Las pugnas de Pablo Gómez y AMLO; Carmen Lira, La Jornada y la censura  

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A la memoria de Ricardo Nudelman

Gran Amigo de escritores y periodistas 

México, D.F. martes 16 de noviembre de 1999

Deja Pablo Gómez La Jornada

Señora directora: Después de más de 15 años de trabajo ininterrumpido en La Jornada, te presento mi renuncia como colaborador semanal del diario.

El motivo es la censura contra mi última colaboración, correspondiente al viernes 12 de noviembre, que trataba el tema de la falta de requisito constitucional de residencia de Andrés Manuel López Obrador para ocupar el cargo de jefe de gobierno de la ciudad de México, así como el contenido político que, a mi juicio, tuvo el registro del mismo como precandidato del Partido de la Revolución Democrática.

La materia del artículo es para mí lo de menos, aunque para ti probablemente fue decisivo en la determinación que tomaste. No puedo admitir la censura política, pues toda mi vida he luchado contra ella. No puedo avalar tampoco que en La Jornada se pueda opinar de los procesos internos de otros partidos, pero se censure un escrito sobre el proceso preelectoral interno del PRD. El periodismo que defiendo es otro.

No paso por alto que, conociéndome como me conoces desde hace muchos años de amistad desinteresada, al rechazar el artículo sabías que no podría continuar como colaborador de La Jornada. Entiendo que tu censura a mi artículo fue, también, un acto de expulsión de mi persona.

Las anteriores líneas son parte de la carta de renuncia de Pablo Gómez a La Jornada. El motivo: Carmen Lira censuró un texto de Pablo Gómez en los que cuestionaba a López Obrador por violar la Constitución para imponerse como candidato a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Carmen Lira se negó a publicar los cuestionamientos de Pablo Gómez contra el tabasqueño. Gómez rompió con AMLO y la directora de La Jornada selló un pacto político desde entonces con el ahora presidente de la república. 

Pablo Gómez se sumó a Morena en 2017 para ser diputado por enésima ocasión en las elecciones de 2018. En las pasadas elecciones perdió frente a Gabriel Quadri, candidato del PAN. Tras el escándalo de la boda entre Santiago Nieto y Carla Humphrey en Guatemala, López Obrador decidió incorporarlo a su gabinete y poner fin a sus diferencias políticas que surgieron a partir de su confrontación por la jefatura de gobierno de la capital del país. 

Después de veinte años de pugnas Pablo Gómez y López Obrador ponen fin a sus diferencias. Gómez sustituye a Santiago Nieto en la dirección de la Unidad de Inteligencia Financiera. 

La censura a Pablo Gómez que lo llevó a renunciar a ese diario es sólo una muestra de los manejos facciosos de Carmen Lira al frente de La Jornada.

Cuando Carmen Lira sustituyó a Carlos Payán en la dirección de La Jornada lo primero que hizo fue imponer la censura, continuó por desembarazarse de quienes eran un estorbo para su proyecto comenzando por algunos colaboradores y aplicó la ley del garrote contra los trabajadores sindicalizados. Su propósito era mantener el poder a toda costa. Prosiguió manipulando la información y dictando titulares indignos de la política editorial. Se rodeó de colaboradores carentes de la más mínima conciencia ética y social y excluyó del debate a las firmas más críticas para pasar a dar voz y espacio a personajes infames y deleznables como La Maestra Elba Esther Gordillo y Alfredo Jalife, entre otros. 

Tras 25 años de mantenerse en el cargo dejó el timón del periódico en manos de uno de los reporteros más mediocres y corruptos. 

Víctima de la censura, el periodista Jaime Avilés se vio forzado a renunciar. Por órdenes de Carmen Lira fueron censurados sus trabajos sobre la corrupción de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. 

“Qué mala decisión tomaron Carmen Lira y su patibulario número dos, el tránsfuga de ETA o de Grapo, el acaudalado Josetxo Zaldúa, corrupto entre los corruptos, capataz de mis queridos compañeros de redacción y de oficio, al negarse a investigar y denunciar la masiva compra de votos que llevaba a cabo el PRI, en preparación del fraude que ahora ha arrastrado a México hasta la orilla de un abismo en que tal vez nada podrá evitar que se hunda, si se concreta la privatización de Pemex.”

Tajante Jaime Avilés intuía el daño que le producían a La Jornada las pésimas decisiones por lo que cuestionó con contundencia: “¿Cuánto tiempo más habrá de transcurrir para que los trabajadores de ese diario le digan a Carmen Lira que su maravilloso e histórico ciclo ha concluido y que debe retirarse antes que esta decadencia lo empañe? ¿Qué se necesita para convencerla de que pase a retiro a Josetxo, para que ese soldado de fortuna se lleve también a los miembros de su camarilla de vividores, como el tuerto del ojo de vidrio que le lleva el whisky noche tras noche? ¿Qué debemos hacer para que La Jornada vuelva a enderezar el rumbo?”.

Jaime dio la batalla hasta el último aliento de vida. Falleció el 8 de agosto de 2017 pero dejó un legado y un vacío que jamás se podrá llenar en ese diario.

Continúa la carta de renuncia de Pablo Gómez ante la censura impuesta por Carmen Lira:

Me duele mucho dejar La Jornada, a la que ayudé a nacer con todas mis fuerzas, en la que colaboré durante tantos años, la que he defendido como un espacio periodístico promotor de la democracia, en la que he sido durante años miembro de su Consejo de Administración, donde trabajé en algunas funciones cotidianas de intenso aprendizaje al lado de muchas personas entusiastas, honradas y profesionales.

Doy las gracias a quienes me apoyaron y orientaron durante mis intensas colaboraciones en La Jornada.

Te solicito atentamente, Carmen, que esta carta de renuncia sea publicada en El Correo Ilustrado, en atención y respeto a los lectores.

Pablo Gómez

El ex líder estudiantil es ahora un político con mucho poder. Ha vivido más de la mitad de su vida del erario público bajo el frondoso paraguas de la política. López Obrador es el poder de los poderes, el símbolo del autoritarismo contra el cual luchó toda su vida Pablo Gómez. En cuanto a Carmen Lira, encabeza un diario en plena decadencia que terminó convertido en un periódico oficialista muy desacreditado. 

Hoy los une a los tres la “cuarta transformación”. La etapa más corrupta e inestable en la historia reciente del país. La falsa izquierda de los impostores.

¿Hasta cuándo, preguntaba Jaime Avilés, Carmen Lira se dará cuenta que su ciclo al frente de La Jornada ha concluido?