Tiene razón Claudia Sheinbaum: Desde hace mucho nuestro país está preparado para que lo gobierne una mujer. El andamiaje jurídico lo permite. Sin embargo, México no ha tenido una Presidenta de la República.
¿Por qué?
Ah, aún existen resistencias políticas, sociales y culturales. Y se reflejan primerísimamente en los partidos políticos, donde, por cierto, en su mayoría tienen presidente del Comité Nacional, dejándole a la mujer la segunda posición vía procedimientos truqueados.
Y me pregunto si el andamiaje jurídico vigente es suficiente para garantizar la paridad de género en la sucesión presidencial 2024.
Parece que no.
Seguramente los partidos alegarán que como la titularidad del Poder Ejecutivo Federal es unipersonal y es titularidad única, pues no encaja la paridad. Por tanto, dicho cargo debe excluirse de la paridad en todo.
¿Y la alternancia de género? Encaja. Y representa la figura jurídica para saldar la deuda histórica con las mujeres en la sucesión presidencial.
Amén de que en nuestro país las mujeres representan la mayoría en términos poblacionales y electorales. Tan solo los registros más recientes arrojan las siguientes cifras:
En el censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la población mexicana ascendió a 126 millones de personas, de las cuales 65 millones son mujeres (51.2%) y 61 millones son hombres (48.8%).
Y al corte del 29 de octubre de 2021, el Instituto Nacional Electoral (INE) reporta una ciudadanía del orden de los 92 millones 135 mil 177 en Lista Nominal, siendo mujeres 47 millones 778 mil 054 (52%), y hombres 44 millones 357 mil 123 (48%).
Sin embargo, ninguna estadística ha servido para llevar al marco constitucional y legal, la alternancia de género en la Presidencia de la República como una acción afirmativa a favor de las mujeres. Así, los hombres seguirán gobernando por los siglos de los siglos.
A menos de que nuevamente a punta de resolución jurisdiccional, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación diga que la paridad en todo también aplica en el cargo presidencial. Claro, antes puede darse por reforma electoral.
Así como están las cosas, ni la misma Claudia Sheinbaum tiene garantizada la postulación de Morena a la Presidencia de la República.
En política nada está escrito. Y de aquí a las elecciones de 2024 pueden suceder muchas cosas: Por ejemplo, que la ciudadanía le revoque el cargo al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Y sin AMLO Claudia no sería prospecto presidenciable.
Y no se trata de eso. Se trata de que las mujeres de Morena y del resto de los partidos políticos por sí mismas sean prospectos a la sucesión presidencial, primero por su nivel competitivo y experiencia en política y en la administración pública.
Pero además de que tengan garantizada la postulación y el acceso al cargo. Caso contrario, nunca habrá una Presidenta de la República, solo candidatas como hasta ahora y postuladas por partidos que no son competitivos.
Entonces, es necesario que los partidos competitivos postulen mujeres a la titularidad del Ejecutivo Federal, y para ello parece ser necesario que sea por mandato constitucional en la figura de alternancia.
Ya ven, no había gobernadoras, porque los partidos competitivos no postulaban a las mujeres. Hoy, las hay y las habrá en mayor número gracias a la paridad ordenada por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Así que, partidos políticos, vayan preparando cuadros femeninos para las elecciones presidenciales 2024. Pues si ya se está avanzando en la paridad de género en gubernaturas, ¿por qué no para la Presidencia de la República?
Mujeres en general vayan preparándose también, incluidas, por supuesto, aquellas con la aspiración de la candidatura por la vía independiente.
Sí preparándose, porque tampoco se trata de llegar tan solo por ser mujer, sino se trata de llegar por capacidad, experiencia y talento, para gobernar bien y sin aviesos titiriteros; hombres en lo individual o en conjunto que impulsan a las mujeres para gobernar ellos aprovechándose de los afectos de AMLO.
Titiriteros ya se ha visto en presidencias municipales, y también en el contexto de la selección interna de candidaturas a las gubernaturas en algunas entidades federativas.
¿NADA MÁS CLAUDIA?
Claudia Sheinbaum es una mujer preparada y talentosa, sin duda. Sin embargo, en Morena militan más mujeres con iguales cualidades.
Entonces, ¿por qué nada más pensar en Claudia como posibilidad para la candidatura a la sucesión presidencia de 2024?
Puede ser alguna de las nuevas gobernadoras, una legisladora (como, por ejemplo, Mónica Fernández Balboa), o la misma ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; o la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján.
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