Últimamente varios comentócaratas han estado escribiendo sobre la debilidad de la oposición ante la fortaleza de Morena. El título de mi presente entrega habla de dichos supuestos.
En primer lugar, se utilizan los sondeos telefónicos que se han venido haciendo por diversas casas encuestadoras, cuyos resultados son que se manifiesta claramente una fortaleza de Morena ante las elecciones venideras, por la dispersión de la oposición en varios partidos políticos. Por ello, se dan por ganadas a Morena prácticamente todas las gubernaturas, salvo la de Querétaro, arrasando Morena con la Cámara de Diputados, con los congresos locales y los ayuntamientos.
El país se está cayendo a pedazos y las preferencias del presidente de la República rayan en los 60%, mientras que las de Morena despedazan a la oposición dividida.
Una situación verdaderamente bizarra, cualquier observador externo diría que el pueblo de México está mal de la cabeza y desea continuar viviendo en un país de la fantasía, en donde lo que el presidente de la República dice es la verdad absoluta y prácticamente dogma de fe.
Quiero presentar una posible interpretación ante esta situación verdaderamente incomprensible.
La primera interpretación es que los sondeos realizados no toman en cuenta a una oposición unificada. No faltan a la verdad, la oposición aun no se unifica claramente.
Otra posible interpretación, es que el pueblo de México se encuentra con el actual gobierno, feliz, feliz, feliz. Sin embargo, varios estudios con focus groups indican todo lo contrario. El pueblo de México se encuentra desesperado y sumido en la preocupación de la subsistencia diaria.
Hay millones de empleos perdidos, los hospitales están a reventar, la mayoría de los mexicanos tenemos ejemplos claros de seres queridos que han fallecido por la pandemia, y las clases con menores ingresos han venido sufriendo de una manera terrible las carencias de nuestro sistema de salud.
Lo que sí es un hecho, es que la oposición, en este momento se encuentra dividida y desarticulada, aunque con vías a la unión y a la articulación, según se ve en la presentación que dio Sí por México con los principales partidos políticos de oposición del país.
Sin embargo, esto apenas empieza. Primeramente, será necesario que haya una auténtica negociación que aterrice en tener en la práctica a los mejores perfiles de mujeres y hombres que sean postulados como candidatos a los diversos puestos de elección popular en juego, provenientes de la sociedad civil y de la militancia de los partidos. En esta precisa situación, como diría Cantinflas, “está el detalle”.
Si la oposición se estructura adecuadamente estimo qué le dará una batalla por demás competitiva y ganadora a Morena, que también, hay que decirlo, se encuentran totalmente desarticulada y conflictuada.
La operación que el gobierno está promoviendo, de forma por demás ilegal, con los famosos “siervos de la nación”, estimo que tendrá la misma desarticulación y desorganización que se ve en el quehacer gubernamental, aunque con grandes cantidades de recursos.
Por último, debemos de tomar en consideración que las encuestas que se están haciendo pueden tener el síndrome del mexicano que teme que si se expresa mal de la actual gobierno va a tener consecuencias, por lo qué estimo que las respuestas dadas no reflejan la verdad. No tengo prueba científica alguna para comprobar lo que acabo de mencionar, pero me niego en definitiva a creer que el pueblo de México haya perdido la razón.
Debemos de hacer conciencia los mexicanos que es imperativo recuperar la Cámara de Diputados, de lo contario, nos esperan tres años más de ocurrencias del gobierno que nos pueden salir muy caras. Tenemos la disyuntiva de seguir por el mal camino que llevamos o empezarlo a resolver en democracia con la participación de una oposición organizada para regresar a la senda del bien común.