaca, menos Aguascalientes, donde actualmente gobierna el PAN con Martín Orozco Sandoval.
El PRI perdería Hidalgo y Oaxaca. Y el PAN: Durango, Quintana Roo y Tamaulipas.
¿PARA QUE FUE LA REUNIÓN?
Según que la dirigencia nacional del PRI encabezó una reunión de análisis para las elecciones de 2022, en la que participaron los diferentes sectores y organizaciones de este instituto político, los miembros del CEN, los Presidentes de los Comités Directivos Estatales y delegados, así como los alcaldes de la Ciudad de México y diputados locales y federales electos.
¿Y en serio fue una reunión de análisis? ¿O fue una reunión para arropar a la dirigencia nacional encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas, para cerrar filas frente a la disidencia priista?
La reunión se lleva a cabo justo cuando un grupo de priistas, liderados por el ex gobernador oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz y Nallely Gutiérrez, “tomaron” la sede del PRI nacional y amenazan con acciones similares en las entidades federativas.
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