Y viene el choque de interrogantes y de emociones y es que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos dirigió una recomendación a la Fiscalía General de la Republica y al Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social por supuestos actos de tortura cometidos a Mario Aburto, asesino de Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Un eterno debate de moral y principios que llega al extremo de cuestionar si un criminal merece igual de derechos y respeto que el resto de la ciudadanía en libertad. Ahora se solicita realizar una nueva investigación “para subsanar deficiencias y llegar al pleno esclarecimiento de los hechos” dicta el texto.
Sería oportuno que dialogarán con Luis Raúl González Pérez, ex fiscal del caso Colosio y reconocido expresidente de la CNDH para revisar cada antecedente de este histórico archivo. Que aprendan a leer.
La CNDH recibió una nueva queja de Aburto, donde señaló que ha denunciado desde hace 27 años ser sujeto de tortura, señalamiento, por supuesto, sin comprobación.
En la queja se denuncia que las autoridades que intervinieron tanto en su aprehensión como en las iniciales diligencias ministeriales y en el traslado del asesino a las instalaciones del Centro Federal de Readaptación Social número 1 incurrieron en actos irregulares en su contra.
Aburto afirma que los médicos que le atendieron intencionalmente ocultaron los diagnósticos y pruebas de la violación a su integridad.
El reclamo va más allá ya que Aburto enfatiza que le han hecho prisionero en carceles lejos de su familia lo que “constituye una violación a los derechos humanos a la integridad personal y trato digno”.
La CNDH también recomendó reparar el daño al agraviado y a sus familiares en los términos de la Ley General de Víctimas. Mario Aburto fue capturado aquel 23 de marzo de 1994 en Tijuana, Baja California, en un evento político en donde el entonces candidato a la Presidencia de la República, por el PRI, Luis Donaldo Colosio, fue asesinado. Al paso del tiempo, Aburto exige hoy lo que arrebató a Luis Donaldo, a su familia y al país.
Por muy popular no deja de ser un criminal, un asesino, un psicópata que actuó con determinación, con alevosía, con ventaja y una cínica temeridad. Con arma de fuego disparo por la espalda y en el craneo a un ser humano y hoy pide derechos y la CNDH responde a su petición.
Qué criterio tendrán al respecto los cercanos a la familia Colosio que desde hace 27 años, incluyendo sus hijos, sobreviven a esta reprobable tragedia.
Sólo nos falta, y es capaz, que AMLO lo indulte.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2