Vacunarse para salvar a la economía

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¿Vacunarse o no vacunarse contra el coronavirus? Hay una resistencia y desinterés en determinados sectores de Francia, Bélgica, Alemania, Irlanda, Reino Unido e Italia que también ha dejado notarse en Estados Unidos e Israel.

En la Unión Americana, las autoridades llevan semanas haciendo una campaña “a la americana” tratando de acercar a la gente a los puntos de inoculación ofreciendo a cambio hamburguesas y papas fritas; cerveza de regalo,  un año de donuts gratis o un cheque de cien dólares y hasta el paroxismo de obtener, a cambio, un cigarrillo de marihuana.

El presidente norteamericano, Joe Biden, no ha podido cumplir con su meta de celebrar el 4 de julio  con más del 70% de la población adulta totalmente inmunizada; de hecho, su país se ha estancado: el 56% de los adultos tienen puestas las dos dosis (y el 68% la mitad) de esta forma, 150 millones de personas en la Unión Americana han recibido la pauta completa. El resto   –una mayoría– sigue desprotegida.

En Francia, acontece algo similar: solo el 44% de su población adulta (mayores de 18 años) está totalmente inmunizada; los antivacunas, ha dicho reiteradamente el dignatario Macron, son “egoístas” y hay que frenarlos según él.

La estrategia del Elíseo pasa por, obligar  a ponerse la vacuna antiCovid de forma directa, a todo el personal sanitario en hospitales públicos y privados así como en residencias de ancianos y personas que cuidan a enfermos y mayores en sus respectivas casas. Todos tienen hasta el 15 de septiembre, para al menos, haber recibido uno de los viales.

Otros países van igualmente a ese mismo ritmo obligando a su personal sanitario a inmunizarse; mientras el resto de la población va quedando  entrampada con el pase sanitario para disfrutar del ocio nocturno y de la hostelería.

Ya van varios fines de semana que las personas contrarias a dichas medidas del pase sanitario están saliendo a protestar señalando que se trata de un documento discriminatorio.

Quizá lo recordara amigo lector, que en su momento, hablé con  Adolfo Favieres, embajador del Consejo Mundial de Viajes y de Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) y él se mostraba muy positivo por la reactivación del turismo mundial.

En esos momentos, la UE ya avanzaba el Certificado Verde Digital para  facilitar los viajes al interior de cualquiera de los 27 países de la Unión; y precisamente Favieres me  manifestó que él esperaba que  no terminase siendo un elemento de exclusión “porque no en todos sitios” está avanzando de igual forma el ritmo de vacunación y sobre todo “porque queda mucha gente sin inmunizarse” y se correría el peligro de segregarla.

Pues bien van cumpliéndose los peores temores:  lo que primero sería solo usado para facilitar los viajes entre los países miembros de la UE, para aquellas personas vacunadas o bien que  hubiesen pasado el contagio o tuviesen una PCR negativa, va camino de convertirse en un salvoconducto para que la población en general pueda, incluso, entrar a un restaurante.

 

A COLACIÓN

En Europa, la población está viviendo cierto amedrentamiento porque observa cómo su futuro inmediato pasa por vacunarse o vacunarse y muchas veces hasta las propias empresas que van inmunizando a sus empleados se saltan ciertas normas impuestas por las propias autoridades sanitarias como no aplicar la monodosis de Janssen a menores de 40 años o bien respetar los temas de alergias en las personas.

Para Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, no va a ponerse en riesgo bajo ningún concepto la recuperación económica del bloque en su conjunto máxime con vacunas previamente compradas: un volumen de 4 mil 400 millones de dosis antiCovid adquiridas a seis farmacéuticas, nada más   con Pfizer-BioNtech el club europeo cerró un contrato por 2 mil 400 millones de dosis, según datos proporcionados por la UE.

El restablecimiento del crecimiento es el camino porque significa mover los negocios y recuperar los empleos perdidos; al respecto el Fondo Monetario Internacional (FMI), en sus perspectivas económicas de julio de 2021, avizora un PIB mundial del 6% impulsado fundamentalmente por el rebote de cuatro países: India con un PIB esperado del 9.5%; le sigue China con un 8.1% y Estados Unidos así como Reino Unido, con un 7% respectivamente.

Para la zona euro, el FMI prevé un PIB del 4.6% impulsado por España que será el país con mejores perspectivas: un crecimiento del 6.2%, después figura Francia con el 5.8%; a continuación Italia con el 4.9% y Alemania con el 3.6 por ciento.

La UE no quiere arriesgar la vuelta a una normalidad porque haya gente resistente a vacunarse bien por creencias personales, por desinformación o por cuestiones religiosas por encima de todo eso –esgrimen las autoridades europeas– prevalece el bienestar común.

@claudialunapale