Debiera conducirse con rigor y ética como cualquier medio. Mandar ultimátums a un jefe de Estado para que responda a más tardar a las 5 pm no es de recibo. Por muy periodista que seas y muy del diario neoyorquino. Deplorable proceder. Hay reglas del periodismo que conviene recordar, porque a los encandilados con los yanquis y a ciertos “periodistas” opositores mexicanos se les olvida tales a conveniencia, prostituyendo su labor en tanto no exista información en contrario, que los avale en su dicho, sin respaldo de pruebas. Y, desde luego, tales reglas de conducirse con ética también aplica a periodistas extranjeros. Si en su país se vale enviar ultimátums a un servidor público, no tiene porqué ser valedero en otros países.
Cada quien. Unos solo quieren ver el celular. Otros vemos a un jefe de Estado amagado por una corresponsal sin derecho a amagarlo.
Por principio de cuentas, quien sea ha de mostrar pruebas contundentes de su dicho. Si no las tiene y tú pones en tus redes narcohastags, eres irresponsable, pues lo haces sin pruebas. Sencillito de entender. A unos y otros: ¿no las tienes? te callas. Deslizar rumores y hacer conjeturas cual “periodista” mexicano priista abierto o encubierto (¿le sumamos lo de chayotero en el peñanietismo?) solo por tratarse de un gobierno que no te cuadra, cada vez funciona menos, por una simple razón: hay muchos medios para informarse y desmentirte. Y el público, siempre tan caprichoso y tan paradójico en su comportamiento, te recuerda que no es tonto. Te molesta lo del celular, pero no que calumnien al jefe de Estado, por no cuadrarte el tipo, es tener doble moral. Difundes narcohastags careciendo de pruebas que nadie ha presentado, ya habla bastante de un nivel de ética.
Que el golpeteo desde los medios existe, es inocultable e innegable y no por ser un medio yanqui, así se trate de The New York Times (TNYT) está a salvo de tales prácticas y como todos los medios, está obligado al rigor y a la ética. Aunque se trate de TNYT. Si es que sabe con qué se come eso. Recibir un cuestionario para ser respondido (si quiere) por el destinatario no es ni de lejos, secreto de Estado ni buen periodismo ni ético; y no es obligatorio responderle. Es solo un método más eso enviar cuestionarios. Si quien envía el cuestionario y mientras difunde info inexacta, calumnia, en tanto no aporta prueba o no recibe respuesta, ergo, se expone a toda respuesta, también, porque está faltando a las reglas de su profesión. Y lo sabe. Que nadie se rasgue las vestiduras ni le juegue al ofendido, porque no le queda.
¿La corresponsal se fue por “informantes”? ¿se fue persiguiendo algo no sustentado? ¿se fue con la fácil de comprar una historia taquillera? ¿puede calumniar a alguien sin más?
Si López recibió tal cuestionario no era secreto de Estado. Puede afirmarse que pudo haber tapado el teléfono de la periodista, pero aún en el descuido o así sea de forma deliberada en la acción adrede de mostrarlo, ha señalado lo que los medios opositores se callan y no debieran, para contar la historia completa si es que son éticos como claman: cuando se lo deploran, callan que se ha mancillado su honor como presidente de México frente a periodistas opinando sin pruebas. Y tiene razón López Obrador, aunque no les guste. ¿Pueden calumniar, impunemente? Recién vimos el caso de Pagés y las esvásticas. Fatal. Decirlo le puede fastidiar mucho a los opinólogos opositores que han derramado lágrimas de cocodrilo por la revelación del teléfono de la corresponsal –callándose los mismos que a los del TNYT López los llamó calumniadores, en tanto no muestren pruebas y así se comportaron– aunque les fastidie. El mandatario ha expresado que pesa su autoridad política y lo hace como jefe de Estado. La otra será ofrecer pruebas desde tal corresponsal o su medio, que sustenten las afirmaciones de TNYT.
A mayor abundamiento: no perdamos el tiempo conque las “revelaciones” del TNYT son por razones electorales o no, o, incluso, son por presionar la política migratoria, cuando la Casa Blanca –por las razones que sea, también insondables– lleva dos desmentidos al medio sobre investigar lo que fue cerrado judicialmente, aunque los opositores mexicanos no quieran entender que no hay tema a perseguir sin pruebas, pues les satisface mucho difundir narcohastags, prensa y ciudadanos, aun sin pruebas y reconocen no tenerlas, como lo dijo el impresentable de Emilio Álvarez de Icaza. ¿Se vale calumniar? No.
Ya se ve que están mentalmente incapacitados para conducirse con la verdad como para aceptar que no lo hacen. Y si tienen pruebas contundentes del tema que sea, deben de mostrarlas y evitar la redacción en clave conjetura y suposición que nada aporta. Son demasiadas conjeturas que solo distraen el punto medular. Da igual la causa, el resultado no debiera ser otro que reportajes ceteros y no calumnias, que lo son en tanto no se aporte prueba contundente. Además, los comunicadores que se conduelen de lo sucedido con el celular llevan este sexenio abrazando lo que sea para atacar. Desde si habla lento Lopez Obrador hasta si le paga el narco. No le han perdido ni una, pero se les ha respondido en la Mañanera con el “Quién es Quién en las mentiras” que tampoco les agrada por exhibirles.
No, la libertad de expresión no ampara el infundio periodístico, no en México, al menos, que es un infundio periodístico en tanto no se exhiben pruebas contundentes de toda afirmación o simple declaración. Las pruebas son necesarias, siempre. No es negociable. Y, en efecto, el INAI, organismo autónomo atrapado en no presionar la transparencia cual debiera, sale tarde da decirle a López que todos deben respetar la ley. Sí, que el lector no se quede con la duda. También debe hacerlo López Obrador, mas eso no quita el infundio de la periodista y su medio, por muy TNYT que sea, si no hay pruebas contundentes y si su reportaje estaba solo redactado en clave suposición y si resulta inevitable que solo lo sea, que los opositores mexicanos tomen nota y lo ponderen en su justa dimensión. Que no deba exhibir el teléfono de la corresponsal no hace más ético a TNYT. Tampoco se queden con la duda. Que se enteren y déjense de usar como verdad revelada un artículo que no lo sería. Debe ser complicado aceptarlo, acostumbrados los yanquis a levantar quimeras de la nada y los opositores mexicanos a irse por la fácil encandilados con los yanquis como le sucede a tantos de ellos, haciendo cera y pabilo de López Obrador, hace ya rato apartados de la ética …y de los chayotes. ¿Es necesario recordárselos? Y, desde luego, que la ocasión del rifirrafe entre López y TNYT ha dado oportunidad de que ¡otra vez! los opinólogos anti-López suelten su sarta de insultos. Ya los lee uno en diagonal y pasa a cosas más edificantes que revisar sus acostumbradas gracejadas. Las clásicas extrapolaciones de Jorge Ramos, salen sobrando hace ya rato, también.
Por cierto, hace días los opositores decían que el INAI está supeditado a López y hoy, cuando le dice a López que toda autoridad debe cumplir la ley, les parece fantástico y autónomo. Veletas. Cómo se nota que lo que menos les importa es el INAI o lo que sea o deje de ser. Todo lo que señale a López, es lo que les viene estupendo. Punto.
Por último, recordar que no por ser un medio yanqui es más creíble. Eso sería ser muy priista seguirlo creyendo. Muy salinista. Esta columna ha demostrado antes la falta de rigor de ese medio que, por muy TNYT que sea, está obligado a ser ético y cuidadoso. Cuando responde muy timorato a López Obrador por exhibir el teléfono de la periodista, que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo, recordarle al medio yanqui que en mucho si es peligroso, eso se debe a que sus drogadictos incontrolados estadounidenses son atrayentes de la droga que parte de México a un mercado que la reclama con avidez, reforzando así su cultivo y tráfico junto con armas yanquis que irresponsablemente producen y venden cual caramelos y cada tiroteo como el de Kansas City les recuerda que su desmadre con ellas, afecta a México. Y encima, está robustecido el narco en México por el corrupto sistema financiero yanqui (Wall Street a la cabeza) recibiéndoles dinero. Se pueden guardar sus lágrimas de cocodrilo, ¡corruptos! Que con ellas solo encandilan a gente embotada con Estados Unidos. Ya se las pueden ahorrar con quienes no dejaremos de señalarlos como responsables directos de esa violencia en México que, cariacontecidos, dicen que les fastidia. Tantito de por favor. Si no quieren, pueden dejarse de cubrir noticias de México. Total, para las sandeces que publican las más de las veces, ya se las pueden ir ahorrando. Váyanse a cubrir las injerencias de su país en cuantas naciones van de metomentodo.
Postdata. Las granjas de bots lanzando los dos narcohastag que aluden a López y Sheinbaum, no han menguado la popularidad de López y la preferencia por Sheinbaum. ¡Lástima, Margarito! Mejor suerte la próxima.