El frágil techo de cristal

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El destino inmediato de los estadounidenses descansa en manos de los republicanos, tienen la llave y lo saben. Todo está en vilo si no se logra un pacto entre ambos partidos junto con las intenciones de Biden de incrementar los beneficios médicos en la sanidad incluyendo los servicios dentales, oftalmológicos y auditivos; la construcción de nuevos Kindergarten comunitarios y la concesión de la ciudanía a millones de inmigrantes sin papeles o bien la inclusión de cientos de miles de afganos evacuados desde Afganistán hace unas semanas y que en suelo norteamericano tramitan peticiones de asilo.

La táctica de los republicanos pasa por provocar la desesperación de los demócratas y que vean cada vez más cerca el cierre del Gobierno Federal por falta de recursos lo que implicaría que los empleados públicos no percibirán sueldo.

¿Por qué se produce  un shutdown? Es una práctica a la que se llega en Estados Unidos por la forma en cómo está conformada la separación de los poderes y sucede fundamentalmente  si el Presidente o bien alguna de las dos cámaras del Congreso (puede darse el caso de que ambas al mismo tiempo) no logran puntos de entendimiento en la asignación del presupuesto por cada una de las partidas que lo conforman y se alargue tanto la disputa que termine finalizando el Presupuesto vigente (1 de octubre) y no esté votado y aprobado el nuevo, para el ciclo fiscal correspondiente.

Dichas desavenencias han paralizado hasta en  19 ocasiones la Administración Federal, desde el año de 1976 a la más reciente e histórica que se vivió con el presidente Donald Trump (del 22 de diciembre de 2018 al 25 de enero de 2019) que mantuvo 35 días al gobierno trabajando con mínimos y a 800 mil empleados federales sin cobrar.

Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, aseveró ante los medios de comunicación que el presidente Biden está trabajando a contrarreloj para evitar el cierre  de la Administración Federal y si se produce “mitigar en todo lo posible” los efectos sociales y económicos en los trabajadores que quedarán sin cobrar su sueldo en tanto dure la excepción.

 

A COLACIÓN

Hay que buscarle la cuadratura al círculo: la Unión Americana gasta más de lo que ingresa y vive endeudada. En los cuatro años de gobierno trumpista, la deuda nacional subió un 36% a un rango de 28.5 billones de dólares.

La Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) reconoce que en 2020, el déficit creció hasta los 3.3 billones de dólares.  Para 2023, esta oficina estima que la deuda pública equivaldrá  a casi el tamaño de la economía norteamericana.

En la opinión de Schumer, líder de la mayoría en el Senado, Trump acumuló cerca de 8 billones de dólares en deuda, él en su momento sobrepasó el techo de cristal.

¿Qué es el techo de la deuda? Es un límite de deuda fijado desde 1917 para el Tesoro de Estados Unidos a fin de que pueda hacer frente a sus obligaciones y cada vez que es necesario ampliarlo (porque hay más compromisos financieros) debe recurrirse a la aprobación del Congreso. Desde que existe se ha elevado en 98 ocasiones no siempre de forma fácil porque está contaminado por el ambiente político del momento.

Con Trump, el techo de deuda se suspendió en 2019 hasta julio de dicho año, el límite entonces estaba fijado en 22 billones de dólares, se ha dejado en 28.5 billones de dólares. La actual administración Biden requiere otra nueva autorización para sobrepasar este límite.

Janet Yellen, secretaria del Tesoro, urge a sus contrapartes a aprobar la extensión del endeudamiento, de hecho, advierte que cualquier retraso pondrá en duda la capacidad del Gobierno Federal para afrontar sus obligaciones lo que provocaría “un daño irreparable” a la economía estadounidense y a los mercados financieros globales.

Un default a estas alturas de la pandemia sería algo indeseable para la economía norteamericana, para sus principales socios comerciales y para la economía mundial.

Yellen preocupada pide consonancia y entendimiento: “Es probable que el Tesoro agote sus medidas extraordinarias  si el Congreso no actúa para aumentar o suspender el límite de deuda antes del 18 de octubre”.

A la fecha, el Tesoro cuenta con 300 mil millones de dólares depositados en la FED, no es una cantidad suficiente para afrontar todos los pagos, la propia Yellen indica que Estados Unidos se quedaría rápidamente sin dinero y habría que dejar de pagar hasta las jubilaciones.

Pero no es solo la viabilidad financiera lo que está en juego, sino el mensaje de incertidumbre enviado a los agentes económicos que interpretan una falta de seriedad en la agenda nacional.

@claudialunapale