Tanto a nivel federal como local, la alianza opositora se tambalea y muchos dudan que ésta se mantenga en el mediano plazo; es más, las apuestas son a que PAN, PRD y PRI no arrullarán juntos al Niño Dios.
Y es que la propuesta del inquilino de Palacio Nacional de dar marcha atrás a la reforma energética de Enrique Peña Nieto, aprobada el sexenio pasado por el PRI y sus aliados —incluido el PVEM—, le ha puesto el cascabel al gato.
Bastó con que el Presidente pusiera mala cara para que los priistas se empezaran a quebrar, y quienes saben de estos asuntos afirman que acabarán siendo parte fundamental para enterrar la reforma que ellos mismos impulsaron.
Ante ese panorama, Jorge Romero, líder de la bancada del PAN en San Lázaro, advirtió al tricolor, que si apoyan la propuesta presidencial, se pueden ir olvidando no sólo de la alianza legislativa que habían pactado, sino de la alianza electoral para 2024.
Los priistas, que luego de las elecciones de junio quedaron en terapia intensiva, están contra la pared, pues su líder nacional, Alejandro Alito Moreno, perdió las elecciones en su estado y quién sabe si resista una revisión en caso de que Layda Sansores se la haga.
Quizá por ello Alito estuvo presente no sólo en la toma de protesta a los alcaldes capitalinos de oposición, realizada el 1º de octubre en Donceles, sino también el mismo día se presentó al festejo de Lía Limón en Álvaro Obregón, aunque la alcaldesa no sea precisamente del PRI.
Dicen que a lo mejor se hizo presente en ese territorio para pedirle que, ahí como cosa suya, si se entera de algo chueco en las cuentas de la hoy gobernadora de Campeche, le pase corriente para estar preparado por si se van sobre él.
El chiste es que, por angas o por mangas, pero es casi un hecho que el PRI doblará las manitas ante los designios de Palacio Nacional, y la alianza federal opositora probablemente se irá al caño.
Cosa muy similar pasa en la ciudad, pero aquí es el PAN el que se ha montado en su soberbia para tratar de hacer menos a sus aliados, sobre todo al PRD, al querer dejarlo con una mano atrás y otra adelante en el reparto de las comisiones legislativas.
Los perredistas se quejan de la soberbia del coordinador azul, Christian von Roehrich, a quien ven muy sobrado, y de los ataques del también panista Federico Döring al coordinador del sol azteca en Donceles, Víctor Hugo Lobo, lo que ha enfriado un poco los ánimos aliancistas.
El martes pasado, apenas unas horas después de que Romero amenazara a los priistas con la ruptura, el alcalde en Benito Juárez, Santiago Taboada, se destapó ante sus colegas de la alianza y los dirigentes y diputados de sus respectivos partidos, como aspirante a jefe de Gobierno.
Y no está mal, porque si se rompe la alianza, el PAN podría lanzar sus propios candidatos a la Presidencia y al gobierno capitalino; si no, en una de ésas los aliancistas deciden apoyar a Marcelo Ebrard o a Ricardo Monreal a la federal y se quedan con la ciudad.
Ya si el PAN se queda con la presidencial y cede la capital, pues Taboada puede ser senador y Romero presidente nacional del blanquiazul, y así cubren todos los escenarios.
CENTAVITOS
Por cierto, uno de los más felices con los jaloneos de la alianza en la CDXM es Martí Batres, secretario de Gobierno, pues ha podido lanzar caramelos a priistas y perredistas para que caminen con Morena en el reparto de comisiones legislativas… y luego a ver en qué más.