- A partir de la detención y declaraciones del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, se logró ampliar la investigación a 70 personas.
- UIF busca cambiar la dinámica hacia una de cumplimiento de las reglas del estado de derecho, particularmente en los temas relacionados con el combate a la corrupción.
Tras la detención de Emilio Lozoya y Rosario Robles, el nombre del expresidente Enrique Peña Nieto ha sido una constante en la opinión pública, por lo que el mismo Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), argumentó que era prácticamente imposible que el expresidente no estuviera enterado del desvío de miles de millones de pesos de recursos públicos.
“No había posibilidades de que el Presidente no tuviera conocimiento de esta corrupción a alta escala que tuvimos en México”, aseguró Nieto Castillo, en una entrevista con el diario La Jornada.
Nieto fue enfático al mencionar que, “los citados mecanismos de desvío de recursos públicos no hubieran podido hacerse sin la aquiescencia o la instrucción de personas encumbradas en el poder. Mi hipótesis, evidentemente, es que en todos los casos Peña Nieto estaba enterado, en razón de que en un sistema presidencial como este no había posibilidades de que no tuviera conocimiento de esta corrupción a alta escala que tuvimos en México, tanto en lo que era Sedesol, como en Sedatu, Pemex y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes”.
Según el funcionario, a partir de la detención y declaraciones del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya se logró ampliar la investigación a 70 personas, entre ellas Luis Videgaray, exsecretario de Hacienda, y David Penchyna, quien fue senador durante la discusión de la reforma energética y dirigió el Infonavit en el último tramo del sexenio pasado.
“La posición del presidente López Obrador es muy clara: cambiar esa dinámica hacia una de cumplimiento de las reglas del estado de derecho, particularmente en los temas relacionados con el combate a la corrupción”, insistió.
Nieto Castillo explicó que la corrupción en México “era sistémica y los diseños institucionales para combatirla eran y siguen siendo en gran medida insuficientes”.
Sin embargo, dijo que se vive un momento muy distinto, “Está el hecho sin precedente de que se haya enjuiciado a ex gobernadores o logrado el congelamiento de cuentas de personas vinculadas con el ejercicio público; o se haya logrado, incluso, obtener órdenes de aprehensión contra secretarios de Estado y gente vinculada con el poder. Creo que ese es un gran paso”.