Octubre es otro mes prolífico en celebraciones, para el 24 recordaremos que hace ya 75 años, se fundó –después reuniones en San Francisco de abril a julio de 1945 en el que concluyó la segunda guerra mundial- la ONU con el compromiso de mantener la paz y seguridad internacionales. En su afán de fomentar relaciones de amistad, así como promover el progreso social, ha impulsado la difusión y promulgación de los derechos humanos –entre ellos el acceso a la salud- y a últimas fechas ha acordado acciones climáticas a fin de limitar el calentamiento global. Para concretar el afán de elevar el nivel de vida de la humanidad, se fomenta entre muchas otras cosas la alfabetización [1] -que formalmente se supone tiene cubierta a más del 90% de las personas en el planeta -aunque las que se califican con analfabetismo funcional se incrementan cada año- lo cual es factor para aumentar los riesgos de salud, estrés, bajos salarios y muchas otras limitaciones derivadas de apenas el uso elemental del alfabeto. ¿Tienen claro lo milenias y la generación Z el significado de la raza que dese hace décadas se rememora el 12 de octubre en México? ahora que los revisionistas, parecen querer extinguir el mestizaje en aras de un ficticio ¿rescate de los grupos indígenas y “originarios”? El monumento a la raza –con su respectiva estación de metro y hospital del IMSS- ¿será retirado igual que ocurrió con el que recordaba a Cristóbal Colón?
El tema educativo en nuestro país, se supone está de fiesta pues acumula 100 años de haberse fundado la SEP, que como programa “post revolucionario” tenía entre sus muchos propósitos borrarle la marca distintiva de las elites heredadas desde los restos de imperio romano de occidente -470 DC- traída a las Américas por las diversas estructuras eclesiásticas, que arribaron de la mano de los llamados “conquistadores” como una forma, sino vengativa, cuando menos poco ilustrada de las características de quienes, llegaron –primero de Europa y luego de África y Asia- a mezclar su cultura con los que aquí ejercían sus propios procesos sociales y culturales. En el proceso de industrialización de Inglaterra los primeros actores ¿eran alfabetizados?
Teniendo México un porcentaje aproximado de 40% de la población con habilidades de escritura y lectura a inicio del siglo pasado y luego de los esfuerzos constantes de las instituciones operadas por los grupos políticos funcionales sobre todo a partir de los años 50, hoy se dice que casi 98% de nuestros nacionales –inclusive los adultos que no acudieron a la primaria formal cuando era menores de edad- son alfabetizados, pero ¿Son reales o funcionales? Independientemente de la respuesta, es preciso considerar que el incremento poblacional ha dado como resultado –según datos de la UNESCO- un éxito relativo en el aumento de los adultos en esta condición [2] aun cuando esta circunstancia varíe dependiendo de la región que se esté midiendo.
Un factor importante a considerar en esta celebración del centenario de la SEP, es la correlación entre el crimen y el analfabetismo pragmático. ¿Qué porcentaje de adultos y menores de edad con analfabetismo funcional terminan en prisiones? [3] los problemas de estos delincuentes recluidos en prisión, ¿son solo de lectura y escritura o incluye a las matemáticas básicas, la historia o el civismo? Los procesos educativos, se hacen complejos, en situaciones mundiales como las derivadas de una pandemia que toca emociones como el miedo, las derivadas de las limitaciones de contacto personal, la imposición de la reducción de espacios –que en otras circunstancias encuentra equilibrios al salir de casa- y todas aquellas derivadas del contexto cultural de cada quien, complementan el lenguaje oral natural y todo aquello que puedan implementar los propios padres. ¿Puede la SEP, explicar si luego de superar los métodos sintéticos y analíticos ha puesto en marcha otros mejores de acuerdo a lo contemporáneo? ¿Qué papel juegan los niños como sujetos activos de la enseñanza? ¿Se alcanza esto por no ponerles límites y dejarles en la “libertad” de buscar venganza contra un compañero o los propios maestros?
Quienes tuvimos el privilegio de ser educados, por profesores que tuvieron en cuenta los saberes previos que nos acompañaban al llegar al aula –en mi caso casi siempre fueron del sector público- quienes contaban con conocimientos básicos de psicología, salud, sociología, habilidades manuales desde cocina hasta carpintería pasando por costura y en fin todo lo indispensable a fin de entender la lectura como construcción que superaba el simple descifrado y la escritura como desarrollo de los sentidos –nos enseñaban a redactar, nos ponían a leer en voz alta, conocíamos de poesía, buscábamos el significado de la palabras nuevas de trigonometría física y química- y por supuesto la participación como una forma de iniciar el ejercicio de la libertad respetando siempre el derecho de cada quien a pronunciarse aun en temas que no compartiéramos. ¿Es posible hoy expresar nuestro desacuerdo en cuestiones como la contra reforma de las energías fósiles? ¿Quién te defiende si alguien con cualquier cantidad de poder nos persigue solo por pensar diferente?
Hay pues, muchas cosas que aprender en este centenario de la secretaria de educación pública. Cosas adicionales a explicarnos que es el día de la niña, el de la salud mental, de los docentes, de la sonrisa, de la depresión, de la dislexia, de los cuidados paliativos, contra el fracking… uf. Dependiendo de los recursos con los que se cuente –en las escuelas, los hogares y los propios alumnos- podríamos adentrarnos en lo que es el litio, porque el carbón es un recurso no usado por los países desarrollados, en que es mejor o peor un auto eléctrico; como afecta al desarrollo de un escolar el percibir que quienes le gobiernan mienten, saben poco, manipulan para hacerlos afines irracionales o no tienen idea de hacia dónde pretenden llevarnos.
[1] El día mundial para recordar y actuar en función de ese propósito, se celebró el pasado ms de septiembre.
[2] 878 millones en el año 1990 para llegar 745 millones en el 2015 (86.2%)
[3] En USA es el 60% de adultos y 85% de menores de edad