Romper la alianza, el sueño de palacio

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La alianza “Va por México” de los partidos, PAN, PRI y PRD, que se consolidara en la elección del pasado 6 de julio, además de ser muy cuestionada por el gobierno del presidente Obrador, evidencia su sueño de que sea fugaz. Su cuestionamiento se basó en que, cómo era posible que partidos con ideologías tan dispares y a veces antagónicas hayan podido reunirse para formar la alianza “Va por México”, pues ése sí es un logro, lo que no alcanza a comprender, es, que cuando la Patria está en peligro, los mexicanos saben que no importan ideologías, colores ni intereses partidistas, estos se cuelgan, se posponen hasta que vuelvan las condiciones ordinarias, cuando la prioridad es salvar a la Patria, de ocurrencias, improvisaciones y visiones mesiánicas, cuando son tiempos de la unidad republicana y de la sana y respetuosa convivencia parlamentaria y respeto entre los poderes de la Nación. Así lo entendieron los líderes de los tres partidos de la alianza y se constituyeron en consecuencia, también lo entiende a su manera y con su estrategia Movimiento Ciudadano. Así lo hicieron sentir, la alianza “Va por México” en sus discursos del primero de septiembre y Movimiento Ciudadano.

Dicen que ante los tropiezos del gobierno de MORENA no hay oposición, que no está articulada y que poco o nada podrán hacer frente a la fuerza del Partido en el Poder, pero ahí quedó claro que no es así. Basta escuchar con detenimiento los discursos de la oposición y vemos que sí hay oposición. Pero hubo un discurso que particularmente merece una lectura cuidadosa, el del Presidente Alejandro Moreno –que por cierto se ha difundido poco por el PRI– en él, se dice claramente y con contundencia que el PRI no será comparsa de nadie, ni del Presidente actual ni de los anteriores –incluido el último de extracción priísta. En ese discurso de Alejandro Moreno, se lee que sí hay oposición, y una oposición firme, sólida y decidida, un mensaje, urbe et orbi, para los priístas y para la nación, un discurso fuerte y definitorio, sin temor, sin miedos que fija la posición del PRI y su presidente, del PRI y el presidente de México, donde muchos pensaron que no se escucharía así de fuerte, de frente y sin ambages, precisó cuál será el camino por el que transitará la vida parlamentaria y en la Cámara, del PRI. Más que comentar en estas líneas y encaminar al lector en sus conclusiones, hay que leer o escuchar ese discurso, sin desperdicio, ni temores, ni cobardía, tan valiente que hay quienes pudieran pensar que hasta suicida, si lo hubiese pronunciado quien tuviera mucha cola que le pisen, pero solo puede pronunciarse desde la fuerza de la calidad moral y la satisfacción de quien sabe y se atrinchera en la fuerza que da el deber cumplido con visión de futuro.

El discurso del PRD, claro y cumpliendo sus expectativas, el PAN, fue constructivo también pero menos valiente, el de Movimiento ciudadano, claro, comprometido y respetuoso. Se sintió el cambio de la anterior legislatura de diputados a la actual, MORENA parece que aprendió la lección, de esa legislatura que pasará a la historia, como una oprobiosa, ignorante y abyecta caterva de diputados serviles, incapaces de servir a la Patria por encima de sus fanatismos. Lo que flotó en el aire de esa primera sesión, es un anhelo de recomposición del tejido político en beneficio de la Patria, porque eso es lo que el pueblo de México espera de su gobierno.

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