“Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota;
quien no osa pensar es un cobarde”. Sir Francis Baco
Sin duda alguna, después de esta endemoniada pandemia, ni el mundo, ni Latinoamérica, ni Colombia, ni el pueblo donde yo nací (Timaná, Huila)…volverán a ser lo mismo: todo cambiará y todos cambiaremos. Por eso es el momento propicio para armar la “caja de herramientas” con la que enfrentemos -con éxito- este nuevo panorama, pues ya es hora de que Uniandinos se convierta en referente obligado, en faro que guíe, en luz que alumbre el camino a nuestros congéneres, y la única manera es con el CPU: Centro de Pensamiento Uniandino (nuestra Asociación como Think Tank), medio propicio y efectivo para devolver lo mucho que hemos recibido y poder paliar así, el principal problema de nuestro país: las inequidades.
Los Think Tanks son también llamados: “Institutos de Políticas Públicas”, pues éstas son las
únicas herramientas de las ciencias sociales que “tienen dientes” para cambiar la realidad.
Es decir, si se quiere incidir y cambiar la realidad, debemos enmarcar todos los asuntos en políticas públicas, que -a su vez- sean las directrices e insumos para los bianuales -ya tradicionales Congresos Nacionales Uniandinos. Así, en las Políticas Públicas –campo multidisciplinario por excelencia) estarían representadas todas las áreas del conocimiento (léanse carreras), lo que equivale a decir que los Capítulos y los Grupos de Afinidad, desde ya tienen cabida, sitio de honor y representación asegurada en el CPU…Por eso, es que la “materia prima” para nuestro CPU, la tenemos ya lista en Uniandinos…¡y de sobra!. Lo mismo que el “compromiso social” que se siente a flor de piel en la mayoría de afiliados y en todos los programas que tiene la Asociación.
Por eso -con la mayor humildad hay que decirlo- ¿sino somos los Uniandinos entonces quién? Y si algún complemento se necesita, no sobra recurrir a otro de los grandes activos de nuestra querida Asociación: el innegable y valioso “poder de convocatoria”, labrado con esfuerzo, dedicación y trabajo a lo largo de siete décadas de presencia. Ese gran activo debe ser -sin duda parte de la solución. Recordemos que la mayoría de asociaciones de egresados de Universidades extranjeras (muchos integrados también por Uniandinos) carecen de sedes físicas para reunirse, y en un eterno peregrinar visitan clubes, apartamentos y cantinas…Precisamente, la “Lloyd´s Pub” ha sido sede para reuniones de exalumnos de mi otra Alma Mater la LSE: London School of Economics and Politicasl Science. Uniandinos puede ofrecerles un lugar en nuestra Sede Nacional, para que coloquen sus escudos/emblemas/distintivos para entronizar sus reuniones. En reciprocidad, se establecería -por escrito- el compromiso de que los Presidentes de las distintas
asociaciones de egresados se reúnan -al menos una vez a la semana- a analizar y comentar por escrito, alguno de los temas de la “Agenda del CPU”. Tendríamos así, las capacidades de los Uniandinos, enriquecidas por las de muchos otros exalumnos de prestigiosas universidades.
La prioridad del CPU: Centro de Pensamiento Uniandino (en el post-pandemia) sería la de
proponer soluciones a corto, mediano y largo plazo a temas políticos, económicos y sociales, relacionados con las causas de la penosa inequidad…aunque el sólo hecho de definir prioridades es ya un gran aporte, pues como decía Sun-Tzu: “Si envía refuerzos a todas partes, será débil en todas partes”. Sin duda, este nuevo reto de la creación y puesta en marcha del CPU, NO es tarea fácil…pero recordemos las palabras de Nelson Mandela: “Parece imposible…hasta que se hace”.