Este sábado se dio a conocer la sorpresiva boda de Santiago Nieto titular de la Unidad de Inteligencia Financiera y Carla Humphrey consejera del INE.
¿Pero por qué sorpresiva?
Resulta que Santiago Nieto, la verdad, no le tiene confianza a la política presidencial de “Abrazos no balazos” ni a eso de que el presidente acusará a los malosos con sus abuelitas, es más, tampoco le tiene confianza al programita de “Sembrando Vida” porque consideró que a lo mejor lo dejaban por ahí sembrado.
Tomando lo anterior en consideración, resulta que desde hace un par de semanas se había anunciado que la boda del terror de los enemigos políticos del presidente de la República sería en Guatemala, alegando que el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera había recibido amenazas de grupos criminales diciendo que le apestarían la boda. Santiago Nieto y sus allegados consideraron que era más seguro y de más caché que se casara en Guatemala y no en México dado que así solo irían los cuates y la molesta prensa conservadora nacional no se colaría a la boda y fiesta para dar fe y divulgar que personajes y cuántos asistieron al evento, ni tampoco se sabría cuáles fueron los regalos ni cuál fue el menú ¿Cómo ven?
Se programó una fiestecita íntima, no más pa la familia y los cuates, pero como siempre sucede con los nuevos ricos, sus ostentosos festejos siempre tienen un inevitable tinte de naqués, y las sorpresivas notas periodísticas no se dejaron esperar.
Algo que llamó mucho la atención de pobres y ricos, conservadores y liberales de nuestro país y del mundo entero, fue el asuntito de Paola Félix Díaz digna representante del Gobierno de la Austeridad Republicana, quién hasta este sábado 6 de noviembre del 2022, ostentaba el puesto de secretaria de Turismo en el gabinete de la Delfina Presidencial y jefa de Gobierno de la CDMX Doña Claudia Sheinbaum.
Paola Félix fue sorprendida por las autoridades guatemaltecas en una maroma de un grado de dificultad de 6.5 con tres mortales al frente y caída de manos en la masa, por intentaba introducir ilegalmente 35 mil dólares en el vecino país, algo así como un poco más de 740 mil pesos, las autoridades guatemaltecas confiscaron el dinero y dejaron en libertad a la digna representante de la 4T.
Este asunto alborotó a toda la raza pues se presume que todo ese dinero era una ofrenda al hijo predilecto del Tlatoani, ok, ok, un regalito de bodas más o menos baratón.
Pero lo más raro, sorprendente y sobre todo encomiable es que la secretaria de Turismo tiene un sueldo mensual de $98,105 pesos mensuales, lo que significa sin lugar a malos pensamientos que Paola se mató de hambre durante 8 largos meses para poder juntar todos esos dólares, pero ya sabe usted estimado lector, acá en México todos andan alborotados con malos pensamientos y andan con el mal plan de hacerse los interesantes preguntándose “¿De dónde sacó esa lana? ¿Es producto de los moches? ¿Quién se los dio? ¿El dinero iba sujeto con ligas o en bolsitas amarillas? ¿La lana era producto de donaciones de Morena pal recién casado?” Estimado lector usted ya sabe cómo es de mal pensada la raza.
Pero como si esta historia de terror estuviera escrita por Esteban Rey en “Semeterio de cuatroteros” también se supo que Paola en un afán nada protagónico decidió tomar un vuelo privado, asunto que no pueden entender los fifís alborotadores e intrigosos porque no se detienen a pensar que con la inseguridad que hay en el transporte público pues la secretaria no iba andar con 35 mil dólares subida en un avión de ruta como para que un desadaptado se subiera y les saliera con el “ya se la saben, ya se la saben, celulares, relojes y carteras en la mano si no les metemos un plomazo”… pues se puso peor el asunto con los conservadores ¿Quién pagó el avioncito? Etcétera, ya se imaginarán a que niveles llegó esto.
El caso es que al Presidente ya le empiezan a pasar muy seguido este asunto de los dineros inexplicables y las bodas aspiracionistas y millonarias de sus colaboradores y familiares… recuerdan la de su asesor César Yáñez que tuvo un bodorrio que le costó al erario unos 40 millones de pesos, él dice que lo logró con los ahorros de su ahora esposa, o recuerda usted, la boda y vida millonaria de su hijo José Ramón López Beltrán que ahora vive en Houston, Texas, casado con la brasileña Carolyn Adams, una cabildera petrolera que le prometió al jefe del Ejecutivo que su hijito ya no iba a ser nunca más un aspiracionista sino que sería todo un petrolero y villano de cuello blanco, también está el noviazgo de su otro hijo Andrés Manuel López Beltrán que por su viril atractivo compró, él dice que conquistó, a la venezolana Irene Esser, ex Miss Universo, y ahora es un magnate chocolatero y cervecero, Pio López Obrador, Felipa Obrador, etc.
Regresando a la boda de Santiago Nieto, se dice que, para poder ser invitado a la boda, los malpensados especulan que, se tenía que demostrar capacidad adquisitiva o por lo menos ser de muy alto octanaje político, de secretarios de gobierno local para arriba y firmar un contratito de confidencialidad en el que el invitado se obliga a no divulgar comentarios, videos, y fotos de lo ahí ocurrido.
Y los conservadores mal pensados luego, luego, dijeron “¿El contrato de confidencialidad, para qué era? ¿Para que nadie dijera el tipo de regalos que recibió el titular de la UFI o quiénes eran los invitados? ¿Acaso también asistieron delincuentes?
¿Los 35 mil dólares eran un regalo de la secretaria de Turismo? ¿Por qué esconder las fotos de la boda si ya se casaron y no pasó nada?
Y para colmo, un día antes los diputados, entre ellos el changoleón legislativo lloraban a mares por el sueldazo de Lorenzo Córdoba, y al otro día la secretaria de Turismo Paola Félix Díaz, les calla la boca a los diputados de la 4T dándose el lujo de llevar 35 mil dólares en avión privado.
Ahora la pregunta es ¿Santiago Nieto investigará a su invitada Paola y la meterá a la cárcel por lavado de dinero o intentar hacer operaciones con dinero de procedencia ilícita, o por delincuencia organizada?
Y una última pregunta ¿Cuánto dinero en regalos recibió Santiago Nieto durante, antes y después de la boda? ¿se auto investigará? ¿renunciará?
Tanta secrecía huele mal…
