Aunque de una manera diferenciada en el mundo, el proceso de vacunación va avanzando, y con ello también casi de la mano el proceso de reactivación económica, lo que hace que millones de trabajadores por fin tengan ingresos para paliar la caída en su nivel salarial y el aumento en la desigualdad social que ha dejado como lastres entre otros la pandemia del COVID-19.
Muchas son las lecciones que nos deja la pandemia de este nuevo coronavirus, que, a estas alturas, cuando se comienza a ver una luz de salida en el horizonte debemos de reflexionar, porque una cosa es segura, el mundo no será igual después de esta grave y terrible experiencia del Covid y además no será la última pandemia o crisis sanitaria que la humanidad padecerá. Si observamos el mapa del mundo acerca del avance en la vacunación, observaremos que son mayormente los países del continente africano, los que mantienen un gran rezago, seguido de Asia y luego la región de América Latina con excepción de Chile, esto significa que en la salida de la pandemia, la desigualdad de desarrollo que ya se tenía previamente ahora habrá de expandirse lo que nos lleva a visualizar que el desarrollo desigual y combinado habrá de fortalecerse en detrimento de millones de personas y que si el mundo aspira a ser mejor este deberá de ser el reto principal a abordar y encarar para mitigar en el corto plazo y en un mediano y largo plazo proponerse con acciones concretas como abordar un nuevo modelo de desarrollo que posibilite un mundo mejor.
Pero justo una de las lecciones que nos ha dejado la pandemia es que los organismos internacionales son cascarones vacíos que no cuentan con los mecanismos ni la fuerza suficiente para gestionar los conflictos de la humanidad, por ejemplo la ONU, hasta la fecha a través de la OMS no ha podido realizar la investigación para que el mundo sepa el origen y las causas de la actual pandemia de este coronavirus que ha causado 5 millones de personas fallecidas de acuerdo a las cifras oficiales y China sigue sin dar una explicación y mucho menos sin asumir su responsabilidad cualquiera que esta haya sido por la propagación del virus, pero también el famoso método de compras masivas de vacunas para los países más pobres a los que México se sumó con el mecanismo de colaboración para un acceso equitativo mundial a las vacunas denominado COVAX ha sido un rotundo fracaso, lo que explica en gran parte lo que arriba mencionaba acerca del poco o lento avance en diversas regiones ( las más pobres) del mundo. Muchos son los ejemplos que nos llevaría todo este espacio para mostrar la crisis de la ONU, pero los aquí señalados valdrían para mostrar que urge una reforma de profundidad para que los representantes de las naciones puedan gestionar los profundos problemas del mundo como el del clima o los eternos conflictos en Oriente Medio.
La pandemia también mostró la ausencia de solidaridad entre los gobiernos salvo de aquellos que los intereses económicos llamaban a acelerar la recuperación económica a través de acelerar la vacunación como fue nuestro caso por la vecindad con los Estados Unidos de América por el Tratado Comercial y el aprovechamiento de los líderes populistas para tener el cinismo de decir que está crisis “caía como anillo al dedo” ya que la paralización de la economía dejaba a millones de trabajadores a expensas solo de los apoyos gubernamentales y con ello esperaban los populistas que su imagen y legitimidad aumentaran. La democracia sale dañada también por la restricción de libertades o las facultades meta legales que los autócratas han asumido y que la democracia post pandemia deberá de desmontar.
El Estado saldrá fortalecido después de la pandemia en detrimento del mercado, pero también las políticas proteccionistas, lo que llevará a una nueva relación comercial que sin duda modifica las reglas del juego de la globalización y de aquello que en 1989 salió como guía hegemónica del modelo económico a seguir conocido como “el consenso de Washington ” y que fue el triunfo del neoliberalismo y la democracia liberal. ¿El G-20 será capaz de ponerse de acuerdo en un nuevo modelo de desarrollo que permita el crecimiento económico y la distribución de la riqueza generada en un marco de mayor democracia y participación social?
Los cambios que el confinamiento obligó al mundo a realizar con el uso de aplicaciones digitales y de internet (de manera sobresaliente Zoom) ha demostrado que existe otra forma de ejecutar muchos de los trabajos y que no solo es el comercio de bienes y servicios sino el comercio de los datos lo que habrá de salir y continuar. La guerra comercial post pandemia escalará la rivalidad política entre China y los Estados Unidos de América (USA) a una nueva fase de la geopolítica.
En el caso de nuestro país ni siquiera hemos iniciado la discusión, ya que la chabacanería de la agenda dictada desde Palacio Nacional mantiene a los actores políticos en las riñas de la polarización de acuerdo a los intereses del presidente, pero a la vez muestra la miopía de las oposiciones y la carencia de una agenda programática para el desarrollo del país y la problemática de nuestra frágil democracia a que la ha llevado el populismo. Es hora de abordar con seriedad y responsabilidad la agenda por venir en un mundo que sin duda también habrá de ser muy diferente al de antes del Covid-19.
@aguilarsoliss