Ven de la mano a Barrales y Claudia

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Mañana se cumplen dos años de que Alejandra Barrales y Juan Zepeda renunciaron al PRD para sumarse a las filas del Movimiento Ciudadano, pues luego de los reacomodos en el partido que los vio nacer, ya no veían futuro.

El único que oficializó su cambio de piel de amarillo a naranja —como si fuera semáforo epidemiológico— fue el mexiquense ZepedaAlejandra lo hizo virtualmente, a través de su fiel escudero Royfid Torres González.

La expresidenta de la Asamblea Legislativa del DF durante el sexenio de Marcelo Ebrard desapareció del panorama tras ser derrotada en las elecciones por la Jefatura de Gobierno, que ganó Claudia Sheinbaum.

Desde 2018 se especuló que Barrales había pactado con la entonces gobernante electa, para bajar el perfil a ras de suelo a cambio de no ser molestada y, menos, exponerse a posibles venganzas de quienes pudieran estar resentidos por acciones del pasado. Efectivamente, la excandidata del PRD bajó su perfil, justificando que necesitaba dedicarle más tiempo a su hija Máxima, así como a consolidar su faceta de empresaria.

Pocos creyeron en su retiro, sobre todo a raíz de que Torres fue nombrado líder del MC en la CDMX, pues todo mundo tiene claro que este cuate es su incondicional de toda la vida y su principal activo naranja en la capital del país.

Cuando fue candidata al gobierno local, Alejandra estrechó relaciones con el jefe emecista Dante Delgado, pues ese partido —junto al PAN y al PRD—, integró el Frente por la Ciudad que la ayudó a enfrentar a Sheinbaum.

Muchos pensaban que en las recientes elecciones la experredista reaparecería con una candidatura, pero en lugar de ello impulsó Royfid al Congreso de la Ciudad de México, quien no ganó en las urnas, pero entró como diputado plurinominal. El asunto cobra importancia porque en junio pasado la oposición ganó nueve de las 16 alcaldías de la capital, y acabó con la mayoría de Morena en Donceles, lo cual complicará la operación político-legislativa a Claudia; aquí la chiquillada será clave.

Quienes saben del tema aseguran que Circe Camacho, única diputada del PT, se unirá con Torres para formar una fracción, argumentando que la petista está harta de los maltratos de la 4-T. Los morenos no han sido capaces de reintegrarla a sus filas y jalarse a Royfid, por mucho que ninguno de los dos se manden solos. Es claro que buscan ser fracción para obtener más prerrogativas, y un lugar en Junta de Coordinación Política, donde se votan y se vetan iniciativas.

Del PT ya se sabe que lo que buscan sus dirigentes es lana; el MC quiere ser bisagra para tener juego político en la ciudad. Los naranjas se podrían diluir con esta alianza. Todo mundo sospecha que traen acuerdos ocultos con Morena, y al unirse al PT avivarán los rumores. Quizá sea cierto eso de que Claudia y Alejandra van de la mano.

CENTAVITOS

Y hablando de Donceles, mucho se comenta que la xochimilca Donají Olvera, quien en unos cuantos días dejará su curul, busca seguir controlando la jugosa Dirección de Comunicación Social, que, ya parece aeropuerto con tanto aviador de los morenos. Lo peor del asunto —dicen— es que ya advirtió que de quedarse, ratificará como número dos de esa área al haraganazo Christian Daza, quien ha ocasionado que varios trabajadores se nieguen a laborar mientras él esté ahí. El cuate tiene una colección de denuncias por acoso laboral, así que allá si la oposición deja que los morenos sigan con su robadera.