Pues ganó Morena. Se usarán en todo el país los dos mecanismos para recolectar las firmas exigidas por la ley para la procedencia de la jornada de Revocación de Mandato: Formatos físicos y dispositivos electrónicos.
El Instituto Nacional Electoral (INE) había dispuesto también los dos mecanismos, pero por régimen de excepción se utilizarían formatos físicos solamente en 204 municipios de alta marginalidad. Entonces Morena impugnó. Y la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le dio la razón.
Ambas instituciones electorales tienen argumentos válidos. El INE intentó priorizar el mecanismo electrónico que ha dado buenos resultados para el apoyo de candidaturas independientes y en la consulta popular. Sin embargo, el órgano jurisdiccional argumentó que tratándose de Revocación de Mandato debe ampliarse la posibilidad a la ciudadanía de participar.
Y tan, tan, el Pleno del Tribunal avaló los dos mecanismos.
Vaya trabajo que le espera al INE. De entrada el presupuesto para las tareas relacionadas con la Revocación del Mandato es bastante limitado por no decir inexistente. A ver de dónde saca dinero para mandar a imprimir los formatos físicos necesarios. Tendrá que tijerear aguinaldo o bonos de fin de año de consejerías.
Luego se enfrentará a la revisión de la autenticiad de las firmas en los formatos físicos como en los dispositivos electrónicos, pasando por la verificación del cumplimiento de requisitos de la ciudadanía firmante: La calidad de elector.
No habrá problema si todo resulta correcto. Pero puede armarse la bronca si empiezan a salir firmas duplicadas o falsas. Y no será culpa del INE, sino de los partidos políticos que siempre se las ingenian para hacer trampas, aun cuando no participen de manera directa en este tipo de mecanismos ciudadanos.
Por cierto, en el supuesto extremo cabe preguntar: ¿Quién haría más trampas? ¿Morenistas o militantes de partidos de oposición?
Morena ha mostrado muchísimo interés en que se lleve a cabo la jornada de Revocación de Mandato (aunque este partido le llama “Ratificación” porque efectivamente va por ésta). Los opositores quien sabe hasta donde tengan interés; en una de esas crece el ánimo ciudadano por revocar al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Por lo pronto, es necesario cumplir con el requisito para convocar al proceso de Revocación de Mandato: Reunir el apoyo del 3% de la ciudadanía inscrita en la Lista Nominal de Electores, que equivale a 2 millones 758 mil 227 de mexicanas y mexicanos de al menos 17 de entidades federativas (sus firmas).
Y dada la resolución de la Sala Superior sobre el uso de formatos físicos y de dispositivos electrónicos en todo el país para recabar dicho apoyo, el INE deberá modificar cuanto antes los Lineamientos respectivos, “para que la ciudadanía interesada cuente con la posibilidad de elegir el medio que más les convenga”, pues precisamente el lunes 1º de noviembre inició el periodo de recolección de firmas, el cual concluye el 15 de diciembre.
LA LIMITANTE
Lo que sí es que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador no podrá opinar e informar acerca de la continuidad en su cargo, porque, como bien se expuso en la sesión de la Sala Superior, la Ley Federal de Revocación de Mandato lo prohíbe.
Y lo prohíbe en el sentido de evitar que el mandatario nacional, y en general todos los entes de gobierno, influyan en la opinión de la ciudadanía durante el proceso de Revocación de Mandato. Por tanto, la misma ley otorga al INE la facultad exclusiva para emplear “recursos públicos en la promoción objetiva, imparcial y con fines informativos de la participación ciudadana en dicho proceso.”
Pues claro, autorizar al presidente López Obrador sería tanto como poner a su disposición todos los recursos del Ejecutivo Federal para promover a su favor cualquier procedimiento sobre la Revocación de Mandato, que traducido en el lenjuage morenista sería para su ratificación. Y pues no se pueden usar recursos públicos con fines político-electorales.
Aunque seguramente el tabasqueño se las ingeniará para opinar e informar sobre su continuidad en la Presidencia de México desde la tribuna de las mañaneras. Total, los procedimientos sancionadores en su contra no han pasado de meras llamadas de atención.
Ni pasarán de ahí. Porque la ley tiene no lagunas, sino océanos en ese sentido, muy, pero muy a propósito.
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