Cada nuevo ataque del oficialismo lanzado hacia Xóchitl Gálvez le suma adeptos y simpatizantes, muy posibles votos en la presidencial del próximo año, a la candidata del Frente Amplio Opositor.
Es la opinión de expertos y asesores en imagen y operación política en un reporte que corre semanalmente entre empresarios de las diferentes ramas del Consejo Coordinador Empresarial, cuyos ejecutivos buscan una guía para intentar comprender lo que ocurre en la adelantadísima sucesión presidencial.
Con 8 meses y medio (255 días) de distancia para las elecciones generales y la presidencial del 2 de junio de 2024, afirman, atacar tan insistente y ampliamente en medios y redes sociales a un opositor provoca un efecto expansivo entre la población que hasta ahora no conocía a la senadora Gálvez.
De acuerdo a levantamientos de opinión internos realizados hace apenas mes y medio, un 80 por ciento de los mexicanos no habían escuchado hablar ni sabían nada de Xóchitl Gálvez.
Hoy, gracias a los golpes mediáticos lanzados por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde sus mañaneras en Palacio Nacional, y los embates de diversos personajes y sectores de Morena, y por la interna del Frente Amplio Va por México, la hidalguense se ha posicionado en casi un 50 por ciento de la población.
Todo eso ha creado ya una expectación consistente. Y a cada nuevo ataque o descalificación, como este último respecto de un supuesto plagio de su tesis -que ya fue explicado que no hubo tesis, sino un reporte técnico- el conocimiento de los ciudadanos sobre la senadore crece.
A este ritmo de ataques mediáticos del oficialismo hacia la hidalguense en menos de 2 meses, AMLO y Morena habrán logrado que antes de que concluya el año, el 80 o 90 por ciento de los mexicanos en edad de votar sabrán que la senadora es la candidata presidencial opositora.
El reporte advierte que en este contexto de un golpeteo mediático “loco”, basado en ocurrencias, sin bases ni pruebas suficientemente importantes, y sin una estrategia dentro de los tiempos de campaña, todo contribuye a victimizar a la senadora y a crear un efecto de simpatía y apoyo popular hacia ella.
A una mayoría no le importa realmente si es posible que la autoridad le tire su casa por errores legales en su construcción, o si haya cometido plagio en su tesis, sino que los ciudadanos perciben y tienden a creer que le quieren hacer daño.
Quienes la denuncian y atacan pasan a ser los malos.
Esa percepción crece ante el desparpajo y buen humor, hasta cinismo, con que Xóchitl Gálvez hace frente a los embates mediáticos de AMLO y sus colaboradores.
La atracción y simpatía popular levantada a su alrededor por el contexto de ese ataque sistemático y persistente en su contra desde el poder, hace que su historia personal, profesional, política, impacte rápidamente entre los ciudadanos quienes le encuentran en muchos de los caos similitud con la propia.
ACATARE LO QUE DETERMINE LA UNAM: GALVEZ
En medio de esta dinámica sucesoria atípica basada hasta ahora en dimes y diretes dentro de una campaña que todavía ni siquiera comienza, no pocos ciudadanos comienzan a interesarse en el proceso de cambio presidencial y sus efectos en la empresa y el futuro del país.
Y mientras esto ocurre la candidata presidencial de la oposición Xóchitl Gálvez advierte que, ante las acusaciones de plagio en su contra, no se resistirá a la investigación de su caso anunciada por la UNAM.
Y que, si se encuentra que cometió un ilícito que amerite la cancelación de su título profesional, pues que lo aceptará e iniciará de inmediato su reposición en la Facultad de Ingeniería.
“Hoy he dicho claramente que sea la UNAM la que define y yo acataré lo que la UNAM decidida, o sea, no opondré ninguna resistencia.
“Si la UNAM considera retirarme el título lo acataré y presentaré un nuevo trabajo y ahora sí cuidando todos los detalles”, indicó.
El caso ha recuperado el caso del plagio cometido por la Ministra Yasmín Esquivel en sus dos tesis, y que la ha llevado a promover amparos a fin de evitar que la UNAM informe de su investigación.
Gálvez explicó que no se tituló con tesis, sino con un informe sobre su experiencia profesional, con tres casos prácticos y sobre su experiencia para construir edificios verdes inteligentes.
“Reconozco que no puse referencias, muchas de esas referencias son técnicas, porque lo que yo presenté fue un trabajo, un informe final. Hay dos maneras de titularte: con un trabajo teórico, que es un invento tuyo, que tú lo planteas como innovador tuyo o con experiencia profesional.
“Yo me titulé con experiencia de tres casos prácticos, de tres edificios que hice y explico en ese documento y hay referencias, que es a donde yo no pongo la fuente de esas referencias, algunas por ejemplo, yo las había publicado hace tiempo, todavía no tengo claro cuál, pero en ese sentido acataré lo que la UNAM diga”, subrayó.
Abogados y políticos como el senador Germán Martínez Cázares advierten que todo este embrollo no impactará en nada en la intención de Gálvez de lograr la presidencia de la República porque los requisitos para alcanzar ese cargo no exigen cumplir con el título en ingeniería.
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