En 1999 que fue precandidato presidencial del PRI, Roberto Madrazo Pintado tenía entre sus ofertas de campaña convertir a México en un lugar seguro; y para apuntalar su ofrecimiento aseguraba que durante su gestión como gobernador de Tabasco, el estado mantuvo “cero secuestros”.
Así, conforme se confirma que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, ya es considerado aspirante de Morena para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador, al gobierno choco le urgen resultados palpables ante los ojos de la ciudadanía.
Sobre todo, en materia de seguridad, en donde debe mostrarse que el estado del que es originario el encargado de la política interna del país se mantiene en relativa calma.
Ayer el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEG) dio a conocer que el 80.3 por ciento de la población de 18 años o más que vive en Villahermosa se siente inseguro, lo que hace que la capital de Tabasco ocupe el decimotercer lugar en mayor percepción de inseguridad del país.
Más allá de las cifras, que muchas veces son desdeñadas con el argumento de que el gobierno posee “otros datos”, hoy día se mantiene la impresión generalizada de que la tierra del presidente no es un buen lugar para vivir, aunque esa percepción fue mayúscula durante la gestión del perredista Arturo Núñez Jiménez.
Por eso la administración de Carlos Manuel Merino Campos necesita redoblar los esfuerzos en la materia.
No basta, en este sentido, que las autoridades del ramo le pregunten a los alcaldes donde se han “aniquilado” a presuntos delincuentes si les conviene o no que comandos estén exterminando a quienes envenenan a las comunidades.
En opinión de expertos, es con una mejor capacitación del personal operativo como los responsables de la procuración de justicia y de la seguridad pública en la entidad deben enfrentar este flagelo que tiene de cabeza a México.
En lo que va del año, hay que decirlo, los delitos de alto impacto se están presentando en el ambiente de la criminalidad, y –al parecer– no están llegando a la sociedad.
Pero mientras se estabiliza a Tabasco como un estado seguro, Adán Augusto sigue cosechando laureles como el personaje conciliador del régimen morenista: ayer volvió a reunirse con el senador zacatecano Ricardo Monreal Ávila, quien lleva el rol de “opositor” en el proceso interno.
La imagen del tabasqueño se encuentra en un nivel en que es considerado como el único colaborador del presidente con el que se pueden lograr acuerdos.
PARA SU INFORMACIÓN…
AYER SE CUMPLIERON 26 años de que una turba de priístas, reforzados por agentes policiacos, desalojaron a seguidores de López Obrador que mantenían sitiado el Palacio de Gobierno para impedir que Roberto Madrazo Pintado tomara posesión como mandatario estatal. Acaso lo más destacado en este cuarto de siglo de política a la tabasqueña es que muchos de los dirigentes que condujeron a las huestes que echaron a los perredistas, entonces correligionarios de AMLO, ahora forman parte de la estructura del gobierno que encabeza el originario de Macuspana.
SE INTEGRÓ FORMALMENTE al equipo de prensa de la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta el colega comunicador Humberto Iduarte, quien llega a reforzar esa área que estaba lejos de engarzarse en el “gabinete de lujo” de la capital, de lo cual dan cuenta los nombramientos de Fernando Calzada Falcón como director de Finanzas, y de Carlos Juárez como titular de Programación.
@RodulfoReyes