Cumbre de los tres tristes tigres; Obrador y el sueño bolivariano

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Los tigres del norte (Trudeau, Biden y Obrador) terminaron la cumbre de los “tres amigos” como tres tristes tigres.

No hubo acuerdos espectaculares. El encuentro trilateral se dimensionó a los temas de migración y el narcotráfico en su enfoque del impacto a la seguridad nacional de Estados Unidos. Ambos temas fueron puestos en la mesa por el equipo encabezado por el presidente Joe Biden. Obrador propuso su plan de “Sembrando Vida” y Trudeau busca inversiones en la industria eléctrica.

En la coyuntura actual el problema más sustancial para México es el económico. La fuga de capitales en los dos últimos años es equiparable a la inversión extranjera. En tanto los depósitos de mexicanos en la banca estadounidense (90 mil millones de dólares) es tres veces mayor a la inversión extranjera. Las remesas han sido un salvavidas para el país.

El enfoque político en las negociaciones es preocupante. México seguirá subordinado a los intereses de Estados Unidos en los temas de migración y de seguridad pública. Aunque el presidente Obrador lo niegue, seguiremos siendo el patio trasero de nuestros vecinos.

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) es el motor para el crecimiento de nuestra economía. El intercambio comercial entre los tres países es de un billón de dólares. Para México el comercio exterior representa el 80 por ciento del Producto Interno Bruto. Pero el equipo de gobierno del presidente Obrador carece de funcionarios con capacidad y experiencia en negociaciones en una cumbre de tal calibre.

El gran problema es que el presidente Obrador se está involucrando directamente en la política y negociaciones del T-MEC. Él debe dejar los asuntos en manos de los expertos y ajustarse a los protocolos.

Desde 2017 comenzaron las negociaciones del nuevo tratado comercial luego de que el ex presidente Trump propuso dejar atrás el TLCAN. El T-MEC se firmó el 30 de noviembre de 2018 en el marco de la cumbre del G-20. El primero en aprobarlo fue México. El Poder Legislativo los hizo sin contratiempos y sin haberlo analizado a profundidad. No obstante fue necesario esperar 19 meses para que los congresos de Canadá y Estados Unidos hicieran lo propio.

Ahora en Washington con el encuentro entre Biden, Trudeau y Obrador se dio la primera reunión trilateral con el nuevo T-MEC. Como todos sabemos, Trump le dejó un cochinero a Biden en materia de tratados internacionales.

Pero esta ocasión, como siempre Obrador dejó mucho que desear. Fue a pedir favores en lugar de imponer principios, de negociar y de hacer valer las ventajas competitivas del país.

En síntesis el tabasqueño se mostró pusilánime. No está a la altura de las necesidades que reclama el país. Desde que presentó su plan económico de gobierno se sustrajo del entorno global.

Ver en el siguiente enlace el contenido del Plan Nacional de Desarrollo: https://observatorioplanificacion.cepal.org/es/planes/plan-nacional-de-desarrollo-de-mexico-2019-2024

Es importante señalar que el gobierno obradorista a la hora de asumir medidas en distintos campos de la economía no toma en cuenta los acuerdos del T-MEC, que traen consecuencias negativas para nuestro desarrollo.

Pongamos un ejemplo:

En una de sus ocurrencias en su conferencia de la mañanera anunció la medida para “regularizar” los autos chatarra o “chocolate” sin tomar en cuenta a los empresarios del ramo (la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores).

A la secretaria de Economía Tatiana Clouthier le pasó de noche uno de los más importantes eventos de la industria automotriz a partir del nuevo T-MEC.

Mientras Tatiana se teñía el cabello y se daba un pedicure y manicure, mil 500 empresas se reunían en San Antonio, Texas los pasados días 14 y 15 de octubre en la Cumbre de la Industria Automotriz bajo el T-MEC.

Se decidió que el evento fuera en ese lugar porque Texas tiene algunos de los fabricantes de equipos originales (OEM) más importantes, como Toyota, GM, Navistar y pronto Tesla, en tanto el norte de México también tiene proveedores y OEM de clase mundial, lo que la convierte en una región muy competitiva, que se extiende hasta San Luis Potosí y Guanajuato. De hecho la creciente industria automotriz que se encuentra en esta zona, se apoya de los manufactureros en México.

En las últimas dos décadas, muchas firmas automotrices, como Toyota, Nissan, Subaru, Volkswagen, Mercedes-Benz, BMW, Navistar, Honda, Daimler, Mazda y Kia, han ubicado sus operaciones en este corredor automotriz del sur de Estados Unidos. Texas sirve como enlace principal entre las plantas automotrices de México y el resto de la industria automotriz de Estados Unidos por lo que esta cumbre pretendía fortalecer la cadena de suministro en toda la región de Norteamérica.

A ello habrá que abonar, que a partir de la entrada en vigor del T-MEC desde el 1 de julio del 2020, se establecieron reglas de origen más estrictas en la industria automotriz para que los vehículos sean elegibles para aranceles preferenciales.

El nuevo acuerdo exige un 75% de contenido norteamericano para ciertos vehículos (frente al 62.5% del TLCAN). Además establece un valor de contenido laboral, por el cual entre el 40% y 45% debe ser fabricado por operarios que ganen al menos US$ 16 por hora. Por otra parte, el 70% del acero y aluminio de un vehículo debe ser norteamericano.

Inicialmente Canadá y México acordaron un cupo de 2,6 millones de vehículos exportados a Estados Unidos. Para poder ser exportado sin aranceles, 75% de un vehículo tiene que ser producido en uno de los tres países. Sin duda se trata de una victoria para los sindicatos y los trabajadores, pero un dolor de cabeza para los proveedores mundiales de la industria automotriz, señaló.

Este acuerdo automotriz tendrá una duración de 16 años, pero será sometido a revisión cada seis años.

En el apartado de derechos laborales del nuevo T-MEC se incluye un anexo en el cual las partes se comprometen a adoptar normas y prácticas laborales conformes a lo establecido por la Organización Internacional del Trabajo, a hacerlas cumplir y a no derogarlas de su legislación.

También los tres países están obligados a mantener los tipos de cambio determinados por el mercado, no incurrir en manipulación cambiaria y combatir la corrupción.

El TMEC prevé la implementación gradual de estos cambios.

El tema de las negociaciones es muy complejo, el T-MEC está compuesto por 34 capítulos y 12 cartas al margen (la mayoría capítulos del anterior TLCAN), aunque se han realizado cambios sustanciales en las disposiciones del acceso al mercado de los automóviles y productos agrícolas, y en normas como la inversión, la contratación pública y los derechos de propiedad intelectaual, así como el comercio digital, las empresas estatales y la desalineación de la moneda.

El T-MEC aunque no es sofisticado como el acuerdo de la Unión Europea, se le atribuye miles de nuevos empleos en la industria automotriz en Estados Unidos y miles de millones de dólares en comercio de maquinaria, agricultura y energía.

Desde que rige el TMEC, Washington ha invocado dos veces los mecanismos de disputa del pacto para solicitar a México que investigue violaciones de los derechos sindicales en el sector automotriz, especialmente en una planta de General Motors. Además de las continuas disputas entre Estados Unidos y Canadá sobre las industrias láctea y maderera.

Hasta ahora no hay información concreta sobre los grandes temas de la agenda que polarizan la relación: el cambio climático, la situación en Cuba, las reformas eléctricas, la defensa y, el más acuciante de todos, la inmigración.

El presidente Obrador se la pasó divagando en lugares comunes con su falso “sueño bolivariano”.

Su “gran triunfo” en esta cumbre del T-MEC fue su propuesta de “Sembrando Vida” en Centroamérica para que los migrantes ya o vayan a Estados Unidos.

Sobre el tema migratorio, la cantaleta fue la misma:

-“Ojalá y los legisladores ayuden porque es justo. Es gente muy trabajadora, muy honrada que vive en Estados Unidos desde hace mucho tiempo.

-Esperamos que EU invierta en Centroamérica para atacar el fenómeno migratorio.

-“Para que la migración sea opcional, no forzosa, que no salga la gente de sus pueblos y no abandonen a sus familias por necesidad o por violencia y por eso la importancia de la cooperación económica”.

-“dejar de rechazar migrantes” que son necesarios para la fuerza laboral de EU y Canadá.

-Estados Unidos y México deben aspirar a la integración económica de todo el contienen americano.

-Lo “ideal” sería “la integración del continente americano para ser la región más fuerte económicamente del mundo”.