Una tragedia recorre a México: la de la inseguridad y violencia, que de la mano de la ineptitud y la impunidad (y quién sabe si de la colusión con sus autores de parte de las autoridades, que se supone debería de combatirlos), golpea desde hace ya varios años nuestro país, pero en los últimos tiempos y sobre todo en este gobierno se ha evidenciado un desbordamiento de la ley por parte de los delincuentes que día a día con sus acciones en muchas regiones de México, llenan de dolor, tragedia, zozobra y luto a miles de familias mexicanas.
Este fin de semana ya se contabilizan más de 80 mil homicidios dolosos en lo que va del gobierno de López Obrador, rebasando y por mucho los que en el mismo tiempo se dieron en los gobiernos de Calderón y Peña que fueron de 28,072 y 39,446, respectivamente, lo que significa que con la inexistencia de una estrategia o la irresponsable frase de López de que su política pública para este flagelo sería “abrazos no balazos”, es uno más de los ejemplos de ineptitud del gobierno morenista.
López Obrador reorganizó los cuerpos de seguridad para desaparecer la policía federal y crear la Guardia Nacional, militarizando aún más la seguridad pública y por supuesto, traicionando una vez más su compromiso de regresar al ejército a los cuarteles, aún más, militariza la Guardia Nacional e incrementa sus presupuestos, pero con resultados pésimos como estamos viendo. La Secretaría de la Defensa Nacional aumentó para este año 2021 su presupuesto en un 15.7% al pasar de $94,029 MDP el año pasado a $112,557 MDP; la Secretaría de Marina pasó de $33,558 MDP a $35,477 MDP en el mismo lapso, y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tenía en 2020 $60,151 MDP y para este año ejercerá $63,442 MDP y la militarizada Guardia Nacional dio el salto presupuestal de $29,286 MDP a $35,672 MDP y todo para tener más violencia e inseguridad en todo el país dejando a la sociedad en bastas regiones del país literalmente a merced del crimen organizado y haciendo del Estado de Derecho una expresión vacía.
El 25 de junio de 2019 en Ecatepec, Estado de México, López Obrador aún mareado por su ascenso al poder señaló que “no creo que tiene mucha ciencia el gobernar, eso de que la política es el arte y la ciencia no es tan apegado a la realidad; la política tiene más que ver con el sentido común que es el menos común, eso sí, de los sentidos, la política tiene que ver con el juicio práctico, la política es transformar, es hacer de historia…”, pero hay que recordarle al presidente que en política lo que cuentan son los resultados, y aquí están estos, en esta materia de seguridad está reprobado como en muchas otras porque la violencia e inseguridad están desbordadas y han costado muchas vidas y sabemos que no es por falta de recursos, sino la ineptitud del presidente para gobernar.
La violencia e inseguridad afectan también el clima de inversiones y la imagen del país en el extranjero para el turismo, que en medio de la pandemia por el Covid y sus efectos en la economía desvelan de cuerpo entero la incapacidad del actual gobierno para gestionar de manera eficiente las crisis que afectan a México. Ahora, el presidente debería de reflexionar sus palabras porque lo que dijo en Ecatepec entonces, ahora lo pone no solo como un gobernante sin conocimientos sino también sin sentido común y fuera de la realidad de los verdaderos problemas que aquejan a los mexicanos.
Por años, López Obrador se la pasó criticando a los gobiernos anteriores y al tener la oportunidad de tener la Presidencia de la República, a casi dos años y medio, día a día evidencia que le quedó muy grande el cargo, y todo lo que dijo antes, como ahora lo que muestra, es un gran incapacidad, hay que recordarle que en política la percepción cuenta más que la realidad y ahora se percibe que no puede con el gobierno y el tiempo se le agota, sin rectificar lo que hace es agudizar las crisis y romper la confianza ciudadana y la confianza hay que recordarle que es un elemento inasequible y volátil.
@aguilarsoliss